Por: Rocío López Medina
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Hace algún tiempo eliminé mi cuenta en Facebook, las razones fueron algunas personales y otras también, el hecho es que hace 15 días navegué en el mar de fotografías de esa red social descubriendo algunas muy buenas, el autor es un ‘pequeño’ a quien conocí cuando él tenía 5 años en las sesiones de catecismo, ese niño ahora un joven talentoso con el lente de la cámara se llama Marcos Valenzuela.
Una de sus fotos me puso a pensar en lo kitsch y me evocó las dinámicas y prácticas sociales en Acaponeta. El título de este escrito responde a una idea que está en mi cabeza desde hace algunos meses, esta duda tiene que ver con saber si la situación en la que se nace, los elementos con los que se convive y la forma en la que fuimos condicionados para apreciar la vida y observar el mundo determinan nuestras acciones en el transcurso de la propia historia.
Es decir, si hay algo que pueda llamarse la esencia del “acaponetilla”, si es que existen elementos que nos identifican en el mundo, pero no sólo eso, me gustaría saber si esos elementos nos condicionan al grado de convertirse en nuestros más grandes obstáculos, me refiero a saber si es-tamos sujetos y determinados por el molde de nuestra sociedad.