miércoles, 16 de septiembre de 2009

EL RUCO DE LA BANCA

CHANGO VIEJO NO APRENDE MAROMA NUEVA
Por Anuar Abud
Me topé con el Ruco de la Banca, venía por la calle México muy enojado, cosa extraña y no me reprimí las ganas de preguntarle ¡Ora Ruco! ¿Por qué andas tan amohinado? “Pos como no muchachito” me dijo, “Si estamos volviendo a los tiempos de antes” Oiga mi Ruco, pero ¿no dicen que todo tiempo pasado fue mejor? “Eso que ni qué, pero yo me refiero a que ahora en Acaponeta vamos para atrás, estamos regresando a los tiempos en los que se metía al bote a los periodistas o se daba de palos a quien se atrevía a señalarle sus áreas de oportunidad al presidente municipal” y echando chispas prosiguió el Ruco, “Mira, vengo de ver el Grito, me indigné, nunca había visto cosa igual, tan corriente y raspa, el colmo del culto a la personalidad, el grito fue exactamente como quería el presidente, él arriba y el pueblo abajo. Desde el balcón de la casona de Morelos lanzo unas blandengues vivas, pero acá abajo no se alcanzaron a escuchar” Ah que Ruco tan exigente, le dije. “Mira muchachito, si Don Emilio viviera y viera esto, se volvería a morir, con él, el pueblo sí estaba en el poder, con éste presidente, el pueblo abajo y él arriba, no se quiso mezclar con la chusma” y prosiguió el Ruco ya casi al borde de un ataque, “Hasta creí que estábamos en los tiempos de la Dictadura de Don Porfirio, el gabinete del ayuntamiento burgués se encerró en la presidencia para darse un comilón con pura vianda fina, mientras que al pueblo nos aventaron unos desperdicios que les sobraron del malogrado evento del kilometro de ayuda que se celebró un día antes” ¿Les dieron sobras don Ruco?, le pregunté “Mira muchachito, deja lo de las sobras, ahorita con esta hambre se come uno lo que sea, lo peor fue que estos nuevos burgueses son bien raspas, trajeron para el pueblo botana rancia, cerveza y música de banda, de pronto la plaza era como un enorme centro botanero, hasta pleitos y salivazos hubo” Ah que mi Ruco, ¿Qué era lo que esperaba? “Pues lo de antes muchachito, ambiente familiar, kermese, antojitos mexicanos, tamales, atoles, globos de papel, castillo, torito, música tradicional mexicana, representaciones teatrales donde se exalten los valores patrios, pero no muchachito, estos del ayuntamiento actual ni volviendo a nacer aprenden” Y ya no dijo más el Ruco, apretó el paso y se perdió de vista. Es sabio este Ruco, o como dicen en Acaponeta: “Chango viejo no aprende maroma nueva”

JUNTOS PERO NO REVUELTOS


Los Directores y Representantes en Acaponeta de los principales Diarios y Periódicos del Estado se reunen en torno al Director del trisemanario El Eco de Nayarit, haciéndole patente su solidaridad. El debate fue rico en opiniones divergentes, pero todos coincidieron en pro de la defensa de la libertad de expresión. De izquierda a derecha: Juan Fregoso, del Express, Anuar Abud y Fco. Jiménez del Censura!, José Arellano de la Parabólica y Antonio Saizar de El Eco. Tomó la foto Héctor Agüayo.

LA CULTURA VA SIN RUMBO EN ACAPONETA

De cabeza quedó el Consejo Municipal para el Desarrollo de la Cultura, por la intransigencia y soberbia del Director de la Casa de la Cultura, que hizo todo lo que pudo para alejar a personas que mucho saben del medio cultural, artístico y promoción. Qué triste que alguien que no reúne el perfil para sacar adelante su encomienda municipal, que carece de los elementos para llevar a buen puerto eventos y actividades, que ni idea tiene de cómo hacer y luego presentar un proyecto cultural, que no sabe como diseñar, aunque sea una política cultural para el municipio, que ha fallado una y otra vez, que ha causado el enojo de algunas personas por esos yerros, que en general ha mostrado negligencia e ignorancia en su puesto; que no ha sabido vincular su dependencia con los organismos locales, estatales o federales; ante todo eso, no me explicó cómo pudo, el Director de Fomento Cultural, tomar la equivocada actitud que mostró – lo peor, en nombre de la “democracia”—para alejar al Consejo, que con voluntad, de manera altruista, sin que nadie les pague un peso, sacrificando a la familia, al trabajo o a las horas de descanso, había decidido participar con ideas y propuestas para la mejor realización del Festival Cultural de Nayarit en Acaponeta. Ojala que su servidor haya sido el único que aventó la toalla y que nadie salga, para bien del festival, no de la persona que dirige los tristes destinos del fomento cultural en Acaponeta. Otro golpe gratuito para Saulo Lora……… Por cierto que es un error llamar Consejo a este tipo de organismos que emanan de un Ayuntamiento, sus integrantes, no son consejeros, sino concejales, ya que una dependencia así debe escribirse como “Concejo”, con “c” y no Consejo con “s”; estos últimos solo serán eso, cuando sean de origen civil. Entonces: “Concejo Municipal para el Desarrollo de la Cultura”