sábado, 30 de septiembre de 2023

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: No cabe duda que un pueblo educado, instruido, culto y que gusta de la lectura, se convierte en pueblo peligroso, porque adquiere una capacidad de razonamiento y de crítica que en nada favorece a ningún gobierno, por eso el nivel educativo nacional es desastroso, desde hace décadas, y las políticas educativas oficiales resultan incomprensibles.

La idea aquella que viene desde el siglo XIX de que la iglesia fue el gran ente educativo de la nación, es un fenomenal mito. A la llegada de Agustín de Iturbide con el ejército Trigarante a la capital del país, el 98% de la población del naciente país independiente era analfabeta, y se entiende porque la iglesia desde siempre ha querido tener comiendo de su mano a un pueblo inculto y crédulo. 


AGUSTÍN DE ITURBIDE Y EL EJÉRCITO TRIGARANTE ENTRANDO A LA CIUDAD DE MÉXICO

Pero muchos años después, 89 años para ser exactos, al inicio de la revolución mexicana el analfabetismo estaba, más o menos, en esa misma línea por arriba del 90%, es decir, los gobiernos del México independiente no lograron reducir significativamente esa mal terrible que es no saber leer ni escribir o, dicho de otro modo, pensar. Aún hoy, a 202 años de la consumación de la independencia, existen en México lindo y querido la horripilante cifra de, aproximadamente 4.5 millones de personas analfabetas. ¡Terrible! Es claro que, a los gobiernos en turno, no importa el color o las siglas, poco o nada les importa la calidad educativa de la gente. Entre menos piense la población, entre menos cuestione, se queje o señale errores u omisiones, mejor, seguirán los mandamases en su zona de confort.



A ellos, los poderosos, los influyentes a los que manejan el dinero, no les importan los mexicanos y menos una educación que forme ciudadanos censores y analíticos; mantener la hegemonía de la clase dominante, pues no les interesa el desarrollo de las capacidades humanas en todos los campos del saber, ya que un pueblo instruido y bien educado sabe elegir a sus gobernantes y señala sus yerros. Saben bien que un pueblo mal educado e ignorante, carente de información, no sabe de dónde viene para poder mirar al futuro y guiar su camino. Por eso, México en la actualidad, con 71.52 puntos sobre 100 posibles ocupa la posición 68 en el mundo, sobre un total de 168 países. En los últimos dos años perdió dos posiciones con respecto a la anterior medición, según importantes investigadores sobre el tema.

 DE DULCE: Dice la escritora acaponetense Abigaíl Villalobos Quintero, que en Acaponeta todos somos parientes o lo vamos a ser. Esto que es una verdad de a kilo, me llega a la mente cuando veo que al Ayuntamiento llegan diariamente decenas de personas, principalmente a solicitar algo, algunas piden unas monedas para comer algo, otras medicina, muchas un viaje de grava o arena; un descuento en el OROMAPAS, un permiso para abrir un comercio, el apoyo para la pintura de la escuela, trabajo de lo que sea, recursos para el campo, el arreglo de un bache en tal calle o el foco de determinada lámpara de paso; un acta de nacimiento de gorra, permisos para construir o destruir, un permiso para vender bebidas embriagantes, entre otras muchas cosas que incluyen hasta que el primer edil interceda ante determinado profesor para que no repruebe a su vástago en la escuela o bien mil problemas legales que tienen todas las formas posibles. 


El presidente municipal en turno, tiene la obligación de atender a estas personas y no necesariamente está obligado a dar el “sí” a todos. Imposible, no se puede. Sin embargo, muchos de los que llegan hasta la casona de la calle Morelos, alegan cercanía con el mandatario municipal, desde ser un vecino de “hace muchos años”, o haberle cambiado los pañales cuando bebé; ser compañero de banca o generación en la escuela o bien pariente lejano en tal o cual grado, porque su tatarabuelita era prima segunda del cuñado del concuño de un tío que ya murió, pero que mucho los quiso.

Ser presidente municipal, debe ser, sin duda alguna, "una pega", marca diablo, sobre todo en municipios como el nuestro, donde nunca hay dinero o recursos suficientes. Por ello, en muchas ocasiones los ediles para quitarse el compromiso de encima dicen sí a lo que debieran decir no, por eso hay tantos depósitos de cerveza, permisos de construcción en el centro histórico, puestos ambulantes en prácticamente todas las esquinas, etc. 

Por supuesto los que salen con una respuesta positiva lo hacen hablando maravillas del gobernante, los que tienen la mala suerte de un “no”, se convierten en sus más acérrimos enemigos y de inmediato le buscan al primer ciudadano, amantes, “detallitos” sobre su preferencia sexual; cercanías con el narco, desavenencias con la propia familia, viejos errores, antiguas rencillas con fulano, venganzas y mil lindezas más que van desde el asesinato, hasta el abandono de hijos y el descuido de la familia. 


Sin duda es injusta la vida para un edil municipal, que en el inter debe resolver toda clase de conflictos, como personal basificado que políticamente es molesto, pleitos en comunidades por “quítame estas pajas”, la gestión de recursos que nunca existen o son muy pocos, proyectos al día, litigios entre el propio gabinete que en ocasiones es una olla de cangrejos impidiendo que alguno salga de la cubeta, celos de grillos voraces y depredadores, compromisos políticos o de partido y hasta por la falta de conitos en el garrafón de agua para beber en determinada oficina. Yo admiro a los presidentes municipales por eso; se necesita estómago para ciertas cosas que ahí se ven y no todos lo tenemos. Algo sí sé, tan seguro como Sócrates que expresó para la historia: “yo solo sé que no he cenado”; nunca voy a postularme para presidente municipal, lo juro por el osito Bimbo.


