lunes, 27 de noviembre de 2023

HISTORIA DEL FESTIVAL CULTURAL DE NAYARIT EN ACAPONETA Y SU FUTURO

 


POSTER DEL PRIMER FESTIVAL CULTURAL

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

 Es el festival cultural más antiguo de Nayarit. Fundado en 1974 por hombres acaponetenses preocupados por hacer valer la pesada loza de “Atenas nayarita” que nos endilgó el entonces candidato a la presidencia de la república Adolfo López Mateos.


LIC. ADOLFO LÓPEZ MATEOS


Todo surge de manera curiosa ya que tres amigos: el Prof. Rafael Ambríz Toledo, quien tenía la fuerte intención de revivir los propositivos años cuando la masonería en Acaponeta, manifestaba fuerte relevancia y al cual pertenecieron prohombres que siempre se preocuparon por el progreso y bienestar del municipio, sobre todo entre los años de 1910 a 1950. Así pues, este profesor Ambríz, convocó a dos amigos de él: otro profesor, docente de la secundaria federal “Leyes de Reforma”, Camilo Contreras Cantabrana y el catedrático de la escuela preparatoria número 3 de la entonces Universidad de Nayarit, Lic. Juan José de Haro Reyna, también entusiastas y proactivos a conformar un grupo masón en la región. Entre los tres emplazaron a la sociedad acaponetense interesada, con nula respuesta de la población, ya que el día de la sesión programada, nadie se presentó y ellos se quedaron, como se dice coloquialmente, con un “palmo de narices”.


            No decepcionados por ese desaire, decidieron “cambiar de giro” y, haciendo caso a Joselillo Chávez Rodríguez, dueño del restaurante “La Fuente”, lugar de la reunión, quien les había pronosticado sonoro fracaso con lo de la masonería, les propuso que mejor conformaran un grupo promotor de la cultura. De esta manera, los tres amigos, convocaron a una nueva reunión, pero ahora a personas interesadas en la cultura: artistas, promotores culturales, amigos del arte, etc., y en esta ocasión, la población interesada, sí asistió en buen número al encuentro. Por mencionar a algunos de estos, enlisto a los que conformarían un “Comité organizador”, fueron: Oriol Soto Ahumada, Héctor Algarín González, Arcelia Tortolero Estrada, Concepción Espinosa de la Peña, el propio José Chávez Rodríguez, Héctor Velázquez, Pablo de los Ríos, y el escritor Héctor Gamboa Quintero, entre otros.

Por supuesto se conformó un comité donde figuraron los tres amigos que anhelaban el mencionado grupo masón, y quedó en una asociación cultural que pasó a llamarse “Ateneo Cultural Acaponetense”, siendo su presidente el Lic. Juan de Haro Reyna.


GUILLERMO LLANOS DELGADO

    Abro un paréntesis para hacer mención de una persona, que también asistió en esta primera sesión y que con el tiempo se convertiría en motor y promotor entusiasta, no solo del grupo del Ateneo, sino de los primeros festivales culturales, me refiero a Guillermo “Memo” Llanos Delgado, poeta, periodista e incansable promotor de la actividad cultural y de la imagen y reputación de su amada Acaponeta.

Es necesario hacer mención que, en el Acaponeta de esos años, no se contaba con una casa de la cultura, tampoco un teatro, no había auditorio y la biblioteca era muy pobre e incipiente, lo que preocupaba enormemente a un promotor cultural nato como fue Memo Llanos.

Escribió Memo Llanos en un periódico local sobre el tema cultural:

La cultura forma parte y trata de acelerar un proceso revolucionario dadas las condiciones actuales de un México subdesarrollado, aunque otros traten de decir lo contrario. Quien ha dicho que el público de una ciudad pequeña de la provincia no sabe escuchar sinfónica, ni poesía coral, ni conciertos de piano, ni conferencistas, ni ver teatro Está equivocado. Nos parece que este es el momento de que el INBA, por ejemplo, debe volver sus ojos hacia estos pueblos de México tan olvidados por las instituciones oficiales que manejan las cosas culturales. Sostenemos esta posición y nos podemos enfrentar a estos señores que se han constituido en los amos de la cultura oficial.

Es indudable que, gracias a la participación, compromiso y amor al terruño, de este promotor cultural y los que formaban parte del mencionado Ateneo, el primer Festival Cultural de Nayarit en Acaponeta, como se le llamó, hoy “Alí Chumacero”, comenzó desde arriba y a un nivel inusitado, no solo por ser el primero, sino por su trascendencia y lo que significó para este pueblo de la costa noroccidental del Pacífico. Su servidor, viviendo en la Ciudad de México en aquellos años, fue testigo de que pendones colgados en algunos postes de la famosa y bella avenida de Paseo de la Reforma, anunciaban y promovían ese evento.

