miércoles, 11 de febrero de 2015

ACAPONETA: ¿PUEBLO MÁGICO, PUEBLO DIGNO O ECOMUSEO?



Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

Uno de los conceptos de tipo cultural y que involucra en gran medida al turismo es el tema del programa federal “Pueblos Mágicos”, donde se tiene el objetivo --reza la publicidad oficial-- de estructurar una oferta turística complementaria y diversificada hacia el interior del país, basada fundamentalmente en los atributos histórico - culturales de localidades singulares.

Nadie podrá decir que Acaponeta o cualquier otra comunidad del Estado de Nayarit, no son “localidades singulares”, sin embargo, no todos los pueblos –incluyendo el resto de las poblaciones del país--, puede ser, de buenas a primeras, Pueblos Mágicos y veamos por qué, tomando el ejemplo de nuestra querida y “singular” ciudad de las gardenias.

En el país, existen registrados 83 pueblos mágicos, siendo Michoacán la entidad que más tiene con siete. Nayarit presume a Xala y hace tiempo la isla de Mexcaltitán perdió esa categoría por el descuido en que los habitantes y autoridades de ese minúsculo espacio geográfico hicieron a su histórico islote, hoy eso es un muladar. Lo curioso es que nuestro Estado se halla en medio de dos entidades federativas que tienen buen número de pueblos mágicos, Jalisco con 5 (Mazamitla, Tapalpa, Tequila, Lagos de Moreno y San Sebastián del Oeste), y Sinaloa con tres (El Fuerte, Cosalá y El Rosario), estando su servidor en el error de creer que Ajijic, en Jalisco, era también considerado Pueblo Mágico, pero no viene en el listado de la Secretaría de Turismo, aunque ellos así se autonombran, lo cual nos lleva a algo muy importante y determinante para ser considerados en esta calificación.
En diciembre del 2013 tuve la fortuna de visitar ese hermoso lugar: Ajijic, poblado que como ya dije, se considera asimismo un Pueblo Mágico, pues reúne todas las características para serlo, por ser una comunidad muy bien cuidada, limpia, una plaza donde se respira cultura y buen gusto, una arquitectura típica de las poblaciones alrededor del Lago de Chapala, todas ellas pintadas de manera atractiva y con mucho colorido, sin mencionar los muchos muros o fachadas con murales de artistas locales, profusamente arbolado Ajijic es el sueño de cientos de norteamericanos y canadienses jubilados o no, que han hecho de este hermoso lugar su residencia, lo que quizá explique ese cuidado extremo que se nota en cada esquina, en cada calle empedrada, en cada casa ornada con rica artesanía de ahí mismo, explican ellos que aparte del clima y la seguridad, es este un poblado muy cerca de Guadalajara, gran urbe extraordinaria y del aeropuerto internacional.

Quiero suponer que sus habitantes cuidan y se sienten orgullosos de su pueblo-casa y si no tienen la categoría de Pueblo Mágico, algún día no muy lejano, les llegará la sorpresa y con ella los recursos y beneficios que le otorga el gobierno federal.
Algunos piensan que Pueblo Mágico, es el rescate de la arquitectura de los centros históricos de los pueblos, pero la propia SECTUR explica: “…más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran…”

Otros también piensan que Acaponeta jamás podrá ser considerado para ostentar esa digna calificación…sus motivos tendrán y no les falta razón en muchos casos, simplemente porque hay un serio deterioro en la arquitectura típica del lugar, han sido muy pocos los esfuerzos de la comunidad y de la autoridad para conservar un ya bien delimitado por el INAH centro histórico. Pienso que más que eso, hay una mala actitud de parte de la ciudadanía, como el inconveniente de la basura en esquinas y frentes de las casas, donde el único culpable es el ciudadano que no ha sabido o no ha querido mantener un espacio limpio y digno, pienso sea un terrible problema de conducta cívica, que es sin duda más dañina y perjudicial para llegar a ser, no ya un Pueblo Mágico, sino una pequeña ciudad digna, organizada y bella a la cual presumir al turismo nacional e internacional.
¿Qué piden para ser Pueblo Mágico, amén de tener una población de 20 mil habitantes y estar a 200 kms. de algún centro turístico reconocido?: Se requiere una localidad que tenga atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes y cotidianidad. Conceptos con los que en este municipio se cuentan: simplemente su historia es simbólica en el Estado de Nayarit, pues fue Acaponeta en el pasado un centro comercial sumamente importante del Señorío de Aztlán-Aztatlán, que abarcaba un territorio nada despreciable que iba desde el hoy municipio de Santiago Ixcuintla hasta Culiacán, ahora capital de Sinaloa. No son pocas sus leyendas y los hechos trascendentes, pues Acaponeta ha pasado por todas las etapas de la historia nacional, desde fechas inmemoriales que se pierden en el tiempo, la conquista, la colonia, la independencia, el imperio francés, la reforma, la revolución, la guerra cristera y la era contemporánea, aportando el lugar de nacimiento de Alí Chumacero, acciones con destellos apreciables y preclaros personajes que aquí enterraron el ombligo.