DE MANTECA:  Como sabemos, muy probablemente en el año 2024 tengamos ya en la presidencia de la república, por primera vez en México una mujer, una dama presidenta. Nunca jamás ha habido una persona del género femenino gobernando al país. Aunque hay que decir, que la historia de México sí registra a una mujer se hacía cargo de la administración de la patria. Esa mujer en cuestión fue María Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Gotha, es decir la desgraciada Emperatriz Carlota de México, quien gobernaba y lo hacía, según las crónicas, muy bien, cuando su marido, el veleidoso Emperador Maximiliano de Habsburgo, se iba a recorrer el país entero, ya que esta nación le encantó al emperador.


 Él estaba enamorado de México y se retiraba a recorrer el país y dejaba el gobierno encargado a su mujer, la infeliz Carlota. Hay que decir que esta fémina, nacida en Bélgica sí fue educada para gobernar y para administrar un territorio a diferencia de Don Max, cuya educación fue muy diferente a la de su hermano Francisco José, quien seguiría en el trono a la muerte de su padre el emperador de Austria.

El papá de Carlota, el rey Leopoldo I de Bélgica, efectivamente educó a su hija para gobernar un país o un reino. Carlota fue una mujer muy rica, de hecho, un Maximiliano totalmente arruinado se casó con ella, su objeto de su matrimonio fue por interés económico, ya que el austriaco estaba prácticamente en la quiebra. Carlota Amelia era tal vez la mujer más rica del mundo en ese momento y a Maximiliano, le cayó como anillo al dedo. 


El emperador de México, lo que hacía aparte de ir a recorrer el país para conocer sus bellezas naturales, puesto que Don Max, más que político era artista y científico. Viajaba mucho a Cuernavaca, hoy capital del estado de Morelos, precisamente al famoso jardín Borda, donde iba a cazar mariposas y donde se dice, que también tenía un amor secreto en la persona de Concepción Sedano, hija o esposa del jardinero. 


MAXIMILIANO Y SU NOVIA EN EL JARDÍN BORDA

Cuando su media naranja, la emperatriz, tomaba el gobierno todo mejoraba. Se dice que Carlota era una mujer muy exigente con todos los ministros de Maximiliano les exigía trabajo eficiente y resultados. Todos temían tratar con ella. Ojalá que ya sea Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, la primera mujer electa presidenta, sean como Carlota, que sí gobernó México, la única damita que lo ha hecho y que exijan a los miembros de su gabinete eficiencia, planeación y sobre todo honestidad y poca grilla. ¡Veremos!

 


domingo, 24 de septiembre de 2023

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Hace un par de días caminando por la plaza a donde acostumbro ir a tirar la polilla como me lo ordenan mis médicos, me preguntó una persona que iba transitando por el “cuadro principal” de la ciudad en compañía de su hijo: qué dónde estaban las gardenias. La pregunta así de sopetón, me agarró en curva y realmente pensé que me preguntaba por un restaurante o un hotel y le dije ingenuamente: ¿Qué le dijeron que era? Y él me respondió, con algo de mala leche: “me refiero a las flores de gardenia… ¿no es esta la ciudad de las gardenias?” Le respondí que sí era y que había “algunas por ahí” regadas, y hasta le narré la historia de por qué le dicen así a esta ciudad. Torciendo la boca y arrugando el ceño, el visitante se fue un tanto cuanto decepcionado de no ver gardenias en la ciudad de las gardenias. 


Dos de las 23 gardenias que existen en la plaza "Miguel Hidalgo"

Seguí mi caminata matutina y me puse a contar las plantas de gardenia que existen en las ocho jardineras de la plaza: en total 23 y solo se ubican en unas dos o tres de esas jardineras, en el resto no hay ninguna planta de estas, por cierto, originarias de China. Este ha sido desde siempre un tema recurrente y petición que siempre se hace a la autoridad, que se llene el pueblo de gardenias. Recuerdo algunos gobiernos municipales que, en efecto, intentaron colmar la ciudad de gardenias. Cuando existía un camellón en la calzada del panteón, plantaron decenas de plantitas de gardenia, pero desgraciadamente se las robaron. Ojalá que esos malos ciudadanos que gustan de destruir en lugar de edificar y participar en las buenas obras de la comunidad, hayan cuidado las plantas y aún las tengan, florecientes en los jardines o patios de sus casas y que cada vez que huelan tan rico aroma, se acuerden que son unos vulgares ladrones.


Para los que no saben por qué razón tiene Acaponeta ese mote, hay que ir al pasado cuando luego de la llegada del ferrocarril en 1910 a la entonces Villa de Acaponeta, la estación y sus andenes se convirtieron en un lugar obligado de visita y espacio común para la comunidad acaponetense, ya que ahí había todo tipo de vendimias y productos de todos lados de la geografía regional, entre ellos, unas canastitas con plantas de gardenia que se ofertaban en el interior de los vagones de pasajeros del tren, y que, por el fuerte aroma de la blanca flor, perfumaba el lugar. Así, con el tiempo la gente en los carros del ferrocarril decía, “ya vamos a llegar a la ciudad de las gardenias”, nombre que con el tiempo se le quedó. Sería bueno que, unidos, pueblo y gobierno iniciáramos una labor de plantar gardenias en parques, jardines, avenidas, áreas verdes, balcones y camellones, siempre vigilantes que los ladrones de siempre, no se las lleven a sus casas. ¿Cómo ven? Lo voy a proponer a la Junta Vecinal de Acaponeta A.C.


