sábado, 27 de abril de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: En verdad es delirante, y hasta parece a veces un alucine de LSD lo que sucede en el surrealista gobierno de eso que llaman muy pomposamente, “la cuarta transformación”. Varios absurdos esta semana. Cuando escuché esa noticia, en verdad pensé que era parte de la guerra sucia electoral de la oposición, y hasta exclamé que era una burda patraña de los seguidores de la opositora Xóchitl Gálvez, porque solo así se explicaba esa locura de querer exhibir al presidente Andrés Manuel López Obrador con la Santa Muerte y hacerlo con un mensaje de evidente tono machista y trasnochada soberbia, todo muy al estilo de su alteza gorilísima Hugo Chávez, el loco aquel de Venezuela y que hoy se cuece a fuego manso en el mismísimo averno. Hasta creí, que era, asimismo, un mensaje del crimen organizado, adorador de la Santa Muerte.



 Qué equivocado estaba, porque luego apareció el grotesco video de un ridículo Jenaro Villamil, Presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, es decir, alto funcionario del gobierno de la cuarta transformación, presumiendo un suéter “x”, el cual se quita para dejar la inexplicable camiseta negra que dice: “Un verdadero hombre, no habla mal de López Obrador” y al frente la calavera de la Santa Muerte, con un famélico dedo sobre la boca y nariz, exigiendo que nadie ose hablar mal del macuspano mandatario nacional. Eso no me lo puedo explicar.


Otro oso: un senador de la república —ni más ni menos— al parecer de origen indígena, alegando que es costumbre en su pueblo, hacer sacrificios al dios Tláloc, deidad de la lluvia, para hacer llover, llevó al senado a varios de sus paisanos, sacerdotisos o chamanes, mismos que degollaron a una pobre gallina medio desplumada, en honor a la mencionada divinidad náhuatl. 

Por supuesto, no cayó ni una gota de agua del cielo, pero sí se le vino al senadorcete un diluvio de críticas y hasta denuncias por maltrato animal. Yerra el obtuso senador al ofrendar una trinche gallina culeca al buen señor Tláloc, quizá si sacrifica a un senador en el altar divino, o a un diputado federal y hasta un gobernador o al insoportable Mario Delgado, entonces sí, quizá se nos venga encima un diluvio que llenará presas y lagos hoy en vías de desaparecer.


Cuando ve uno estas locuras, nos damos cuenta la razón por la que el país está al borde de sumirse en el más oscuro y profundo barranco. Pero como decía el tarado tarador dominical Raúl “Delasco”, de hace algunos años: ¡Aún hay más! En Quiroga, Michoacán, un candidato a la presidencia municipal, se encuentra con qué probablemente en ese lugar le toca gobernar a una mujer o a un miembro de la comunidad LGBTTTXYZ+. Ante esto, los dirigentes de Morena, tuvieron la feliz ocurrencia de pedirle al candidato que se declarara gay o de plano mujer, para poder competir. Dignos todos del manicomio.

 


 DE DULCE: Será porque el gobierno actual, ese de la dizque transformación, nos viene mostrando un país que solo existe en su desbocada imaginación y que algunos ya llamamos “Pejelandia” donde todo marcha de maravilla, no hay inseguridad, todos los mexicanos somos hermanos, la corrupción es cosa del perverso pasado y la economía y los servicios de salud están mejor que en Dinamarca, por todo ello, me he convertido en un pesimista de marca, al grado que mucho me temo que al cambio de gobierno, sea Claudia o sea Xóchitl la ganadora, como sucedió en el ayer de terrible memoria, tendremos una crisis económica marca diablo.


