martes, 19 de mayo de 2009

MÁS RESPETO A LOS SÍMBOLOS PATRIOS

Desde niños nos enseñan que los tres símbolos patrios de México son: el escudo del águila devorando una serpiente, el Himno Nacional, canto inmortal de Francisco González Bocanegra y Jaime Nunó, así como la bandera, que consiste en un rectángulo dividido en tres franjas verticales de medidas idénticas, con los colores en el siguiente orden a partir del asta: verde, blanco y rojo. En la franja blanca y al centro, tiene el Escudo Nacional, con un diámetro de tres cuartas partes del ancho de dicha franja. La historia de este pendón nos indica que sus colores fueron adoptados por sus creadores en base al significado por ellos otorgado a cada uno, que entonces eran: el verde, la Independencia; el blanco, la pureza de la religión, y el rojo la unión.En el camino entre San Felipe Aztatán y Milpas Viejas, hay un rancho llamado "El Huarache" que orgulloso muestra a su entrada un lábaro patrio, que nos deja mucho a la reflexión. Este pendón o más bien trapo colgado de un palo amarrado a un tubo, no tiene el rectángulo rojo que toda bandera que se precie de serlo, debe mostrar. La primera reflexión es esta: si el rojo significa unión, quiere decir que el mensaje de los del Rancho El Huarache, es que en México, la unión brilla por su ausencia, y no les faltaría razón, ya que vivimos en un estado de guerra permanente a causa del crimen organizado, la luchas por el poder de los partidos políticos que tienen dividida a la sociedad y, además, la desconfianza tan terrible que el pueblo tiene de su gobierno, lo que ha causado una ruptura entre sociedad y autoridad.Otra causa de la falta del rojo, es que quizá y debido a la crisis, se arrancó un pedazo para que sirviera de franela o jerga para el aseo. Tal vez, no hay que ir tan lejos, simplemente los dueños y trabajadores del rancho, detestan al PRI, que ha dado por tomar como suyo ese color.En cualquier caso, los símbolos patrios --así hay que enseñarlo a los hijos--, son valores que tenemos que respetar, de hecho la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, marca claramente en su artículo 32: "Los particulares podrán usar la Bandera Nacional en sus vehículos, exhibirla en sus lugares de residencia o de trabajo. En estos casos la bandera podrá ser de cualquier dimensión y con el escudo impreso en blanco y negro. El particular observará el respeto que corresponde al Símbolo Nacional y tendrá cuidado en su manejo y pulcritud". Más respeto que nada nos cuesta.

LAS PEQUEÑAS DIFERENCIAS TECNOLÓGICAS

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
Comentando con varios amigos acerca de las nuevas y maravillosas tecnologías, es decir, celulares, ipods, blueberrys, blackberrys, bluetooths, módems, redes inalámbricas, radiofrecuencias, wi-fi, televisores de plasma y por supuesto las computadoras en todas sus formas, llegamos a la conclusión de que sabios en el manejo de todos ellos son los jóvenes, incluso los niños, que pareciera que llegan a este mundo con una especie de chip integrado en el cerebro, que los hace hábiles en el manejo de todos estos ingenios. Es muy común que el padre de familia le consulte a sus hijos cuando se encuentran en un apuro con un aparato de estos. Se saben los intríngulis de cada programa computacional y programan como nadie el control del aparato televisor.Estoy convencido que no es un chip lo que los niños traen insertos en el cerebro, simplemente no tienen miedo, como lo tenemos nosotros y es que fuimos educados en otro mundo y de manera muy distinta. Vera Usted.Recuerdo, por ejemplo, que allá en los ya lejanos años de la juventud –que espero no sean tantos-- los jefes de familia se las veían negras para adquirir un aparato de televisión. A mi memoria llega el feliz día en que mi señor padre pudo traer –encargado quién sabe con quién—un moderno televisor Sony, modelo Trinitron, muy famoso y apreciado en esa época. De hecho Sony era la marca “que rifaba” en esos tiempos y prácticamente la única de calidad en México, pero era japonesa y se adquiría en Estados Unidos. Si uno se preciaba de haber triunfado en la vida, tenía forzosamente que tener uno de esos receptores en la sala de las casas, que era el lugar privilegiado para una adquisición de tal naturaleza. Y es que para que la gente obtuviera un Sony Trinitron –a colores, ¡qué maravilla--, había que esperar a que un amigo o familiar fuera de viaje a la Unión Americana y de contrabando metiera la TV al territorio nacional, cosa que casi siempre –quítele el casi— necesitaba la operación de una mordida, o la clásica “mochada” de por medio. Y luego de la aventura en la frontera, la odisea de burlar aduanas y fiscales ya en el trayecto hasta casa. Todo un rollo y aventura, a la que no siempre se prestaban las personas a las cuales ya el viaje en si, les significaba problemas. Era más fácil ir al Tepito romántico de los años 60 y 70 en un mundo de televisores en blanco y negro, que los chavos de hoy ni lo creen. Por fin instalado el aparato receptor, pasaba a ser no solo un mueble más del hogar, sino el miembro principal de la familia y como tal había que tratarlo. Qué esperanza que llegara un mocoso y así nada más porque sí, encendiera la Sony. Había que hacer la tarea escolar primero, luego de los mandados de rigor –no chistábamos, se obedecía y ya--, finalmente, siempre pidiendo permiso, nos dejaban ver la tele, que se encendía con un botón o perilla, pues ni el sueños aparecía el control remoto.Ay de aquel irresponsable que se acercara al “nuevo miembro de la familia” con un plato de comida o una bebida en la mano. Hoy, vaya Ud. y cheque su tele, sin duda están los restos de algún alimento sobre el infaltable plato sobre el aparato.Luego de la odisea de encender los televisores, pues algunos eran de bulbos y había que esperar a que se calentaran para arrancar, cosa que desapareció con los transistores del Sony “Trinitron”, teníamos como mucho media hora –pues los padres y principalmente los abuelos pensaban que los rayos catódicos nos licuaban el cerebro; hoy la ciencia ha avanzado mucho y estamos plenamente conscientes que la licuefacción es por culpa de las telenovelas, los comentaristas deportivos, los programas mañaneros y uno que otro reality show. El caso es que los niños de hoy desde el mocosito que no habla pero todo agarra, hasta el adolescente imberbe que altanero se piensa el rey del mundo y la última cerveza del estadio, prenden a su antojo y sin permiso de nadie, no solo la televisión, que por cierto cuenta con 50 o más canales, nosotros solo veíamos cinco, cuando mucho seis y eso si teníamos la suerte de vivir en una gran ciudad, los pueblos como Acaponeta, acaso alcanzaban a ver dos.Hoy todo llega por cable, mientras que nosotros batallábamos con las malditas antenas de conejo, que nunca de los nunca se acomodaban, si se acercaba uno la tele se veía regular, pero cuando se iba a sentar otra vez, se descomponía en algo que llamaban “nieve” y no nos dejaba ver el capítulo en turno de “Simplemente María”, larguísimo bodrio que durante años transmitió Televicentro, que es como se llamaba Televisa.Por ellos los jóvenes de hoy aprenden rápido, pues no temen pulsar las teclas, botones o conexiones de la computadora, simplemente aprietan y listo. Por cierto que nada explota como pensamos los más mayorcitos, que seguimos creyendo que el manual de operación de cada aparato nos sacará de dudas. Imagine el amable lector el mundo de nuestros hijos dentro de 20 ó 30 años cuando tengan sus propios hijos. ¿Qué les deparará la tecnología: maravillas y más maravillas, cada vez más fáciles de maniobrar, de conseguir y comprar.

