lunes, 2 de marzo de 2009

LOS ACAPONETENCES SOMOS LOS MEJORES CLIENTES DE CARLOS SLIM

Por: LEC MF Anuar Abud
Los acaponetences somos los mejores clientes del magnate Carlos Slim, fijese usted, en Acaponeta si usted hace una llamada por teléfono fijo, le paga a Slim (Telmex), si la hace por Celular, también, lo mismo si mandas un mensaje (Telcel), si entra a la Internet, le paga a Slim (Prodigy), ¿Quiere cambiar la llanta de su auto, le paga a Slim (Euskadi y General tire), ¿Va a construir y ocupa cemento? le paga a Slim (Cementos Moctezuma), se aburre y prende la tele, le paga a Slim (Televisa), se va para Tepic y se toma un café, le paga a Slim (Grupo Samborns), los $191 pesos que pagó por las casetas para llegar ahí se los pagó a Slim (Inbursa), ¿chocó su auto?, le paga a Slim (Seguros inbursa), ¿se enfermó? le paga a Slim (Inburmedic), ¿Le dio sed y se tomó un refresco Barrilito? le paga a Slim, (Refrescos Barrilito) ¿le entró la ansiedad por un cigarro? le paga a Slim, (Cigatam) ¿computadora, teléfono y dispositivo de música nuevos? le paga a Slim (Apple computers), el papel periódico que esta leyendo, se lo tuvimos que pagar a Slim (Fabrica de papel loreto y peña pobre), ¿quiere envolver con aluminio su sandwich? le paga a slim (Reynolds aluminio), los cables y tubos de cobre de su casa, se los pagó a Slim (Nacobre y Condumex), ¿le sobran $30,000 pesos?, contrate a Slim para que le diga en que invertirlos (Casa de bolsa inversora bursátil), espere, espere, no se desespere: ¿el piso que esta pisando? se lo pagó a Slim (Porcelanite), ¿que te vas al DF en avión? le pagas a Slim (Volaris), allá en Tepic te compras fiada alguna "garra" en la Forum, le pagas a Slim (Sears)... ¿da miedo "edá"tú? y mejor ahí le paramos por que es la de no acabar. por eso demos un vistazo a la carta que la periodista Denisse Dresser, le envío a Carlos Slim este pasado 15 de Febrero. Te vas a sorprender. Me dice Ud. que opina al mail abud.anuar@hotmail.com
Denise Dresser, Febrero 15, 2009. Estimado Ingeniero (en referencia al Ingeniero Carlos Slim): Le escribo este texto como ciudadana, como consumidora, como mexicana preocupada por el destino de mi país y por el papel que usted juega en su presente y en su futuro. He leído con detenimiento las palabras que pronunció en el Foro "Qué hacer para crecer" y he reflexionado sobre sus implicaciones. Su postura en torno a diversos temas me recordó aquella famosa frase atribuida al presidente de la compañía automotriz General Motors, quien dijo: "lo que es bueno para General Motors es bueno para Estados Unidos". Y creo que usted piensa algo similar: lo que es bueno para Carlos Slim, para Telmex, para Telcel y para el Grupo Carso es bueno para México. Pero no es así. Usted se percibe como solución cuando se ha vuelto parte del problema; usted se percibe como estadista con la capacidad de diagnosticar los males del país cuando ha contribuido a producirlos; usted se ve como salvador indispensable cuando se ha convertido en bloqueador criticable. De allí las contradicciones, las lagunas y las distorsiones que plagaron su discurso y menciono las más notables.Usted dice que es necesario pasar de una sociedad urbana e industrial a una sociedad terciaria, de servicios, tecnológica, de conocimiento. Es cierto. Pero en México ese tránsito se vuelve difícil en la medida en la cual los costos de telecomunicaciones son tan altos: la telefonía es tan cara, la penetración de internet de banda ancha es tan baja. Eso es el resultado del predominio que usted y sus empresas tienen en el mercado. En pocas palabras, en el discurso propone algo que en la práctica se dedica a obstaculizar. Usted subraya el imperativo de fomentar la productividad y la competencia, pero a lo largo de los años se ha amparado en los tribunales ante esfuerzos regulatorios que buscan precisamente eso. Aplaude la competencia, pero siempre y cuando no se promueva en su sector. Usted dice que no hay que preocuparse por el crecimiento del Producto Interno Bruto; que lo más importante es cuidar el empleo que personas como usted proveen. Pero es precisamente la falta de crecimiento económico lo que explica la baja generación de empleos en México desde hace años. Y la falta de crecimiento está directamente