Para aquellas localidades con un número de población fuera de los rangos establecidos (20 mil ciudadanos), como es el caso de Acaponeta, el Comité Interinstitucional de Evaluación y Selección del programa Pueblos Mágicos, toma en cuenta los atributos de riqueza cultural y natural, y manifestaciones históricas, “atributos” todos que Acaponeta posee hasta para regalar: riqueza cultural, la cual es quizá el mayor de sus pasivos, cualidad que le reconocen en el resto del Estado de Nayarit, pues este municipio fue “bautizado” como la Atenas de Nayarit por el ex presidente Adolfo López Mateos, quien a donde quiera que se paró halló siempre un piano, un poeta, un orador o una pintura de algún artista local. No se diga de la riqueza natural del municipio, que tiene una rica y atractiva zona serrana, llena de poblaciones, ya de por sí mágicas, escarpadas serranías y profundas simas donde corren arroyos y ríos con riberas románticas y donde es profusa la diversidad animal y vegetal. Tierra que tiene como fronteras, a orillas de un fértil llano, productivas y fecundas marismas, todo alrededor de ojos de agua, algunos de ellos termales y curativos; selvas infranqueables y bosques con una inmensa variedad de árboles en diferentes climas, según la altura sobre el nivel del mar. De las manifestaciones históricas ya hablamos y de sus personajes en torno a la cultura y a los grandes hechos, como el ya mencionado Alí Chumacero, Héctor Gamboa Quintero, Abigaíl Villalobos, Guillermo Llanos Delgado y otros con la pluma; Vladimir Cora, Nicolás Contreras Sánchez, Tito Chávez Pérez con el pincel; Inocente Díaz Herrera, Genaro y Cecilio “Chilo” Morán, Felipe Espinoza Gallardo “Tanaka”, en la música; Manuel Sánchez Hidalgo, Martín y Rodolfo Antonio Sáizar, en el periodismo y muchos otros nombres de la historia como Francisco Pantécatl, el primer historiador de Nayarit, los aguerridos Corinca y Xaotame, o más contemporáneos como Juventino Espinosa Sánchez, oriundo de San Felipe Aztatán, en aquellos tiempos dentro de los límites acaponetenses o el guerrillero-bandolero Porfirio “Pillaco” Mayorquín, a quien no se debe satanizar.


Si bien a Acaponeta le hacen falta imanes turísticos importantes como la artesanía que en otros espacios brilla y son fuente inagotable de recursos económicos, sí tenemos, en cambio, una sabrosa y muy reconocida gastronomía que se ubica entre los pueblos con un sabor mágico sin duda alguna, edificios históricos que deben ser conservados y protegidos para darle el marco necesario al título, hoy al parecer inalcanzable de Pueblo Mágico. Hoy, con una nueva administración municipal, los alrededores de la plaza principal tienen otro aspecto y apenas el 12 de diciembre, comenzaron los trabajos para hacer otro tramo de la calle Puebla peatonal.

 Hay fiestas patronales, el Festival Cultural de Nayarit en Acaponeta, por cierto el más antiguo de la entidad y sus habitantes, amantes todos de la cultura, con sensibilidad y hospitalidad a toda prueba.