Su servidor, desde su nacimiento ha padecido 12 presidentes: Ruiz Cortines, López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas de Gortari, Zedillo, Fox, Calderón, Peña Nieto y López Obrador. Desde Díaz Ordaz a la fecha, ya con pleno uso de razón, me di cuenta de cómo gobernaron algunos de esos todopoderosos señores. Y recuerdo claramente, al menos cuatro crisis económicas al cambio de gobierno, que aún producen calosfríos a unos y teleles a otros. A saber: La primera se produjo en 1976, cuando Luis Echeverría, meses antes de entregar el gobierno a ese otro pillo que fue José López Portillo, devaluó el peso que algunos, ignorantes de las cuestiones económicas creíamos que el dólar valía eternamente 12.50 pesos, y entregó al hombre que se sintió Quetzalcóatl, un país en ruina financiera, obligando a JoLoPo, de lágrima fácil pedir perdón a los pobres en su discurso inaugural.


El sexenio de López Portillo y Pacheco, dejó como juego de niños la debacle echeverrista, y a pesar del famoso boom petrolero, en febrero de 1982, ya como candidato Miguel de la Madrid, vino otra devaluación de grandes proporciones. Poco después de las elecciones, México anunció que no podía pagar su deuda externa y el primero de septiembre, López Portillo anunció la estatización de la banca y con ello un desmadre financiero que dejó viendo bolitas de colores a la sufrida población mexica.

La tercera crisis que su servilleta recuerda, se suscitó en el sexenio de Miguel de la Madrid, y no fue más que una sucesión de la crisis lopezportillista. Ya en la sucesión, 1988, tras la peor inflación de la historia y en medio de una crisis política tras la fractura del PRI que dio lugar al nacimiento del PRD —hoy en ruinas—, volvimos a penar los mexicanos al final del sexenio.


Pero falta una más, esta, la del “inolvidable” año de 1994 cuando se presentaron acontecimientos políticos sin precedente como la rebelión zapatista en Chiapas; el asesinato del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, y meses después el de Francisco Ruiz Massieu. Factores todos que propiciaron una enorme salida de capitales, que llevó a que a los primeros veinte días del gobierno de Zedillo ocurriera una devaluación y luego una crisis económica sin precedente en la historia moderna de México.


Ahora en 2024, ojalá me equivoque, pero me da idea de que vivimos en una burbuja fantasiosa que habrá de reventarle en la cara a la próxima presidenta, porque López Obrador deja solo un castillo en el aire, fácil de destruir con un leve soplido, pues ahí quedan obras onerosísimas que pasarán decenios antes de que se acaben de pagar como el tren maya, el aeropuerto “Felipe Ángeles” o la carísima refinería de Dos Bocas, que al día de hoy no ha refinado un maldito litro de gasolina.

Boletines de la Secretaría de Hacienda indican que el acumulado a febrero, la deuda neta del gobierno federal se ubicó en 13 billones 345 mil 24.4 millones de pesos.

Mala señal es esa de lo que muchos consideran un simple robo en despoblado de 40 mil millones de bilimbiques de las cuentas inactivas de las afores, es decir, porque ya no hay dinero en ningún lado. Hasta los 15 mil millones de los fideicomisos del poder judicial, volaron y ya nadie habla de ellos. Llega el actual gobierno a la desfachatez de decir que el fondo para las pensiones se nutrirá con las “ganancias” del tren maya, de Mexicana de Aviación, la refinería y otros grandes logros de la 4T. ¡No manche profe, dijeran mis ex alumnos!

 


DE MANTECA: Una de las cosas que los diputados —locales y federales— y regidores no entienden es que deben darles significado, validez e importancia a las palabras. Ignoran casi todos lo que es la “representación”, o sea, la acción y efecto de representar; y, justamente “representar” es, según la Real Academia Española: Informar, declarar o referir. Ellos, diputados y regidores nos representan y se supone, que llevan nuestra voz y sentir al congreso. Pero eso, estimado lector, no es más vana y hueca palabrería; o dijera YSQ, “pura politiquería”, porque nuestros augustos representantes, nunca nos preguntan cómo andamos, qué queremos, y menos nos piden opinión sobre lo que escupen en tribuna o la sala de cabildos. Estos funcionarios disfuncionales, buscan, más que el bienestar colectivo, la mejora de sus intereses personales y los de su partido.