vinculada con la persistencia de prácticas anti-competitivas que personas como usted justifican.Usted manda el mensaje de que la inversión extranjera debe ser vista con temor, con ambivalencia. Dice que "las empresas modernas son los viejos ejércitos. Los ejércitos conquistaban territorios y cobraban tributos". Dice que ojalá no entremos a una etapa de "Sell Mexico" a los inversionistas extranjeros y cabildea para que no se permita la inversión extranjera en telefonía fija. Pero al mismo tiempo, usted como inversionista extranjero en Estados Unidos acaba de invertir millones de dólares en The New York Times, en las tiendas Saks, en Citigroup. Desde su perspectiva incongruente, la inversión extranjera se vale y debe ser aplaudida cuando usted la encabeza en otro país, pero debe ser rechazada en México.Usted reitera que "necesitamos ser competitivos en esta sociedad del conocimiento y necesitamos competencia; estoy de acuerdo con la competencia". Pero al mismo tiempo, en días recientes ha manifestado su abierta oposición a un esfuerzo por fomentarla, descalificando, por ejemplo, el Plan de Interconexión que busca una cancha más pareja de juego. Usted dice que es indispensable impulsar a las pequeñas y medianas empresas, pero a la vez su empresa —Telmex — las somete a costos de telecomunicaciones que retrasan su crecimiento y expansión.Usted dice que la clase media se ha achicado, que "la gente no tiene ingreso", que debe haber una mejor distribución del ingreso. El diagnóstico es correcto, pero sorprende la falta de entendimiento sobre cómo usted mismo contribuye a esa situación. El presidente de la Comisión Federal de Competencia lo explica con gran claridad: los consumidores gastan 40 por ciento más de los que deberían por la falta de competencia en sectores como las telecomunicaciones. Y el precio más alto lo pagan los pobres.Usted sugiere que las razones principales del rezago de México residen en el gobierno: la ineficiencia de la burocracia gubernamental, la corrupción, la infraestructura inadecuada, la falta de acceso al financiamiento, el crimen, los monopolios públicos. Sin duda todo ello contribuye a la falta de competitividad. Pero los monopolios privados como el suyo también lo hacen.Usted habla de la necesidad de "revisar un modelo económico impuesto como dogma ideológico" que ha producido crecimiento mediocre. Pero precisamente ese modelo —de insuficiencia regulatoria y colusión gubernamental— es el que le ha permitido a personas como usted acumular la fortuna que tiene hoy, valuada en 59 mil millones de dólares. Desde su punto de vista el modelo está mal, pero no hay que cambiarlo en cuanto a su forma particular de acumular riqueza. La revisión puntual de sus palabras y de su actuación durante más de una década revela entonces un serio problema: hay una brecha entre la percepción que usted tiene de sí mismo y el impacto nocivo de su actuación; hay una contradicción entre lo que propone y cómo actúa; padece una miopía que lo lleva a ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el propio.Usted se ve como un gran hombre con grandes ideas que merecen ser escuchadas. Pero ese día ante los diputados, ante los senadores, ante la opinión pública usted no habló de las grandes inversiones que iba a hacer, de los fantásticos proyectos de infraestructura que iba a promover, del empleo que iba a crear, del compromiso social ante la crisis con el cual se iba a comprometer, de las características del nuevo modelo económico que prometería apoyar. En lugar de ello nos amenazó. Nos dijo —palabras más, palabras menos— que la situación económica se pondría peor y que ante ello nadie debía tocarlo, regularlo, cuestionarlo, obligarlo a competir. Y como al día siguiente el gobierno publicó el Plan de Interconexión telefónica que buscaría hacerlo, usted en respuesta anunció que Telmex recortaría sus planes de inversión. Se mostró de cuerpo entero como alguien dispuesto a hacerle daño a México si no consigue lo que quiere, cuando quiere. Tuvo la oportunidad de crecer y en lugar de ello se encogió.Sin duda usted tiene derecho a promover sus intereses, pero el problema es que lo hace a costa del país. Tiene derecho a expresar sus ideas, pero dado su comportamiento, es difícil verlo como un