Antes de comenzar este diálogo, queremos empezar, como lo hemos hecho en todos los diálogos, con unos versos, esta vez de María Rivera: “Allá vienen los descabezados,/ los mancos,/ los descuartizados,/ a los que les partieron el coxis,/ a los que les aplastaron la cabeza,/ los pequeñitos llorando […] Allá vienen/ los que duermen en edificios/ de tumbas clandestinas:/ vienen con los ojos vendados/ atadas las manos/ baleados entre las sienes/ […] Allí vienen/ los muertos tan solitos, tan mudos, tan nuestros,/ engarzados bajo el cielo del Anáhuac, [a reclamarnos]”.
EL (LA) RIVAL MÁS DÉBIL
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Por* Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO*
Si a los políticos (dentro y fuera de MORENA) le dieran la oportunidad de
escoger al adversario más cómodo para la gub...