Esa primera fiesta de la cultura, recibió el apoyo de la esposa del gobernador Roberto Gómez Reyes y de su esposa Doña Flavia Flores, la cual estuvo presente en la inauguración del festival y, poco antes, en lo que llamaron “el kilómetro del libro”, con los cuales dieron nutrido acervo a la biblioteca pública “Benito Juárez”, donde además había una exposición pictórica. Hubo un “Café de Arte” y develaron un mural del artista José Meza Velázquez, en la escuela “Ignacio Zaragoza”, que aún existe hoy, en lo que actualmente es la Casa de la Cultura “Alí Chumacero”. En este primer día de fiesta, 20 de noviembre de 1974, arrancó también un torneo de ajedrez; otras dos muestras de pintura de los artistas José Luis Soto y un incipiente joven llamado Ramón Medina, hoy un artista reconocido internacionalmente con el nombre de Vladimir Cora, así como una muestra fotográfica de imágenes premiadas. 


    Uno de los principales atractivos de ese novel festival, fue la coronación de una reina, cuidadosamente elegida, correspondiendo el honor de ser la primera a la señorita Blanca María Luisa Díaz Tejeda, quien cinco años más tarde se coronaría como Señorita México 1979 en aquel afamado concurso de belleza, representando a la nación en el certamen Miss Universo. Por cierto, que el maestro de ceremonias en la coronación fue el Sr. Julio Mondragón, reconocido catedrático de la Universidad Autónoma de Nayarit, y ex líder de la federación de estudiantes.


    Un tema importante del festival es que gira alrededor de unos juegos florales, que originalmente llevaron el nombre de “Premio Nayarit de Poesía”, y que ahora, a iniciativa de su servidor, lleva el nombre de “Premio de Poesía Guillermo Llanos Delgado”, siendo el primer ganador el poeta Carlos Ortega Guerrero, hoy autor de varios libros y quien fuera posteriormente Director del Centro Cultural de México, el cual recibió en aquel recordado momento la cantidad de 10 mil pesos, que no era una suma despreciable, donada por el reconocido publicista Eulalio Ferrer, mecenas de este festival. 


    El jurado fue integrado por los reconocidos poetas Elías Nandino y Adalberto Navarro Sánchez, así como el Sr. Víctor Hugo Lomelí. Hubo canto en la voz y guitarra de quien suponemos era un argentino llamado Luis Ignacio, así como un tiempo para los artistas locales como el “Cuarteto Alduenda”, con piano, chelo y dos violines. Y actividades sueltas como la estudiantina de la Uni-Nay, sonando fuerte en el kiosco; un puesto de libros en la plaza, para rematar tan especial jornada con un baile organizado por la Asociación de Charros, donde el Lic. Alonso Romero, coronó otra reina Sandra I, de la que no tenemos más datos.


POETA ELÍAS NANDINO

    En ese inicial festival hubo también cine con películas proporcionadas por el INAH, que también facilitó carteles originales de películas de arte para su exposición. Y como platillo fuerte la voz bravía de la cantante nayarita de ranchero Rosenda Bernal, quien ante el tumulto que se formó para estar cerca de la artista, tuvo que ser escoltada por fuerzas federales hasta el lugar de su primera presentación, que fue el kiosco, enseguida en la escuela “Zaragoza” y luego en un desfile de modas que se llevó a cabo en los jardines de “Molinos Azteca”. Elías Nandino, el vate de Cocula, Jalisco, dio una conferencia sobre la obra del poeta acaponetense Alí Chumacero.


    Teatro también hubo con la obra “Popol Vuh”, de la compañía teatral de la Conasupo. Concierto de piano con tres aventajadas estudiantes de la academia de Agapita Jordán: Lupita Sánchez Rendón, Micaela Barrón y Yolanda Alduenda, culminando con un homenaje a su preceptora patrocinado por el gobierno de Nayarit y Tabacos Mexicanos. El Lic. Juan Alonso Romero, dio una conferencia sobre los medios de comunicación; y hasta un encuentro de poetas de Nayarit, Sonora, Sinaloa y Jalisco. Se montó un bar patrocinado por la Casa Viejo Vergel.