Señores candidatos a regidores de Acaponeta, entiendan bien esto: en el cabildo, no votan los partidos, a esos deben dejarlos fuera de la sala de juntas, los que votan son seres humanos que representan a otros seres humanos quienes los pusieron en esa silla. Aspirantes a regidor que van por una demarcación ajena al lugar donde viven…renuncien por ética y por el bien de —otra vez— sus representados. ¡Salud para todos amables lectores!

 

 


lunes, 22 de abril de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: No me queda duda, de que, cuando nuestros gobernantes nos mienten, nos roban a los ciudadanos, el legítimo e inalienable derecho a la verdad. Y la neta, es que los gobiernos —no importando de qué color sean— nos mienten con todos los dientes, y los de Morena… “pior”; ejemplos claros hay muchos: en la Ciudad de México, en la alcaldía “Benito Juárez”, el agua que llega de las válvulas caseras viene contaminada con lo que parece combustible, al parecer diésel, lo que la convierte en un peligro y un veneno. Miles de quejas, reclamos y toma de calles, hacen que el gobierno de la capital del país, los voltee a ver, y luego de dizque tomar algunas medidas, el jefe de la ciudad Martí Batres, exclama con voz de triunfo ante los medios, que ese grave problema se ha solucionado. Pero la realidad, esa augusta señora que pone a cada uno en su lugar, indica que no, que el agua sigue oliendo a gasolina y los vecinos toman foto de un agua sucia y turbia, imposible para el consumo humano. La falsedad para “solucionar” problemas, que por supuesto nunca se remedian.


Otra perla, el inefable virrey de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, declara frente a los medios, sin ningún rubor y con toda desfachatez, que las 66 personas que hace unas semanas fueron secuestradas en Culiacán, ya se encontraban en sus casas, que los ocho que aún no aparecían, ya están salvos y seguros, y hasta presume que tiene una policía muy fregona —no explica que no los rescataron los cuerpos de seguridad sinaloenses, sino que los secuestradores los liberaron de buenas a primeras—, pero, nuevamente Doña Realidad nos dice que no, los familiares de seis de ellos, alegan que aún siguen privados de su libertad o tal vez algo peor. Debe recordar don Rocha, que una mentira nunca puede deshacerse; ni siquiera la verdad es suficiente.


La realidad, nos dice que, en 65 meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, más concretamente del 1 de diciembre de 2018 al 31 de marzo de 2024, han sido asesinadas 183 mil 239 personas, lo que da un promedio diario de 94 crímenes, superando ya la suma de muertes dolosas de los gobiernos de Fox y Calderón juntos, que fue de 180 mil. Y para que no digan que son “politiquerías”, estos son datos oficiales del Secretariado Ejecutivo de Incidencia Delictiva. A pesar de esa masacre espantosa, AMLO y su candidata dicen que México en materia de seguridad está bien y el pueblo vive feliz, feliz, feliz. Eso raya en lo grosero y en la insensibilidad total.


La “científica” Sheinbaum debiera recordar aquella leyenda que dice que en una ocasión se encontraron la verdad y la mentira. Luego de saludarse, la mentira dijo que era un divino día, la verdad vio a su alrededor y le respondió que, en efecto, era una mañana esplendorosa. Llegaron a un bello lago y la mentira expresó: está hermoso el lago, y la verdad le manifestó que era cierto, ese ojo de agua lucía maravilloso. La mentira corrió y se aventó grácilmente al agua y gritó alegre: ¡El agua está riquísima! Con prudencia, la verdad tocó la superficie del lago y comprobó que la temperatura del agua era muy agradable y así lo hizo ver a la mentira. Para nadar sin dificultades, ambas se quitaron la ropa y luego de un rato de diversión, la mentira se puso la ropa de la verdad y esta salió del lago y caminó desnuda por todos lados y todos quedaron horrorizados de la verdad desnuda. Así es cómo, desde entonces, la mayoría de personas prefieren ver la mentira disfrazada de verdad, que la verdad al desnudo.