UNA PLAGA CÍCLICA: LA PROPAGANDA POLÍTICA

¿Serán estos plásticos reciclables como marca la normativa? No se permite colgar propaganda del equipamiento urbano. Un poste es equipamiento urbano Frente a la plaza en pleno Centro Histórico, ya de por sí muy dañado (chequen la fachada de esa propiedad) Así como le cayeron a Faraón aquellas 10 plagas bíblicas, que por conducto de Moisés, envió Dios al pueblo egipcio, por la necedad de su gobernante, así cada tres años una calamidad igual azota a nuestros sufridos pueblos, por quién sabe por qué pecado cometido, nos asalta sin que podamos defendernos; nos referimos a la propaganda política, esa misma que supuestamente está regulada por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE). En postes, bardas, calles, avenidas, en anuncios espectaculares, calcas en las defensas y cristales de los autos, en los muros y fachadas de su casa, en camisetas, gorras, abanicos, globos, en espots de radio y televisión, y mil etcéteras. En todas partes, como hongos crecen las dizque propuestas de los candidatos, que aparecen siempre con una gran sonrisa como si ya fuera suyo el triunfo. Por supuesto entre tanta basura afeando el paisaje urbano, algunas cosas tienen que fallar y los partidos y candidatos se equivocan, tal fue el caso del PRD, que ha violado, según el PRI, el artículo 236 fracción A del Cofipe, que a la letra dice: Artículo 2361. En la colocación de propaganda electoral los partidos y candidatos observarán las reglassiguientes:a) No podrá colgarse en elementos del equipamiento urbano, ni obstaculizar en forma alguna la visibilidad de los señalamientos que permiten a las personas transitar y orientarse dentro de los centros de población. Las autoridades electorales competentes ordenarán el retiro de la propaganda electoral contraria a esta norma El caso es que efigie del candidato Pavel Jarero, luce muy feliz en decenas de postes de la ciudad, que como dice la normativa, son parte del equipamiento urbano. Por otra parte el Centro Histórico de Acaponeta, ya de por sí muy dañado por el poco respeto que se le tiene a la arquitectura típica y que además, está lleno de propaganda comercial que enturbia la imagen urbana y contamina visualmente, se ve ahora agredido con la propaganda electoral. Justo frente a la plaza principal se mira la figura del candidato por Convergencia y a nadie parece importarle, menos a la autoridad municipal, que de frente a una confrontación electoral, hace como las avestruces, mete la cabeza en un hoyo y supone que con eso se esfuma el problema. Sin embargo, el respeto comienza por los partidos políticos y los propios candidatos que deben velar por un pueblo digno y con la calidad necesaria para bien vivir. ¿No es eso lo que pregonan en sus aburridos discursos?

SE PARTIÓ EL MALECÓN

La parte del malecón donde los vehículos pueden bajar al río, es decir, la rampa que lo cruza del empedrado a la ribera del arroyo, de manera inexplicable se ha ido quebrando y una afrentosa grieta, amenaza, cual falla de San Andrés, en partir esta masa de concreto en dos. Ni un año tiene el bordo de inaugurado y ya presenta anomalías de ese tipo. Ojala que se trajera al contratista y respondiera por qué el paseo junto al río tiene tantos errores. Como siempre los dineros del pueblo están siendo mal utilizados y, o el material es muy malo y de baja calidad, o bien, nunca previeron que camiones pesados utilizarían esta vía de paso, como son las pipas de la presidencia que carga agua en el río, las góndolas que cargan arena y grava y hasta algunos camiones de pasajeros que bajan a la orilla del agua para lavar los vehículos.