MÚSICO LUÍS XIMÉNEZ CABALLERO

    No faltó la música clásica con la orquesta de cámara de Luís Ximénez Caballero, que montó obras de Moncayo, Tartini y Mozart, en el templo de la Asunción. Vino gente de la biblioteca de Ciudad Obregón y de ahí mismo el Grupo Cultural Siglo XX con poesía, pantomima y canciones. Danza folclórica con un grupo dancístico de Mazatlán. Otro sarao, ahora del Club de Leones, con el reconocido Baile Anual de Embajadoras. El rector de la Universidad de Nayarit, Ricardo Vidal Manzo, disertó sobre la Educación Superior en la universidad.

Por supuesto, se le dio amplia difusión y espacio a los artistas locales que mostraron su talento y ganas de figurar.

Estoy cierto que algunos caros lectores de este texto me dirán que es fue y sigue siendo festival muy sencillo y sin mucho atractivo, y sí, no se puede negar eso, seguramente se llevó a cabo con muy bajo presupuesto y fue más la gestión solicitando apoyos que lo que pudieron aportar los organizadores y el ayuntamiento. Pero lo hicieron con mucho años y cariño por Acaponeta. Por supuesto que no podemos mirar con ojos del 2023, lo que sucedió hace 49 años. Sé que el Festival Cultural de Nayarit en Acaponeta, está a años luz de un Festival Cervantino o algunos otros famosos o ferias dentro de la república, y tendrán razón: sin embargo, eso no es lo importante para la población de Acaponeta, porque, siendo un pueblo pequeño que, si bien económicamente no aporta nada al estado de Nayarit, y lejos de aumentar su población la disminuye, continúa siendo una localidad interesada en producir, distribuir y consumir significados, que finalmente eso es cultura y, a lo largo de esos 49 años y 29 ediciones que se han realizado han brindado ya sus frutos. 


Hoy Acaponeta, tiene una bella casa de la cultura, un teatro de muy buen nivel, un auditorio municipal, varios pequeños pero funcionales auditorios y aún se nota que esta ciudad gusta de la cultura que nos llegó del norte por ferrocarril y que le dio a Acaponeta los motes de “Atenas de Nayarit”, “Ciudad de los Pianos”, “Capital Cultural del Estado”, etc.

Siendo autocríticos, nos ha faltado a los acaponetenses involucrarnos más en la organización y el entendimiento de lo que hace falta para la realización de un festival cultural anual. Es necesario que juntos, autoridades municipales, legisladores locales, grupos organizados y ciudadanía en general nos aboquemos a que el festival cultural quede inserto en la ley de egresos del municipio, con una partida atractiva, que resulte suficiente para construir un programa atrayente, completo, lúdico y educativo, porque hay ocasiones en que apenas se destinan 20 mil pesos para la realización de esta fiesta que a todas luces es insuficiente, y, por el contrario, en años anteriores se han logrado gestionar recursos que han logrado traer a nuestro terruño a personajes como Tania Libertad, Fernando de la Mora, José Luis Cuevas, Manuel Felguérez, Betsy Pecanins, Sonia Amelio, Raúl Anguiano, Sebastián,  Guadalupe Pineda, Alma Muriel, Armando Fuentes Aguirre “Catón” y grandes grupos musicales, o compañías de teatro, talleristas, espectáculos para niños, animadores callejeros, conferencistas notables, poetas reconocidos, etc., de todo el país.

Cierro con otra aportación de Memo Llanos:

El primer Festival Cultura de Nayarit, celebrado en Acaponeta, ha terminado. Cabe ahora hacer muchas preguntas:

Aparte de llevar al pueblo, a la masa, diversión y a que algunas gentes, por primera vez estuvieran en una exposición de pintura, de fotografía, escucharan música clásica, recitales de poesía, etc., etc., ¿ganamos algo más para Acaponeta?

Creemos haber despertado de un letargo, la gente vivió estos cinco días, se interesó, gozó. Pero, ¿esos grupos dominantes económica y culturalmente en el país como el INBA, se fijarán en lo que sucedió en Acaponeta? ¿Cosecharemos?

Acaponeta necesita un teatro y una casa de la cultura. El fa-bu-lo-so cartel que el Departamento de Turismo hizo para este festival, la programación, las grabaciones, las fotografías, pueden ser magníficas tarjetas de presentación.

Se reciben felicitaciones de todo el país, por telégrafo, por teléfono. El gobierno del estado debe institucionalizar por decreto este festival que SUCEDIÓ EN ACAPONETA”.