Somos los acaponetenses, sí no un pueblo culto, si una comunidad amante de la cultura, las bellas artes y la esperanza de un mejor lugar donde habitar, lo suficiente para ser un pueblo con honor y digno de ser habitado y visitado.

Ante este panorama, la Junta Vecinal Pro Conservación y Difusión del Patrimonio Artístico y Cultural de Acaponeta A.C., desde hace algún tiempo quiere implementar una idea sensacional que conjunta todo lo anterior que tienen los pueblos, con el concepto moderno de un museo; el Ecomuseo.

El proyecto “Ecomuseo, como comunidad educadora”, es una idea de uno de los promotores culturales más activos, entusiastas y sin compromisos de Nayarit –quizá de México--, el antropólogo Raúl Andrés Méndez Lugo, ex delegado del Centro INAH Nayarit y una de las personas que mejor entiende y practica la nueva museología mundial, en el país.

Miembro y en ratos directivo del Movimiento Internacional para una Nueva Museología (Minom-Icom-Unesco), Raúl promovió por muchos años las organizaciones vecinales y los museos comunitarios en la entidad, lo que redundó, en aquel tiempo, en un éxito total, pues de ahí nacieron las Juntas Vecinales como la de Acaponeta, creada en 1996 y refundada en 2011, por gente residente en las comunidades y que tenían deseos de proteger sus respectivos patrimonios y un cúmulo grande de museos comunitarios que en su momento fueron muy valiosos, bajo el concepto de que ya no eran factibles museos como aquel DIF-FONAPAS que tuvo Acaponeta asentado en lo que hoy es el OROMAPAS, espacio que servía para acumular polvo alrededor de una colección arqueológica que se ha ido perdiendo poco a poco. No funcionan los museos que nada producen, que a su alrededor no participan artistas, ni se promueva la actividad productiva del municipio, o generen cursos o talleres, conferencias y encuentros varios; la nueva museología exige que las puertas de esos espacios culturales se abran y salgan a las plazas, a las comunidades, a los centros educativos, que sean centros receptores de cultura, pero también emisores.


Por otro lado el proyecto de “Ecomuseo, como comunidad educadora”, entendiendo el prefijo “Eco”, del griego “Oikos” que quiere decir “casa”, es un concepto macro, por así decirlo, o sea, un museo tradicional como los que conocemos y del tamaño o calidad que se quiera, tiene tres sustentos básicos: el espacio, es decir, el edificio que contiene el segundo punto importante que es la colección o lo que exhibe el museo del tema que sea y finalmente el público que lo visita.
Al respecto, el antropólogo Méndez Lugo explica: “El Ecomuseo o Museo Comunitario Territorial como una comunidad educadora para la acción, está constituido por tres esferas íntimamente relacionadas que forman una intersección básica, de donde se deriva toda la concepción teórica y metodológica. Las tres esferas son: 1. El Territorio. 2. El Patrimonio y, 3. La Comunidad.”
Lo que venía diciendo, el espacio o edificio del museo que ahora llamaremos territorio, la colección del museo, que deviene en el Ecomuseo, en el patrimonio del pueblo; y el público asistente, que entonces es la comunidad.
Dicho de otro modo y es en lo que se aboca la Junta Vecinal de Acaponeta A.C., Acaponeta entera es el museo (el espacio-territorio) y la colección son el templo de la Asunción, la casa de la Cultura, la presidencia, el kiosco, el mercado Corona, las diferentes escuelas, las casas donde nacieron personajes relevantes del municipio, los parques y jardines que tienen su propia historia, y cualquier punto, edificio o mueble urbano que pueda ser considerado un patrimonio más de los acaponetenses.
Esta experiencia cultural ya ha sido implantada en Ixtlán del Río con resultados muy de tomarse en cuenta y donde ha participado toda la población del municipio más sureño de Nayarit. Vale la pena sumarse a ese esfuerzo colectivo que sin duda, aportará su granito de arena al deseo de muchos, residentes aquí o no, de tener un Acaponeta bello, en verdad culto, protector de su patrimonio histórico y cultural y acercarnos ¿por qué no? a la posibilidad de ser un pueblo mágico. Seguiremos comunicando los avances de este proyecto.