 DE DULCE: Con tristeza vemos el nivel y la calidad de debate que se ve y se oye en la cámara de diputados. Esos 500 dizque representantes de los mexicanos no son como esas aves que cruzan el pantano y no manchan su plumaje, “pior”, los diputados que padecemos y nos sangran criminalmente —salvo muy contadas excepciones— son aves que cruzan el pantano y manchan el pantano. El pasado miércoles, durante la comparecencia del secretario de hacienda, se armó la de Troya y los dilectos legisladores, siendo ellos avezados “parlamentarios” justamente no parlaron entre ellos, ahí se oyeron todo tipo de descalificaciones, desde mentadas de menta, hasta voces que le gritaba una a la otra, porque las “damas” son los que más se distinguieron en este pleito de verduleras, principalmente una chica “trans” que se ha vuelto popular por su boquita de carretonero: “perra”, “naca” y discriminando a una buena parte de la población trabajadora: una legisladora le espetó a la otra “sirvienta”, como si eso fuera un grave pecado o algo de qué avergonzarse.


El debate en el congreso debe existir por supuesto, que unos demuestren a sus pares que tienen sus propias ideologías, creencias y se ofrezcan alternativas de solución a favor de la patria, no de su partido o sus intereses personales. Cada diputado puede estar o no de acuerdo con lo que dice otro que no es de su mismo color político o tendencia filosófica. Las raíces de la palabra “debate” surgen de los vocablos discusión y controversia, pero hoy la llamada cámara baja, está más allá de esa condición de “baja”; literalmente está en el sótano de las inequidades y es una vergüenza convertida en un vil teatro de burlesque donde está bien que un merolico de mercado chafa, llegue con supuestos “marcianos” del Perú, que más semejan monigotes de papel maché echado a perder. La calidad de la diputada trans, quedó para la posteridad en una frase que habrá de adornar el Museo Nacional de los Horrores: “Yo soy la perra del presidente”. ¡Zas!



DE MANTECA:  Se ha hablado mucho de los candidatos, que hoy para tapar lo ilegal, llaman “coordinadores”, para ocupar la presidencia de la república, que han llegado a la etapa previa a las precampañas que inician en noviembre: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, en apretada contienda, esperando un tercer personaje que podría venir de Movimiento Ciudadano u otro aventado que quiere lanzarse aparte de cualquier partido político. Pero a nivel local, o sea, los prospectos que se han ido sumando en el imaginario colectivo de la población acaponetense no son pocos, pero casi no se habla de ellos. 


Comencemos por Morena, donde se mencionan al Ing. Francisco Piña Herrera, actual diputado local y que brincando de partido en partido ha obtenido buenos puestos como dos veces diputado local; regidor, dos veces director de obras públicas y siempre anda cerca de la cobija protectora de la grilla. La gente en la calle que todo sabe, dice que es uno de los favoritos del gobernador y que con eso la tiene segura. Santo Tomás dijo que un buey voló, como puede que sí, como puede que no. Una dama aparece como probable por ese mismo instituto político, Dora Cecilia Espinosa González, quien también se aprecia cercana al Dr. Navarro Quintero, aunque le veo pocas posibilidades porque no se le ve cercana al pueblo, al menos no como lo pudiera estar el Ing. Piña, algo lejano también, pero, como dije, siempre cerca de donde se mueve el abanico. El tercero en esta relación guinda es el propio presidente municipal Manuel Salcedo Osuna, que pudiera reelegirse, aunque yo pienso que va por algo más grande, digamos una diputación federal.

Es penoso ver en qué situación se encuentran los otrora partidazos que partían y repartían el queso: el PRI y el PAN local, totalmente apagados y casi inexistentes, y ni hablar del PRD, noqueado en la lona. Por el Revolucionario Institucional, destaca con brillo propio el dos veces regidor Guillermo Guzmán Jiménez, joven talentoso y de lo mejorcito que le queda a aquella máquina aplanadora que hoy tiene que rebajarse a hacer alianzas imposibles. De Acción Nacional, yo les preguntaría: ¿existe?

Una carta fuerte, pero ella del partido verde ecologista, es la Profesora María Helena Ornelas Domínguez, quien ha venido trabajando coordinadamente con su equipo de muchos jóvenes y ha ido ganando afectos y seguidores. Con experiencia en el área de la administración municipal dado que ya fue regidora y es la actual síndica municipal, se perfila como una de las favoritas de la opinión pública.

Otro regidor apuntado es el amigo Gaspar Tiznado Avilés, quien llegó a esa posición por el partido sutsemista de Águeda Galicia, “Levántate para Nayarit” que tuvo inusitado éxito, ya que el domingo 6 de junio de 2021, los resultados fueron satisfactorios para el poco tiempo que estuvieron trabajando al grado de ubicarse como la cuarta fuerza política de la entidad; colocando a varios regidores en la entidad.

Por Movimiento Ciudadano, hoy en manos del Ing. Javier López Bueno, se autodestapó Anuar Karim Abud Espinosa, y seguramente aparecerá dando su luchita el ex candidato por este partido Francisco Cantabrana Musick. Y ya asoman la cabeza algunos valientes independientes que van alzando la mano como Héctor Algarín Espinosa. No faltarán muchos con amplia trayectoria, que, aunque ya torearon al Miura de las elecciones o campañas pasadas, continúan vigentes, pero ya con el ánimo y la presencia en decadencia como el clan Arellano, que ya mueve una patita en forma de reuniones “con los amigos”.


