Por: Néstor Chávez Gradilla. Cronista Municipal
En diciembre de 1998, causó gran asombro en la
ciudad de Mazatlán la noticia de que, al estar realizando unos trabajos de la
obra pública en una de sus calles, se descubrieron varios túneles subterráneos
de los cuales se ignoraba su existencia. La prensa local publicó que esos
túneles estaban bien hechos con paredes de ladrillo sin enjarrar y techos
redondeados en forma de arco. Los túneles tenían alrededor de 2 metros de ancho
por dos de altura, y que, a causa del reblandecimiento por la excesiva humedad
ya presentaban hundimientos, por lo que era difícil y peligroso arriesgarse a
explorarlos.