martes, 10 de marzo de 2009

FOOT-BALL AL ESTILO ACAPONETA.

PARA LOS QUE SABEN DE FOOT-BALL...
Por: la tucita Cuentan las lenguas versadas en el tema del foot-ball, que hubo una vez en que el equipo Pachuca iba muy mal, - quien sabe qué época era esa, y como el dueño del equipo de esos entonces era muy desobligado, le encargó a un pariente enderezar el equipo. El pariente no sabía nada de foot ball, no era muy exitoso en su profesión, pero deseoso de ganarse unos centavos se aventó a dirigir el equipo. Como no sabía nada del deporte rey, buscó a varios de sus amigos, quienes presumían de saber mucho del tema ya que siempre estaban en las cantinas viendo los partidos por T.V. y los invitó de “asesores del director técnico”, entusiasmado por las buenas venturas que le auguraron los nuevos asesores, el pariente metido a director técnico, se contrató a cuatro secretarios particulares, tres choferes, un director de imagen: “para que salgas siempre bien en las fotos” le dijeron. Así hubiera seguido el pariente, de no ser porque se le acabaron los amigos y los puestos para repartir. Por consiguiente, y debido a la nula atención que puso en el equipo, este empezó a perder partido tras partido. “Todo está bien” – le decían sus asesores. “Hay que correr al portero, es un corrupto, no para ni un gol, a la calle con él.”, “mira el medio campista fulano, está inconforme, no es del equipo, que se vaya”, “el delantero no anota, dice que no le llegan balones, vale madre que venga del real Madrid, hay que correrlo”. Finalmente corrieron a los jugadores más destacados y los sustituyeron por más amigos. El resultado no se hizo esperar, el equipo se fue al sótano. La afición se sintió sumamente ofendida ya que la gente del pueblo consideraba al equipo como suyo, así que los hinchas formaron un grupo de destacados fanáticos y fueron a entrevistarse con el dueño del equipo. Nomás le llevaron una nota que decía: “No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre” El dueño del equipo lo comprendió todo claramente y se deshizo del pariente, contrató jugadores profesionales, y se trajo un director técnico acreditado. “de hoy en adelante – les dijo, si el equipo no anota, yo soy el responsable, pero ustedes son los encargados, así que, encárguense de anotar”. Cualquier parecido de esta historia con la realidad política del municipio de Acaponeta, esmera coincidencia. “TUZOS, TUZOS, TUZOS”