 


 DE DULCE: No son pocos, en estos aciagos momentos grillescos y de intensa polaca totonaca, que serían capaces de vender su alma al diablo y hasta a su bendita autora de sus días por obtener una regiduría, una sindicatura o bien, “Palabras Mayores” como dijera el siempre bien recordado escritor Luis Spota: una presidencia municipal, una diputación federal y hasta una senaduría, aunque estas dos posiciones se han rebajado mucho a los ojos de un pueblo que se siente engañado, traicionado y saqueado.

Andan por ahí, aquí en la tierra de Alí Chumacero, saltimbanquis de petatiux, a quienes la población ya los conocemos --por sus obras los conoceréis-- y no los deseamos en el poder, que, como changos con y sin mecate, brincan y ruegan por un hueso. Conozco el caso de una persona que siendo de “X” demarcación, pero que no le tocó ser agraciada con el “premio mayor”, por su mala imagen y peor desempeño en los puestos públicos que le han regalado, salta con singular entusiasmo a otra demarcación que no es la suya, pero le vale, “de gollete hasta un puñete” dice la raza, y pide pan, como los maderos de San Juan, a ver si le dan. 

Lo cierto es, que cada chango debería ir a su mecate, y los aspirantes tendrían que ser de la demarcación donde viven y eso porque supuestamente es lo que conocen, la problemática y el sentir de sus habitantes, no piensa igual un acaponetense del centro de la ciudad, que uno de San José de Gracia y menos de San Diego de Alcalá. A esa persona, el partido ya le dio la posibilidad de ser regidora en una demarcación rural. Qué sabe de las broncas y conflictos de esas poblaciones que son varias, y lo peor, cómo es que los habitantes de esa área se dejen y lo permitan.


Son tiempos estos muy raros, peculiares y caprichosos, sin ideología en los candidatos; partidos que solo son el vehículo para llevar al poder, a veces a verdaderos gañanes y conocidos cacos; otrora institutos políticos con objetivos claros y estatutos de altura. Hoy ya no, cualquier mono se acuesta del PAN y amanece, por obra y gracia de Diosito, de Morena o algo “pior”. La historia de esos institutos políticos, más bien quedaron en historieta de cuarta.

 


DE MANTECA: Lo verdaderamente maravilloso de las campañas electorales, es que vemos que nos espera un mundo sensacional y maravilloso, donde todos los mexicanos viviremos como en Shangri-La, en el Edén o la mítica Xanadú.

Primero, a ojos de los aspirantes a cualquier puesto de elección popular, lo mismo que la presidencia de la república o una humilde regiduría, ellos ven que todo estará maravilloso porque lo merecemos. Prometen y más que eso, auguran una nación que será la envidia de Europa y el resto de los países de América, incluyendo los Estados Unidos. Sus propuestas van desde solucionar el gravísimo problema de la carencia de agua, hasta eliminar de un plumazo la inseguridad del país. Todos hablan de hacer producir el campo, mejorar la pesca, plantar miles de millones de árboles; de dar empleo a la totalidad de la población. De tener un sistema de salud, mucho mejor que la que tiene esa mísera nación que es Dinamarca. Educación, ciencia, tecnología, comunicaciones, cultura, fomento al deporte, universidades, trenes, aviones, bicicletas, todo estará bien.

Las reformas a la manoseada y violada constitución, vendrán a ser la panacea deseada. Ahora sí, se acabará la pobreza y las comunidades indígenas verán al fin, la justicia que se les ha negado en más de 500 años. Empleo para todos. Lloverán del cielo billetes y más billetes, que a placer podrán recoger con pala niños, jóvenes, adultos y viejitos; mujeres vulnerables, madres solteras; personas con capacidades diferentes y todos los de la comunidad LGBTTTXYZ+.

Ya la candidata de Morena para la CDMX, ha prometido bajar la edad para recibir el apoyo que hoy solo se da a los mayores de 65 años, lo bajará a los 57. Y hasta el PRI, propone “apoyar” a los jóvenes con 120 mil morlacos, en tres pagos, a los 19, 21 y 25 años de edad. ¡Qué maravilla! ¡El país de los árboles de dinero! ¡Votemos por cualquiera, todos recibiremos algo: por lo menos camisetas, gorras o morrales!