Cómo sea, se vienen las campañas, llenas de descalificaciones, zancadillas, golpes bajos, fuego amigo, difamaciones, mitotes, pullas y sombrerazos. Todo ello, ricamente escanciado con reuniones numerosas, acarreados de a montón, desayunos y toda clase de promesas que algunos despistados que quieren fundamentar en dádivas baratas como gorras, camisetas, despensas, bolsas del mandado y millones de spots en los medios y miles de bardas pintarrajeadas dándole en la maraca a la imagen urbana. ¡Ufff, que dios nos coja confesados! Bueno nos agarre…

 


martes, 19 de septiembre de 2023

HISTORIA DE LA PREPARATORIA No. 3 DE ACAPONETA. (VIGÉSIMA PARTE)

 


C.D. GUSTAVO ARTURO CHÁVEZ FONSECA (Período como Director: 1986-1990)

             Nacido en Acaponeta el 29 de marzo de 1951, Gustavo Chávez Fonseca es un personaje sin igual en el municipio que lo vio nacer, ya que a lo largo de su vida se comprometió siempre en diversos campos del quehacer comunitario como son el ámbito educativo, siendo un pilar de la Escuela Preparatoria desde que fue estudiante en ella, además de ser uno de los más activos presidentes del comité estudiantil; posteriormente como profesor, secretario de la institución, luego director, delegado sindical, e incluso uno de los más fervientes promotores de la Preparatoria No. 15 de la U.A.N. en Puente de Camotlán en el municipio de La Yesca. Pero Gustavo Arturo también fue un notable político, llegando a ser Secretario General del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y años después Presidente del Comité Directivo Municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y alcanzó la posición de presidente municipal suplente por ese instituto político en el trienio de Don Miguel Aguiar Ruiz. Al mismo tiempo de ser por muchos años, uno de los más activos colaboradores laicos de la iglesia local. Esta es su semblanza:

            El ahora cirujano dentista Gustavo Chávez hizo su primaria en la escuela “Álvaro Obregón” en Huatabampo, Sonora y en esa misma población concluyó la secundaria en la escuela número 17 “Catalina Acosta de Bernal”. Incorporándose ya en Acaponeta, a la Preparatoria “Lic. Benito Juárez” perteneciente al Instituto de Ciencias y Letras de Nayarit, periodo que corrió de 1967 a 1969, siendo presidente del Comité de Estudiantes.

            Cuento aquí la anécdota que me refirió el propio Gustavo, que al egreso de esa generación, organizaron una fiesta para celebrar el hecho, en el Hotel Plaza de la ciudad de Acaponeta, alrededor de julio de 1969 y, Gustavo conocía y tenía relación con el diputado federal Salvador Díaz Coria, perteneciente al Partido Revolucionario Institucional e integrante de la XLVIII Legislatura, por lo que le pidió fuera el padrino de la generación, a lo que aceptó el político nayarita, prometiendo llevar algún regalo de esos que se estilan en este tipo de actos, y en este caso era un paquete de libros. Al comunicar el presidente del comité de estudiantes la respuesta positiva del legislador y la promesa de un presente, los muchachos le dijeron que aprovechara la buena disposición del personaje y le solicitara un anillo de graduación de oro para todos y cada uno de los miembros de esa generación, número que superaba la veintena de estudiantes. Preocupado y un tanto apenado, Gustavo Arturo así lo hizo, con tan buena suerte que el diputado federal aceptó y toda esa generación salió con un reluciente anillo de oro en sus dedos. Desgraciadamente el que le tocó a Gustavo, años más tarde se perdió durante un partido de voleibol en la playa.


EL JOVEN BACHILLER GUSTAVO CHÁVEZ, RECIBE SU ANILLO DE ORO

            A su egreso del nivel medio superior ingresa a la Escuela de Odontología de la recién creada Universidad de Nayarit, cursando la carrera de 1969 a 1974, haciendo posteriormente su servicio social en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de su ciudad natal; para dedicarse desde el año de 1975 a la fecha a la práctica profesional privada en un exitoso consultorio dental.


CEREMONIA DE GRADUACIÓN EN 1969.
EN LA FOTO, DE IZQUIERDA A DERECHA: GABRIEL NORIEGA LOZANO, UN JOVEN DE NOMBRE FÉLIX, ANICETO GÓMEZ, GUSTAVO CHÁVEZ FONSECA Y UN BACHILLER DE APELLIDOS ÁVILA MOLINA. LA PERSONA EN EL MICRÓFONO ES EL DIRECTOR DR. JOSÉ LUIS CHAN FLORES.
  

            En el servicio educativo, el Dr. Chávez Fonseca ha sido docente en la Escuela Secundaria por Cooperación “Dr. Julián Gascón Mercado” de la comunidad de Puga en la capital tepicense en el año de 1973 a 1974, ingresando en el mismo lapso a dar clases en la Preparatoria No. 1 de Tepic, para enseguida ser invitado a colaborar en la Preparatoria de Acaponeta en 1974 donde permaneció hasta el año de 2005 cuando se jubiló, impartiendo las asignaturas de Etimologías y Biología.

            En este plantel Gustavo Chávez, fue director interino a la inopinada e imprevista salida del Director Carlos Morales López en el espacio de noviembre de 1981 a febrero de 1982. Ya en el puesto de nuevo director, el Dr. Leobaldo López García, quien sucedió a Morales, el dentista Chávez Fonseca asumió el puesto de Secretario General del plantel, cargo que posteriormente sería sustituido por las subdirecciones académica, administrativa y de control escolar.


