Por Héctor Algarín.
Quien no aprecia los placeres de la vida no los merece (Leonardo Da Vinci) si no me creen, pregunten a una mujer que piensa de dar a luz un hijo o al padre de tener un descendiente. Cuando hablamos de las diferencías de la educacíon de las sociedades mexicana y la estadounidense, siempre ponderamos los valores, tradiciones, arraigo familiar, amor filial, paternal o maternal entre las familias méxicanas como algo de lo que carecen los vecinos del norte. Nos damos cuenta (mayormente por la TV y las películas gringas), de la manera en que los jóvenes se comportan con sus padres, del poco vínculo familiar que existe entre ellos, de cómo estos (los hijos), se van a una temprana edad del seno familiar. "El american way of life" en su maxima expresión. "A donde fueres, haz lo que vieres" nuestros jóvenes (y otros no tanto), que emigran a los EUA por lo que queramos (casi todos por chamba) y vuelven con nuevas formas de comportamiento y aquellos que se comportan así (o nos comportamos) es por tratar de copiar patrones de vida que pensamos van con nuestro estilo y esto se da mayormente, por la influencia de los medios o por lo que queramos....no se trata de satanizar a nadie... "Dime con quién andas y te diré quién eres"