Por: Juan José Rodríguez Tejeda
Y con ellas los acarreos,
las camionetas del ejido se verán repletas de gente del pueblo. Las trocas de
redilas de personas que trabajan en el corte de caña, en la pizca del chile, del
jitomate (aunque vengan de otros
estados), porque el patrón les dijo que les iba a pagar el día.