En un pueblo como el nuestro de Acaponeta, donde no hace mucho la gente dormía en la calle para soportar el calor tan apabullante, donde las puertas y ventanas eran tan solo el pretexto para colocar marcos y cornisas en sus jambas y dinteles, como marca la buena arquitectura típica de la región y permanecían abiertas todo el año. En un pueblo como este en el cual nos ha tocado vivir y donde podíamos salir, algo alegres, de un baile a las cinco de la mañana, y la única preocupación era hallar menudo en el mercado "Ramón Corona".
GOBERNACION DEBE ESTAR ATENTO A CASO UAN
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En el juicio 534/2022-II que se desarrolla en los tribunales federales,
estoy pidiendo como acto reclamado, una vez que se desarrolle el
procedimiento, ...