EL DR. GUSTAVO CHÁVEZ, RECIBIENDO UN RECONOCIMIENTO EN EL FESTEJO DE LOS 50 AÑOS DE LA PREPARATORIA, ENTREGA EL CRONISTA MUNICIPAL DON NÉSTOR CHÁVEZ GRADILLA.

            Finalmente, toca a Gustavo Arturo ser Director del plantel para el período 1986-1990, etapa difícil en la historia preparatoriana, de la cual, salió el cirujano dentista no solo adelante, sino que consiguió el reconocimiento de docentes, estudiantes y la sociedad acaponetense. Hay que hacer mención que también fue delegado sindical del SPAUAN entre los años 2003 y 2005, así como Secretario de la Academia de Biología de la Universidad Autónoma de Nayarit y primer coordinador del comité pro fundación de la Preparatoria No. 15 de la población de Puente de Camotlán del municipio de La Yesca.

            Sin duda su máximo logro como dirigente de la escuela, fue haber organizado la administración como el área académica, estructurar horarios y los dos turnos existentes, labor que incluso hasta el día de hoy, con sus obvias variantes, adecuaciones y evolución, se lleva a cabo en esos tres departamentos: académico, administrativo y control escolar.


            Ese poner orden en todos los espacios, motivó la separación del acto académico de egreso del baile que se hacía en el mismo momento, estableciendo en 1987 el primer acto en el Auditorio Municipal donde desde esa fecha* se continúa realizando, con la presencia en aquel primer momento del Rector Ing. Salvador Villaseñor Anguiano.

            Tocó a Gustavo Chávez el serio problema de la invasión de porros y traficantes de drogas, asunto al que de forma valiente y decidida hizo frente a pesar de las amenazas y atentados recibidos.


DR. RODOLFO GARCÍA PARDO
SUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO

Durante su gestión como Director de la Preparatoria, Chávez Fonseca llevó como subdirector académico al Lic. José Antonio Sánchez Valdivia y como subdirector administrativo al C.D. Rodolfo García Pardo, con un sueldo de 35 pesos cada uno de ellos, como compensación, siendo Rodolfo el primer subdirector de la Preparatoria.


LIC. ANTONIO SÁNCHEZ VALDIVIA
SUBDIRECTOR ACADÉMICO

            Como servidor público, Gustavo Chávez fue tesorero del Organismo de Agua Potable y Alcantarillado de Acaponeta, durante el gobierno municipal de Porfirio Vázquez Cosío (1984-1987) y además se le considera como el primer director de Protección Civil, circunstancia que se dio entre los años de 1993 y 1996 en el Ayuntamiento que presidió Salvador Toledo López. Además de coordinar los trabajos y acciones del Instituto Federal Electoral en el segundo distrito electoral que abarcaba los municipios de Acaponeta, Tecuala y Huajicori. Ya se hizo mención que su participación en la política fue importante llegando a ser Secretario General del PARM en Nayarit y tiempo después Presidente del CDM del PRI en Acaponeta.

            Habiendo, como siempre sucede, una penosa falta de recursos, tanto para la escuela Preparatoria, como para el partido político que dirigía, Gustavo muchas veces proveyó de dinero a ambas instituciones, lo que le dejaba la práctica dentista en su consultorio, parte lo dejaba tanto en el plantel como en la dirigencia del PRI, llegando a decir: “era como tener un hijo tonto en Harvard”. Es necesario mencionar, que no fue fácil su gestión, pues durante su periodo se registraron entre cuatro y cinco huelgas.

            Por un tiempo fue Secretario de la Delegación Acaponeta de la Cruz Roja Mexicana y es muy reconocida su labor y apoyo a la parroquia local, pues entre los años 2004 y 2010 fue Presidente del Patronato Pro Restauración del Templo Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y desde 1993 ofrece la catequesis para adultos y es Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión y Celebrador Laico de la Palabra de Dios.


* Como se ha explicado reiteradamente, este texto se escribió antes de 2018, por lo que las ceremonias de egreso se llevaban a cabo en el auditorio municipal, pero a partir de 2022 se realizan en el teatro del pueblo.

 


domingo, 17 de septiembre de 2023

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: En puros sueldos, que ellos llaman “dieta”, los dilectos diputados de nuestra pobre y devastada nación, se llevan anualmente 891 millones de pesos, cifra en verdad escandalosa, dado que, al mes, los legisladores totonacas nos cuestan —dizque somos sus patrones— 74 millones 234 mil bilimbiques y es cada uno de nuestros 500 changos mantenidos ganan aproximadamente 148 mil 468 pesos por cráneo. 


Todo sin contar aguinaldos que son estratosféricos, prestaciones múltiples, gastos onerosos como aquel viaje a Abu Dhabi, cuando seis diputadetes fueron a la cumbre mundial de la energía del futuro y se gastaron en boletos de avión y viáticos, que usted y yo amable lector les dimos, la leve cantidad de un millón 746 mil pesos. Además, los pobrecitos legisladores gastan en galletitas y el cafecito para “cotorrear” con los colegas y mil lindezas más. 