 


domingo, 14 de abril de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE:Haiga sido como haiga sido”, no hay una sola justificación por lo que hizo el presidente de Ecuador Daniel Noboa, al enviar a sus esbirros a asaltar la embajada de México en Quito para sacar de ahí al protegido por México, el ex vicepresidente Jorge Glas, acusado de peculado por mal uso de los recursos públicos y por las extorsiones de Odebrecht, pulpo chupeteador —como decía el genial Jesús Martínez “Palillo”— que metió mano llena de billetes a casi todos los países de América Latina, incluyendo por supuesto a México. De este modo, Glas es señalado por asociación ilícita y cohecho agravado, así que el tipo, muy cercano al ex presidente Rafael Correa, no es ningún angelito, de hecho, ya estuvo tras las rejas cuatro años y medio, pero salió por una hábil maniobra legal y fue cuando pidió asilo a la embajada mexicana.


Por supuesto, la bronca con Ecuador, no comenzó con los policías ecuatorianos saltando las bardas de la embajada mexicana, comenzó con las siempre torpes declaraciones de AMLO, que, en ratos sintiéndose el “Chupermán” de los países del tercer mundo, con los obvios aplausos y porras de sus “favoritos”: los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua; se metió hablando de personajes ecuatorianos involucrados en procesos electorales. El señor López, se exalta y encabrita cuando algún extranjero opina sobre lo que sucede dentro de nuestra nación, grita violaciones a la soberanía y que se meten donde no les importa, pero lo de él, es distinto, López es el dueño del pandero y puede hacer o deshacer a su antojo. 


Lo peor, es que, otro de los graves pendientes que va a dejar el macuspano cuando abandone el poder, es la materia de política exterior y el servicio diplomático mexicano, que alguna vez tuvo un gran prestigio y que ahora, AMLO, en su necedad —una más— de encerrarse en su burbuja y en su aldea minúscula, deja esa imagen, ante la comunidad internacional, por los suelos. 


Un ejemplo claro es esto del asilo político que en el pasado dieron nombre y honor a la República Mexicana, ya que aquí se exiliaron valiosos personajes que vinieron a integrarse a la identidad del país, como fueron los artistas, literatos y científicos españoles que huían del fascismo del asesino Francisco Franco, entre otros: el historiador Pedro Bosch Gimpera, el oftalmólogo Manuel Márquez Rodríguez; el poeta y diplomático Enrique Díez-Canedo, Joaquín Xirau, pedagogo; el filósofo José Gaos; el economista Antonio Sacristán, los escritores Max Aub y León Felipe, entre otros muchos. Inolvidables los Niños de Morelia. Esa tradición de dar asilo a gente de calidad como Tina Modotti, la genial fotógrafa; o bien Remedios Varo, en la plástica; el ruso político-intelectual enemigo acérrimo de Stalin, León Trotsky, asesinado en Coyoacán y hasta Fidel Castro que por estos rumbos inició el asalto a la isla. Sin olvidar a la familia del también masacrado Salvador Allende, presidente de Chile.

México no debe dar asilo a rufianes, a ladrones o gente del crimen organizado. Pero lo dicho, eso no es justificación para lo que hizo el gobierno ecuatoriano.

 


 DE DULCE: El culto a la personalidad no es de hoy, ni se inauguró con López Obrador, ha existido desde el momento mismo en que apareció el primer gobernante. En los tiempos modernos han existido verdaderas y hasta criminales aberraciones de elevar a dimensiones casi religiosas o sagradas las figuras de líderes carismáticos o no, en la sociedad o la política, entre otros: Hitler, Stalin y todos los mandamases soviéticos, incluyendo al loco Putin de hoy; Mao, Mussolini, Ceausescu y Fidel Castro. La lista es larga y se remonta al más lejano pasado como el de los faraones, que eran catalogados como dioses, y luego los emperadores romanos, los hueytlatoanis mexicas, como nuestro Moctezuma, al que ni siquiera se le podía ver a los ojos. 


