LOCALIZAN SITIO
AZTATLAN CON ARQUITECTURA MONUMENTAL
Por: Arqlgo. Mauricio
Garduño Ambriz
Sección de
Arqueología/Centro INAH Nayarit
En atención a una notificación presentada
por el Sr. Mario Alberto Real, trabajador de la CFE adscrito a la Subdirección de Líneas de
Transmisión (región Occidente), sobre el hallazgo de un conjunto de montículos
de grandes dimensiones en una parcela perteneciente al ejido de Ruiz (municipio
de Rosamorada), investigadores del Centro INAH Nayarit localizaron un
importante centro ceremonial de la cultura Aztatlán (850/900-1350 d.C.).
Este asentamiento, conocido localmente
como “Las Ánimas”, se ubica en una posición geográfica estratégica en la zona
de transición entre la planicie aluvial de uso agrícola y el piedemonte bajo de
la sierra, sobre la margen derecha del río San Pedro Mezquital, que constituye
uno de los principales sistemas fluviales ubicados en la costa central de
Nayarit. Cuenta en su extremo sur con un manantial y con un canal artificial de
navegación que desemboca directamente en el río San Pedro, lo que sugiere que
también desempeñó la función de puerto fluvial de comunicación y control entre
las tierras bajas inundables y la región montañosa de la Sierra Madre
Por su extensión y complejidad
arquitectónica ocupa una posición de primer orden jerárquico dentro del patrón
de asentamiento regional, comparable a la de sitios costeros contemporáneos
como Amapa, Coamiles, Chacalilla y San Felipe Aztatán, que durante el periodo
Postclásico funcionaron como capitales regionales de sus respectivas provincias
dentro de la red de interacción Aztatlán (850/900-1350 d.C.).
Su configuración interna es compleja y
denota una clara planificación del espacio, con un patrón general de
orientación bien definido. Hasta el momento se han contabilizado seis conjuntos
arquitectónicos integrados por plataformas, patios y altares centrales,
incluyendo una cancha para el juego de pelota excepcionalmente bien conservada
cuya orientación y configuración es muy similar a la registrada para el sitio
contemporáneo Aztatlán de Chacalilla, el principal centro rector localizado en
la zona estuarina de San Blas. Además, cuenta con una plaza cuadrangular
(Subconjunto Sur) en cuyo centro se localiza un patio hundido, que representa
un rasgo arquitectónico atípico dentro de la arquitectura ceremonial de la
costa noroccidental de Nayarit.
En cuanto a los materiales
constructivos empleados destaca la utilización de cantos rodados que fueron
cementados con una argamasa de arcilla muy compacta. Aparentemente no se
utilizó recubrimiento de mampostería, en forma de piedra careada, en el acabado
de las fachadas de los edificios.
Este sitio se destaca además por la
utilización de estelas lisas -probablemente de uso astronómico y vinculadas
específicamente con el culto solar-, elementos que todavía se observan erguidos
o parcialmente colapsados al frente de algunos edificios.
La muestra cerámica recolectada en
superficie indica que este emplazamiento arquitectónico fue construido en el
transcurso del Postclásico Temprano (fase Cerritos, 900-1100 d.C.), aunque
aparentemente se mantuvo en pleno funcionamiento por lo menos hasta finales del
Postclásico Medio (fase Ixcuintla, 1100-1350 d.C.). La aparición esporádica de
materiales diagnósticos pertenecientes al periodo Clásico (200-900 d.C.) en
zonas donde el subsuelo ha sido removido sugiere la probable existencia de una
ocupación previa al complejo Aztatlán, patrón que es observado en la mayor
parte de los principales sitios arqueológicos ubicados en la costa
noroccidental del estado.
Los trabajos formales de registro,
delimitación, conservación e investigación arqueológica en el sitio se
realizarán en el marco del proyecto “Prospección, registro e investigación
arqueológica en la franja costera noroccidental de Nayarit”, que iniciará en el
invierno de 2014, proyecto estratégico a partir del cual será posible rastrear
el largo y complejo proceso de desarrollo que experimentaron las poblaciones
que estuvieron asentadas en la zona nuclear costera Aztatlán.
2 comentarios:
Esto nos muestra la falta de un estudio metodológico en el Edo. de Nayarit para este tipo de rubros, se descubren de manera fortuita, con saqueos previos y destrucción sistemática y los que tenemos no se le da ni la difusión ni el cuidado que merecen.
Un magnífico lugar
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