actor altruista y desinteresado, que sólo busca el desarrollo de México. Usted sin duda posee un talento singular y loable: sabe cuándo, cómo y dónde invertir. Pero también despliega otra característica menos atractiva: sabe cuándo, cómo y dónde presionar y chantajear a los legisladores, a los reguladores, a los medios, a los jueces, a los periodistas, a la intelligentsia de izquierda, a los que se dejan guiar por un nacionalismo mal entendido y por ello aceptan la expoliación de un mexicano porque —por lo menos— no es extranjero.Probablemente usted va a descalificar esta carta de mil maneras, como descalifica las críticas de otros. Dirá que soy de las que envidian su fortuna, o tiene algún problema personal, o es una resentida. Pero no es así. Escribo con la molestia compartida por millones de mexicanos cansados de las cuentas exorbitantes que pagan; cansados de los contratos leoninos que firman; cansada de las rentas que transfieren; cansados de las empresas rapaces que padecen; cansada de los funcionarios que de vez en cuando critican a los monopolios pero hacen poco para desmantelarlos. Escribo con tristeza, con frustración, con la desilusión que produce presenciar la conducta de alguien que podría ser mejor. Que podría dedicarse a innovar en vez de bloquear. Que podría competir exitosamente pero prefiere ampararse constantemente. Que podría darle mucho de vuelta al país pero opta por seguirlo ordeñando. Que podría convertirse en el filántropo más influyente pero insiste en ser el plutócrata más insensible. John F. Kennedy decía que las grandes crisis producen grandes hombres. Lástima que en este momento crítico para México, usted se empeña en demostrarnos que no aspira a serlo. (firma) Denise Dresser.

YA VIENE A ACAPONETA LA SIGUIENTE CABALLADA FLACA

Por: El Grillito de Acaponeta. En estos tiempos en que se ha perdido toda vergüenza, es común que algunos partidos políticos centaveros, que sólo existen para sangrar el presupuesto y que no hacen la labor propia de un partido que es la de formar en sus filas a quienes tienen la vocación política, lancen a la vida pública a individuos que por lo general han fracasado en sus ocupaciones profesionales y que sin tener vocación ni oficio político, buscan el poder por ambición al dinero. Lo anterior es la principal causa por la cual tenemos políticos que saltan de partido en partido como grillos en comal ardiendo, y Dios Padre nos guarde si alguno de estos llega a ganar porque lo primero que hacen, sabedores de su ignorancia, es traer asesores y parientes que les ayuden a "esquilmar la borrega". O en otras palabras: "a hacer lodo y mamar de la puerca, como cochitos en chiquero". No nos queda a la ciudadanía más que rezar y al menos preguntar a los próximos candidatos de la próxima "caballada flaca" que viene para estas elecciones, aunque sea el nombre de los que habrán de gobernarnos cuando ellos ganen, porque a la hora de la hora, son los asesores y los parientes los que mueven el "pandero", mientras que los "electos" se dedican a disfrutar de amantes y de otros vicios caros, exclusivos de aquellos que obtienen el dinero fácil.
Dicen que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, pero por favor, como decía mi "aguela" que era muy sabia: "no hay mal que dure un trienio, ni pendejo que lo agüante".

LA GLOBALIZACION LLEGÓ A ACAPONETA

Por: LEC MF Anuar Abud (abud.anuar@hotmail.com)
Mucho se ha dicho sobre la globalización, en muchos espacios informativos es posible enterarse de los pormenores de la última marcha en contra de la globalización, o de la última manifestación masiva en favor de la globalización, algunos eruditos en la materia inclusive han etiquetado a los que estan en contra de la globalización como "globalifobicos" y a aquellos que estan a favor como "globalifilicos" y con el debate entre unos y otros se han producido cientos de libros, textos en revistas especializadas, y noticias intentando explicar los pros y los contras de la llamada gobalización, escritos que no han hecho más que hacer aun más insondable y nebuloso para el ciudadano común el comprender como le impacta a él la temida "globalización"
Entonces, ¿Que es la globalización y cómo afecta a los Acaponetences? ¿Es buena o es mala la globalización?