Decía, con mucha razón, la filósofa alemana Hannah Arendt lo siguiente: “El sujeto ideal para un gobierno totalitario no es el nazi convencido, ni el comunista convencido, sino el individuo para quien la distinción entre hechos y ficción, y la distinción entre lo verdadero y lo falso, han dejado de existir”. Y este mal, lo venimos padeciendo en este pobre país llamado México.

En la tierra del nopal y la tuna, siempre se ha dado con profusión, la lambisconería y lamerle los zapatos al poderoso, principalmente al presidente de la república. Recuerden aquello de: “—¿qué hora es? —la que usted diga señor presidente”. Se ha llegado a los extremos, como cuando un lambiscón decidió que sería bueno sepultar la pierna del presidente Antonio López de Santa Anna, que perdió en batalla, con honores militares y en un sepulcro digno y oneroso.


Un par de siglos después, siguen lamiéndole las botas al dueño de palacio nacional: desde un impresentable Lord Molécula hasta una inexplicable Layda Sansores. La última de un conocido lacayo nuestro, el dilecto gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, quien expresó sin empacho que: “las obras realizadas por la 4T, van a quedar para la perpetuidad y son equiparables a las realizadas por las culturas griegas y romanas” … ¡Atención maestros de escuela, hay que meter entre las siete maravillas del mundo a la farmaciototota o al tren maya!

 

 DE MANTECA: El ameno escritor sobre la revolución mexicana, José Ramos, cuenta una anécdota sobre un tal General Quintanilla y aquí la reproduzco.

El general Quintanilla hace poco más de un año era jefe de la importante plaza de Toluca, Capital del Estado de México. Allí mandaba y dueño era de vidas y haciendas cuando le comunicaron que, en El Oro, importante mineral que se encuentra a unas horas de Toluca, estaban los carrancistas. Ordenó el general Quintanilla que sus huestes se alistaran para la lucha. Los cañones Saint Chaumont de que estaba provista su fuerza y que no servían sino para disparar cartuchos de salva, pues no conocían los zapatistas su manejo ni tenían proyectiles, se embarcaron y avanzó a recuperar la ciudad ocupada por los carrancistas.

Frente a la población, antes de estar a tiro, reunió a sus soldados y les lanzó una arenga en estos o parecidos términos: —Muchachos: estamos en las afueras de El Oro y vamos a ocuparlo a sangre y «juego». Ya saben ustedes que en El Oro hay mucha plata y que las minas las vamos a trabajar nosotros para hacernos fondos para la revolución y mandarle dinero a mi general Zapata. Háganse leones muchachos, háganse leones. Es lo que pide su general. Háganse leones y... ¡adentro...!

Los soldados al escuchar esta arenga avanzaron; pero a unos cuantos metros empezaron a recibir el fuego del enemigo. El general Quintanilla se volvió a su asistente y le dijo: —Vamos a ver, muchacho; no nos engañen las apreciaciones distantes; dame los «brújulos» (así llamaba el general a los gemelos magníficos que su asistente había adquirido en la toma de cualquier plaza o ciudad). Provisto de los anteojos de campaña, el general Quintanilla se detuvo a observar. Sus hombres lo observaban deseosos de que él les explicara a qué se debía que los recibieran a tiros. 

Después de unos diez minutos de estar observando el general creyó que la marca que tenían los anteojos en el aro que sostiene los cristales, era un apunte del número de hombres que estaban posesionados de la plaza. Alarmado, pues la marca era 14 007, se volvió a sus hombres y al tiempo que se lanzaba en veloz carrera para ausentarse del peligro, exclamó: —Muchachos: son catorce mil siete los carranclanes; lo acabo de descubrir con mis «brújulos». ¡Vámonos... vuélvanse liebres...!

Así como esta anécdota revolucionaria del atribulado General Quintanilla, se me figura la campaña de Xóchitl Gálvez, llena de errores, dichos desafortunados, regadas de tepache mayúsculas y en general una ñoñez que pesará el próximo 2 de junio. Ahora, su peor enemigo es el tiempo, pues a tan solo siete semanas, se ve muy difícil que esto levante y que ella salga de su espanto y pánico escénico. Veremos.

