1.-Ir por la tarde al otro lado de la vía para ver si te topas con “El Látigo Negro” Quien en ancas de un caballo, también negro,, asola a los vagos y cholos que osan deambular por esa zona. El Látigo Negro es la versión acaponetence del “Jinete sin Cabeza” de los gringos, sólo que el nuestro sale diario a chambear, no nomás en el día de “jalowin”
2.- Ir al río Acaponeta, y preguntar a los lugareños por el lugar donde fue encontrado el famosísimo “Sapo Gigante”. Con el tiempo se supo que tal sapo gigante no era otra cosa que un gran bulto de pertrechos que el ejército había abandonado en una margen del río, tal bulto estaba camuflado por una manta verde que lo hacía parecer un sapo enorme. Ahí duró el bulto como cuatro meses ya que nadie se atrevía a acercarse al “Sapo gigante” so pena de ser tragado cual mosca panteonera.
3.-Tener un encuentro cercano del tercer tipo en el “platillo volador” y no nos referimos a los que Steven Spilberg filma en sus películas de extraterrestres, nuestro platillo volador se encuentra en la zona roja, o de tolerancia como dicen las autoridades para referirse a la zona donde se periten los encuentros cercanos del tercer tipo, los de más cerquita cerquitita…
4.- Ir al río a bañarse debajo del puente amarillo, que ni es puente ni es amarillo, es un paso superior para el ferrocarril y está pintado de naranja fosforiloco, pero ¡aguas! No olvide preguntar a los lugareños por las zonas donde no se debe de meter uno a bañar, ya que en esos lugares está el nunca-visto “Chan del Agua” un ser que te jala las patas hasta que te ahoga y que ya ha cobrado muchas víctimas en Acaponeta.
5.-Comer un platillo exótico en los muchos puestos de tacos de puerquito tatemado que más que puerquitos son enormes cerdos de monte, jabalíes salvajes de largos hocicos, ojos rasgados como de lobo estepario, dientes de sable y pelos rojos erizados en el enorme lomo. Desde hace años que en el rastro municipal no se sacrifican cerditos, puerquitos de esos de antes, chatos y rocitas. No los deje de ver, ni de probar, luego los ponen al dos por uno los domingos.
6.- Cenar unas deliciosas gorditas con pollo, las mejores de Acaponeta, en el famosísimo establecimiento “El Comal Mágico” se llama así por qué todo lo que de él sale, sale bien sabroso. Este lugar es la parada obligatoria, al final de la jornada, de todos los políticos de Tepic que vienen a hacer campaña hasta Acaponeta Sinaloa, como ellos dicen. Nomás abre de noche, de día nadie lo ha podido encontrar.
7.-Visitar una de las chorrocientas cantinas que han hecho tan famoso a Acaponeta, desde las que se encuentran en el corredor industrial Acaponeta-San José de Gracia, pasando por las del centro, hasta las que se hallan por la salida a Huajicori. En todas ellas podrá degustar ricas botanas gratis y las pócimas y venenos de su elección. Los nombres más famosos son: “El Gato Negro” versión acaponetence de aquella muy conocida en Paris Francia como “Le Chat Noir”, y así tenemos también: Los Dos Plebes, El Centenario, La Revancha, El Túnel, Salón Sevilla, La Palapa, La Huerta, El Salivazo, El Comején, El Taller, Etc.
8.- Para el rumbo de las viviendas que se encuentran por el Estadio Municipal, preguntar por la casa donde fue exhibido el cadáver del ser que en vida fue conocido como “El Chupa Cabras” quien después de ser tan famoso y haber sobrevivido a su caza en EEUU y Centroamérica, fue abatido por una parvada de chiquillos que lo hallaron cuando estaba a punto de dar cuenta de varios chivos que por ahí deambulan. Mira adonde vino a acabar -decía la gente.
9.- Probar un licuado o un jugo con la PALY, ahi en el Mercado Corona, son de rechupete, te tomas uno y con eso tienes para chambear todo el día, son supervitaminados, luego un tamal de con DOÑA CHAYO, son los más buenos, y de paso enterarte de todo lo que acontece, contado por su protagonista "El CACHIRAS" quien nunca se quita los lentes negros. Ah y no olvide comprar birote de con elpanadero de LA UNICA para la capirotada, estos birotes ya traen todo, nomás le hecha lo demás. (ver fotos)
Continuará…