Para comparar y conste que las comparaciones son odiosas, en Estados Unidos, la primera economía del planeta, en la cámara de representantes, similar a la de San Lázaro, se cuentan 434 miembros, o sea, 66 menos que en Mexicalpán de las Tunas, pero hay que considerar que los gringos tienen en su territorio 50 estados y nosotros solo 32. Entonces, la representatividad de diputados güeros por estado es de 8.5, mientras que en territorio azteca de 15.6 por entidad. La pregunta que siempre nos hemos hecho: ¿se justifica tener tantas personas en el congreso? ¿al menos sabe usted que han hecho “nuestros” legisladores nayaritas o la acaponetense allá en CDMX? 



Y lo peor, tener que erogar tanto dinero, teniendo nuestra patria tantos y tan graves problemas, para que además nos insulten llevando a la máxima tribuna del país a un charlatán y defraudador reconocido como es Jaime Maussán a decir pendeja tras pendejada, y llevarle a esos bembos que dizque nos representan a unos trinches monigotes mal hechos para presumirlos como seres “no humanos” provenientes de Perú y con más de mil años de antigüedad. ¡Vaya publicidad que le dieron los “sí humanos” del congreso de naciona, al embustero, ladino y timador del Maussán! Y lo que más muina nos pega, es que ahora somos la burla de la comunidad científica internacional, que han de pensar: ¡pinches mexicanitos tan creídos con cualquier bobada los distraen! Dijera YSQ: ¡Al carajo con estos cretinos!


 DE DULCE: Sin duda, en estos momentos México está pasando por un momento histórico con respecto a la mujer. Lo más probable es que la próxima presidencia de la república quede en manos de una mujer, ya sea Claudia Sheinbaum o bien Xóchitl Gálvez, lo que nunca ha sucedido, pues ninguna dama ha gobernado a esta pobre nación; a excepción tal vez de María Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Goth, o sea, la infeliz emperatriz Carlota de Bélgica, esposa del buenote de Maximiliano, quien gustaba mucho salir de palacio nacional a conocer el país, o ir a cazar mariposas al hermoso jardín Borda de Cuernavaca y dejaba en la silla imperial a Carlota, a veces por meses, quien tuvo una educación dirigida a gobernar, y, según las crónicas no lo hacía nada mal. 


EMPERATRIZ CARLOTA DE MÉXICO

México, está pasando por un matriarcado venturoso y sí no, vea usted amable lector: la presidenta de la suprema corte de justicia de la nación es mujer; la presidenta consejera del INE, igual una dama. Las actuales presidentas de las cámaras de diputados y senadores son mujeres. Hay 10 gobernadoras en la República Mexicana, contando a la última del Estado de México que apenas hace un par de días que tomó protesta. Ocho secretarias de estado tiene México, a saber: Bienestar, Cultura, Economía, Educación, Energía, Gobernación, Medio Ambiente y Relaciones Exteriores. La mitad de los senadores y de los diputados son féminas. Y el 26% de las presidencias municipales las encabeza el mal llamado “sexo débil”. Nayarit no es la excepción, ya que la mitad de los 20 diputados del congreso local, el 50% son mujeres y la presidenta es de ese género. En el portal del gobierno del estado, aparecen 17 mujeres en puestos de primer nivel en el gabinete y, son ocho, de los 20 municipios, donde rige una mujer: Ahuacatlán, Compostela, Ixtlán del Río, San Pedro Lagunillas, Santa María del Oro, Tepic la capital, La Yesca y Bahía de Banderas. Sin duda es histórica a actuación de la mujer en el país, pero lamentablemente, aumentan de manera significativa los feminicidios y la violencia de género en contra de las mujeres. Y eso debe cambiar con la próxima presidenta de esta nación, porque el que actualmente gobierna, todo lo niega.



DE MANTECA:  Existen en la literatura bizarra universal, historias que en verdad son increíbles y pasan al plano de la leyenda. Joseph Ignace Guillotin, quien era un célebre médico y diputado de la asamblea nacional de Francia durante le revolución de esa nación, tuvo la loca idea de inventar un aparato para aplicar a los muchos sentenciados a muerte que iban surgiendo durante el conflicto; ese instrumento en su honor fue llamado “guillotina”. Lo que nunca le pasó por la cabeza a este ingenioso personaje, es que él mismo la iba a perder —me refiero a la cabeza—, pues tiempo después lo sentenciaron a pasar por la guillotina y ver rodar de un certero navajazo el coco. 



Peor nos cuenta la siempre interesante historia del imperio romano, la triste historia de Perilao, escultor ateniense, quien diseño un hermoso toro hueco de cobre, que bien podía albergar en su interior a un ser humano. El torito, se colocaba sobre de una candente hoguera, por lo que la temperatura del interior, donde metían a algún desgraciado personaje, aumentaba en un muy artístico horno. Además, el interior de esta estatua tenía un sutil mecanismo que hacía que los alaridos y los gritos de las infelices víctimas salían por la boca del toro, haciendo parecer que la figura mugía. ¡Mira tú, que lindo! El tal Perilao, llevó su invento a Fálaris, tirano de Acragas, Sicilia y este méndigo reyezuelo, como si fuera el gobernador de Veracruz —así de bruto— ordenó que metieran al desventurado escultor, quien murió asado dentro de su propio toro, que sí funcionó porque el bovino de cobre mugió y mugió. 