 


martes, 9 de abril de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Dos hechos extraordinarios se dieron en esta semana que recién transcurrió. Uno me sorprendió y el otro lo aplaudí. El que me sorprendió —y gratamente— es que Claudia Sheinbaum, por primera vez, en los años que llevan de campaña —sí, dije años— contradijo a su creador Andrés Manuel López Obrador, al decir que: “en materia de corrupción, aunque AMLO es un presidente muy honesto —así lo catalogo—, hay aún pendientes”. ¡Waooo! ¿No le irán a quitar la candidatura por andarse saliendo del huacal? 


Pero no nos confundamos, ese decir de la representante de Morena y partidos rémora que lo acompañan, no es, de ninguna manera “el veo un México con hambre y sed de justicia” del asesinado Luis Donaldo Colosio. Sin embargo, a mi parecer, pudiera ser la primera señal de una hoy candidata, que manifiesta su velado deseo de ser independiente, tarde o temprano.

Otro hecho extraordinario y digno de vítores y aplausos, es el mensaje de la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador, quien salió a defender al hijo de Xóchitl Gálvez, y condenó que, por razones políticas, la guerra sucia —en este caso asquerosa— se metan con la familia, como vienen haciendo los seguidores y coordinadores de la campaña de la Dra. Sheinbaum y expresó: “Un favor a los políticos en campaña y a sus equipos: jueguen limpio. Quizá es mucho pedir. Pero, como mexicana, rechazo que los familiares sigan siendo ‘daños colaterales’”.

Recuerdo hace años, cuando me invitaron a participar en la campaña para presidente municipal de un personaje, hoy encumbrado a nivel estatal, que nos llegó un manual que enviaba la dirigencia del PRI, para buscar en los opositores, elementos que pudieran ser utilizados en su contra: denuncias de cualquier cosa, robos y malos manejos económicos, escándalos sexuales, amantes y hasta el pedacito de plastilina que quizá se “robó” del kínder, con tal de dañar la imagen y su candidatura. Yo les dije, muchas gracias por la invitación, pero a esto no me presto. 

Aplaudo entonces a la esposa del presidente, que además como madre, sabe de qué se trata esta cochinada que es la grilla, pues ya su hijo, ha sido agraviado para dañar la imagen de López Obrador. Esto habla muy bien, de una mujer brillante que ha estado un poco —o un mucho— a la sombra de su ególatra marido.

 


DE DULCE: Una de las grandes desgracias que tenemos los mexicanos son las obras “que tienen a bien” realizar nuestros gobernantes. Cuando no nos roban e inflan hasta el cielo los presupuestos para dichas construcciones, inventan empresas fantasmas o, como ha hecho AMLO, el campeón contra la corrupción, es no licitar las obras y ofrecer adjudicaciones directas a los compas y cuates del barrio. 


No es difícil hallar obras que ya se pagaron, pero nunca se hicieron como dicen que sucedió con el hoy candidato nayarita a senador Nacho Flores, quien hasta huyó del estado, luego de ser presidente municipal de La Yesca, y quien sin rubor y ningún empacho, quiere seguir mamando y dando de topes a la rica y generosa ubre presupuestal que tanto le ha dado y lo vemos muy orondo y lirondo haciendo campaña como si fuera el adalid de la honestidad y el non plus ultra de la ética. Así la impunidad en el país, donde según el presidente de la república, ya no existe la corrupción.


Acabo de hacer un viaje al hermosísimo pueblo de Puerto Vallarta y para evitar la mortal y llena de curvas carretera 200 entre Tepic y ese bello y tradicional lugar, opté por tomar la nueva y costosa autopista, que, si bien es una maravilla que nos ahorra tiempo y dificultades, también es un ejemplo de lo que no se debe hacer. 