La respuesta a esta última pregunta es: si y no, depende de usted. continue leyendo y lo comprobará.
Como muchos ya se dieron cuenta, la globalización ya llegó a Acaponeta. Esta no es más que un proceso de cambios impulsados por agentes: empresas por ejemplo, que buscan obtener un beneficio primordialmente económico mediante la estandarización de costos y procedimientos con el fin de obtener un producto rentable cuyos atributos resulten de beneficio para cualquier persona en cualquier lugar del mundo. Esta explicación parecer decir que la globalización es intrínsecamente buena, veamoslo de esta forma: En los años ochenta era común que en acaponeta se bebiera agua previamente hervida y después almacenada en tinajas de barro a fin de conservarla fresca, de esta manera florecían y prosperaban diversas personas que vivían de fabricar las tinajas de barro: los alfareros, así como diversas personas dedicada a la venta de tinajas de todos los tamaños y que hacían su agosto cada vez que se rompía alguna ya que al ser de barro resultaban sumamente frágiles. La globalización llegó cuando agentes: empresas como Coca Cola Co., Pepsi Co., Procter and Gamble visualizaron un cambio imparable en los patrones de consumo de los europeos quienes consientes de los riesgos a la salud, tomaban cada vez menos refrescos para consumir más agua natural, los agentes que tradicionalmente fabricaban refrescos optaron por embotellar agua, proceso que resultó más barato que hacer refresco lo que lo hacia más rentable ya que la demanda por agua filtrada y accesible en todo lugar permitió venderla más cara que el maná del cielo. Y así empezó todo, para introducir el consumo de agua embotellada en América, los agentes exageraron los riesgos de consumir agua sin filtrar, y hicieron cundir el rumor de una supuesta "pandemia" de cólera que venia del sur de América hacia el norte. Al tiempo en que esta supuesta pandemia tenia lugar, ocurría la imperceptible pero imparable introducción del agua filtrada y embotellada. Para el tiempo en que ésta llegó a Acaponeta, si usted era alfarero y no se adaptó al cambio la globalización fue mala para usted, su modo de vida se vino abajo economicamente hablando, pero si usted cambiaba del gremio de la alfarería y se buscaba un lugar en la industria del agua embotellada la globalización sería benéfica para usted, así muchos alfareros dejaron de hacer tinajas y se pusieron a repartir agua en galones, otros, más afortunados, compraron maquinas de inyección de plástico y se pusieron a fabricar botellas. Los detractores de la globalización argumentan que la fuerza avasallante de la misma, destruye costumbres, como la de beber agua de jarra de barro o la de sólo beber refresco, y aduce que algunas de estas costumbres valdría la pena conservar.
En aquellos tiempos de beber agua de la jarra de barro, el agua era gratis, era impensable que llegará el día en que la bebiéramos embotellada y pagaríamos cómodamente por ella. Jamás le paso por la cabeza a aquellos, los de esa época, que un litro de agua llegaría a costar más que uno de leche, o que uno de gasolina, para hacer esto más inusitado.
Los efectos de la globalización dependen de usted, Ud. decide como adaptarse, no hay duda que algunas costumbres deberían conservarse, pero inclusive esto depende de usted, ya se fijó que sigue habiendo alfareros y que ahora las tinajas de barro son adornos caros para las casa "retro", "para todo hay mañas" dicen los políticos. Ahora bien, piense en la siguiente jugada de la globalización, he aquí algunas posibles:
1.- No habrá más periódicos de papel como este que Ud. lee, la información llegará a los ciudadanos a través de sus celulares, PDA's, Ipods, etc.
2.- Si quiere respirar aire puro y limpio, lo podrá comprar embotellado, las mamás lo querrán dar a sus bebes durante los primeros años de vida a fin de fortalecer el aparato respiratorio de sus vástagos.
3.-Desaparecerá la gasolina, habrá estaciones de energía eléctrica o etanol para su auto. las cuales serán pequeñas, se parecerán más a una tienda de conveniencia, las encontrará en todas partes, algunas serán parecidas a cajeros automáticos, muy diferentes a las actuales.
Haga su lista, ¿Ud. que opina?