Así como Monsieur Guillotin, y el pobre de Perilao, se me figura Marcelo Ebrard, quien tuvo la extravagancia o la “genial ocurrencia” de mandar al cuerno a la Sheinbaum, a Morena, a Movimiento Ciudadano y a la candidatura independiente, para emular a su antiguo amigo y protector el Excelentísimo Señor Don Andrés Manuel López Obrador y ahora, el carnal Marcelo quiere formar su propio partido, que no le habrá de llevar a la presidencia en el 2024, porque la ley es clara y, en el hipotético caso de que logre fincar su movimiento o instituto político, no podrá participar en la próxima elección, sino hasta la que sigue. Creo que Ebrard ha sido víctima de su propio invento, al igual que el ciudadano Guillotin y el artista metido a inventor Don Perilao, el cual junto a Marcelo se quedaron mugiendo en la loma.

 


jueves, 14 de septiembre de 2023

A 55 AÑOS, MIS RECUERDOS DE LA INUNDACIÓN DE 1968

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

Ayer 13 de septiembre se cumplieron la nada despreciable cifra de 55 años en que Acaponeta sufrió la pavorosa inundación de 1968. El recuerdo de aquel desbordamiento aún está fresco en la mente de muchos acaponetenses, sobre todo, en la de los que la vivieron. Yo entre ellos.


Su servidor, nació en la ciudad de México, de hondas raíces acaponetenses, ya que mi querida y añorada madre, era de la Villa de las Gardenias. Por ello, a Acaponeta solo podíamos venir en temporada de vacaciones. Yo, desde que tengo uso de razón venía a esta ciudad que con el tiempo terminó por adoptarme.


En una de esas visitas vacacionales, llegamos a Acaponeta en el mes de septiembre de 1968. Apenas unos días antes de la fatídica noche del 2 de octubre de tan trágico año en el otrora Distrito Federal, de la que algún día también daré mis infantiles remembranzas. Además de la familia que incluyó a mis hermanas, mi mamá invitó a una señora de nombre Rosita, la cual era una española muy simpática quien se hizo acompañar por su hija que creo se llamaba o llama Marilia. También llegó con nosotros en aquella ocasión, una tía en segundo grado que se llamaba Martha, con al menos dos hijos; y todos nos alojamos en la casona de la calle Veracruz, esquina con Corona, en la que por algunos años estuvo el “Tambo Mambo”, y que era casa de mi abuela Enedina, quien también hizo el viaje a su querida Acaponeta, ya que ella también era nacida aquí.


            Esa casona de la calle Veracruz, la cuidaba una señora muy querida llamada Chonita Velázquez, quien era mamá de varias hijas: Socorro, Delia, Ofelia, Julieta y Lupita. Precisamente la mañana del 13 de septiembre, Socorro, nos levantó a los muchos niños muy temprano, para ir a la ceremonia por el día de los Niños Héroes, en la placita que lleva su nombre o bien, el de la bandera, ya que, curiosamente tiene esos dos nombres.


            Conforme avanzábamos al parque mencionado, notamos que por las calles iban corriendo con regular velocidad el agua, hasta llegar un momento en que Socorro seguramente notó que esa corriente no era otra cosa más que el río y nos regresamos a la casa a avisar a los demás y tomar las medidas pertinentes. Por cierto que en el lugar del acto cívico anunciaron la salida de madre del río y regresaron a todos a sus casas, suspendiéndose el acto.

Debo agregar que su servidor, en ese entonces solo tenía 10 años de edad, y, siendo chilanguillo ese fenómeno de un río llenando calles y viviendas era algo digno de apreciar y, con la inocencia infantil, disfrutar.

Ya cuando llegamos a la casa, el agua estaba penetrando al interior, con el consecuente susto de mis mayores. Por cierto, que recuerdo, que una de las hijas de Chonita, se iba a casar y en el amplio “corral” había puercos y gallinas para el agasajo de la fiesta; pero lo primero que rescataron fue el vestido de novia que se colgó de una de las ventanas interiores de la casa, lo más alto posible, para evitar que se arruinara.


No recuerdo que estuviera lloviendo, sí sé que todo se debió al paso del huracán “Nahomi” —ahora lo sé, en aquel momento no lo supe— y que, como dije, siendo niño, no me di cuenta de la gravedad y la tragedia tan grande que se dio en la región.


Continuando con la narración, mi abuela Enedina Robles Partida, comentó que tenía unos parientes en el cerro y sugirió que nos fuéramos en bola para ese promontorio. No tengo idea de quiénes eran los susodichos parientes, el caso es que nos fuimos en una camioneta de redilas, sin redilas, que no supe de dónde salió, de quién era y menos el nombre de la persona que la manejaba—, vehículo ya veterano que con trabajos apenas subió el cerro de la Cruz. Mientras mi abuela, mi mamá y las tías arreglaban que nos recibieran o pedían posada, con alguien me fui al cerro de la Glorieta a ver desde aquel extraordinario mirador el tamaño de la inundación.  


    Tres cosas más que sorprenderme me maravillaron, primero la fuerza del agua que como una monstruosa serpiente líquida bajaba a toda velocidad arrastrando árboles enormes que se estrellaban en el puente del ferrocarril, que, de manera normal se halla a unos 10 metros del famélico arroyo que es el río fuera de la temporada de lluvias y ahora estaba hasta el tope. El actual malecón fue construido considerando la altura a la que subió el agua. Hay que mencionar, que en 1968 no había bordo de ningún tipo. 


Esta foto es de la inundación de 1943, pero nos da buena idea del Acaponeta sin bordo de contención y la cercanía del río.