Desde Vallarta hasta Compostela no hay un baño digno en las casetas de cobro y como en la ruta no hay gasolineras, pues a apretar los dientes o de plano hacer una peligrosa "parada técnica" para cortar margaritas en despoblado. Uno como varón, no tiene problema, pero las damas es otro boleto. Fue hasta la caseta llamada Amado Nervo, donde abrieron un baño mal hecho, o a medias o mal diseñado o todo junto, ya que solo eran dos espacios “unisex”, entraban damas y caballeros por igual, con un excusado cada uno, que lo mismo usan hombres que mujeres y, por supuesto, la fila era larguísima donde todos nos quejamos del mal servicio, a pesar de lo carísimo que es transitar por estas vías. Pero luego presumen las obras como de primer mundo. Yo a los autores de estos desaguisados les mando los cinco sonoros y conocidos trompetazos: ¡TA-TA-TA-TA-TA!

 


DE MANTECA: En la historia nacional, como en todo en la vida, existen chismes y mitotes, que, como todo cotilleo, son igual de sabrosos que el de los vecinos o los compas de la chamba, pero son poco conocidos…uno de ellos es el de la apreciable señora María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón de Domínguez, conocida como Josefa Ortiz de Domínguez, esposa del pomposo corregidor de Querétaro Don Miguel Ramón Sebastián Domínguez Alemán.


JOSEFA Y MIGUEL DOMÍNGUEZ

Doña Josefa, ha pasado a la historia como uno de los personajes principales del inicio de la guerra de independencia. Ella nació con ascendencia mulata, por lo que sufrió discriminación, sobre todo porque era hija natural de la una dama mulata y de un militar español de la nobleza hispana, sin embargo, la futura Doña Josefa era criolla, es decir, los hijos de españoles que ya nacieron en México.

Josefita —como la conocíamos por aquellas moneditas de cinco centavos— quedó huérfana a muy temprana edad y, la recogieron y prácticamente la encerraron en el Colegio de las Vizcaínas en la ciudad de México, donde la conoció Don Miguel, en una visita que hizo a ese lugar con otros miembros distinguidos de la ciudad. Al ver, a Josefa, se enamoró de ella y hasta pidió permiso para visitarla, iniciando una irregular relación porque Miguelito, ¡Válgame la Virgen! era casado. 

Pero como dicen por ahí: “gracias a Dios enviudó” y se le metió la idea de casarse con Josefa, de la cual alguien opinó que era: "Viva de ingenio, gentil de maneras, verbosa de palabra, nutrida de entendimiento, ágil de imaginación, resuelta de carácter y enamorada apasionadamente de los ideales que podían hacer la gloria de México”, doña Josefa Ortiz Domínguez, decían, tenía una personalidad fuerte y majestuosa. No como la de las emperatrices –aseguraban— sino como la de las “matronas romanas”, las “auténticas señoras de su hogar”.

Este hecho fue un gran escándalo en la mojigata sociedad hispana de la época, por lo que, para acallar los mitotes y no herir la moral y las buenas costumbres, el virrey Félix Berenguer de Marquina, nombró a Miguel, corregidor de Querétaro para mantenerlo lejos de la ciudad y del escarnio popular. El Sr. Domínguez era doce años más grande que Josefa.


JOSEFA E IGNACIO ALLENDE

Como los criollos siempre fueron considerados ciudadanos de segunda, Josefa simpatizó con el movimiento independentista y hasta logró convencer a su esposo —como corregidor, funcionario de la corona española— de unirse a la causa y conspirar contra los europeos. A regañadientes, aceptó en medio de mucho riesgo y temor. La conjura se descubrió, ella, con muchos trabajos mandó a un propio a prevenir al cura de Dolores, Miguel Hidalgo, quien acompañado de Ignacio Allende, iniciaron la guerra de independencia y lo demás es historia.  Parte del chisme es que Josefa y Miguel tuvieron 14 hijos, y se dice, cosa que nadie ha probado, por eso esto cae en el terreno de los mitotes, es que ella tuvo amoríos con el insurgente Ignacio Allende y hasta dicen las malas lenguas que uno de esos 14 chilpayates era de este militar, hoy héroe nacional. ¡Qué cosas!