miércoles, 18 de enero de 2017

HABLANDO SE ENTIENDE LA GENTE



Por: Juan José Rodríguez Tejeda

Robustiana de la Concepción Godínez, se despertó asombrada, pues su marido no estaba  con ella en la cama, vio que el reloj que estaba sobre el buró marcaba, con sus números fosforescentes, las 03:45. Se quedó atenta tratando de escuchar algún sonido y alcanzó a detectar que alguien estaba en la cocina. En silencio se encaminó al sitio y se sorprendió al ver a Fortunato Cruz del Roble, completamente a oscuras tomándose una taza de café. Encendió la luz y alcanzó a ver que su marido se enjugaba, discretamente, una lágrima.