    Era increíble ver enormes troncos y largas ramas que pegaban con estrépito apenas a unos centímetros de los rieles del tren adosados al puente. En segundo lugar, la extensión del río había crecido una enormidad, todo el valle que está entre la Sierra Madre Occidental y la población estaba totalmente anegada y los altos árboles apenas sus copas sobresalían del agua revuelta del hermano río, en ese momento encabronado. Lo tercero que me dejó anonadado y que tenía a los muchos curiosos que ahí estábamos, es que, al poniente del puente, como a unos 500 metros de distancia, se distinguían dos personas que penosamente estaban sobre la techumbre de palma que cubría un espacio para el ganado, que, en medio de la trepidante avenida, amenazaba con llevarse tan endeble estructura con aquellos dos infelices. Durante un buen rato, estuvimos viendo la odisea de aquellos dos, hasta que la techumbre no soportó más la avalancha de agua y se los llevó, ante la impotencia de todos que nada podíamos hacer. Pensé que esos dos habían “chupado faros”, pero para su fortuna no fue así, muchos años después conocí a uno de ellos, se trataba del señor Oscar Cuellar Ortega, quien me narró su aventura, y que no fueron encontrados sino hasta el día siguiente, cerca del emblemático puente amarillo sobre la carretera internacional, donde, para su fortuna, el río hacía, dentro de aquel enorme volumen de agua, un recodo, que los empujó hacia un árbol, por cierto lleno de largas y puntiagudas espinas, que los torturaron todo la noche donde se vieron obligados a pernoctar en medio del escándalo de un río que literalmente bufaba, pero salvando milagrosamente la vida. Historia que recientemente me confirmó su hermano Edgar, quien me explicó que su señora madre, la siempre bien recordada señora Doña Guille Ortega de Cuellar, pasó toda la noche llorando la suerte de su hijo, al que creyó irremediablemente perdido, sin saber que el pobre estaba posado sobre la copa de un árbol. Por la mañana le fueron a avisar y de inmediato mandó un tractor para rescatarlos, a su hijo Oscar y a uno de sus trabajadores llamado Pedrito Tiznado.


PUENTE AMARILLO  A DONDE FUERON A PARAR OSCAR CUELLAR Y PEDRO TIZNADO



CUERDAS DE ESQUINA A ESQUINA PARA PASAR

    Volviendo con mi familia, el supuesto refugio con los supuestos familiares del cerro, no se dio, porque en esa vivienda habían llegado antes muchos refugiados y ya no había lugar para nosotros, parientes o no. Total, en la misma carcacha nos regresamos al pueblo, pero ya no pudo llegar hasta la esquina de Veracruz y Corona, y nos tuvimos que bajar del armatoste aquel, y referir que nos venimos a pie es solo un decir porque más bien había que nadar, o al menos a mí así me lo parecía porque el agua me llegaba arriba del ombligo, pero lo más difícil fue avanzar, sobre todo en el cruce de las esquinas porque la corriente era bastante fuerte. De hecho, en algunas esquinas y se poste a poste, preocupados ciudadanos tendían una cuerda para poder cruzar la calle. Un recuerdo que se me ha quedado grabado con mayor fuerza, fue una gran cantidad de zapatos que pasaban “flotando” en fila india, sacando solo la punta, lo que semejaba un grupo de tiburoncitos con su aleta dorsal al aire, rumbo al ancho océano. También se vieron canoas que de alguien sacó de sabrá dios dónde, y hacía el servicio de traslado de personas.



No recuerdo cómo —tenga en consideración el amable lector que han pasado cinco décadas y media—, pero al final nos “arrimamos” en la bella casona de dos plantas ubicada de la esquina de México y Corona, hoy monumento histórico construido por el comerciante Don Luís Chávez Barahona, donde desde hace muchos años venden petróleo. En aquel momento la solidaridad nos la mostró su esposa la siempre bien recordada dama Carolina Ceceña, quien además era buena amiga de mi abuela. Ahí pasamos la noche y desde el segundo piso y asomándonos desde el balcón, veíamos pasar toda clase de objetos llevados por el agua, entre otros, grandes cucharas de madera que cual trajineras hacían el viaje hacía la inmensidad; cazuelas, canastas, petates, catres y hasta un par de cerdos vimos nadar rumbo a la muerte o a la casa de algún temerario que se animara echarse al agua y “rescatar” al cochi.  


A media tarde, acompañé a mi madre y a los mayores a echar un ojo a la casa para ver el daño. Ahí también un puerco, con menos suerte que su congénere el suino nadador, pasó a mejor vida, un poco antes de su sacrificio para la boda. Algunas gallinas se salvaron subiéndose a lugares más altos. Por supuesto, dentro de la casa, muchas cosas útiles e inútiles flotaban y algunos muebles se arruinaron. Para mí, aquello era un privilegio enorme: tener una alberca al interior de la casa, no tenía precio.

En verdad, la memoria que es flaca y más luego de tantos años, por lo que solo llega a mi memoria, una noche entre velas y veladoras, en sentimiento de mucha humedad y una cena muy improvisada entre la gente que nos dio cobijo y la familia. Seguramente me dormí.

Al día siguiente el río había desaparecido para dejar un enorme lodazal, color café-verdoso o verde-cafososo, de muchos centímetros de altura, muy espeso y pegajoso. La tarea que se venía para los mayores era épica, sobre todo con las molestias que ya conocemos porque nos han tocado otros meteoros: sin energía eléctrica ni agua. Es paradójico que nos hubiéramos pasado las últimas horas rogando a todos los santos que se llevaran el agua y ahora, sin el río corriendo por calles y averías, pedíamos a las mismas deidades lo mismo: ¡agua!

Regresamos a la casa, por cierto, a unos pasos de la vivienda de los Chávez Ceceña, y el espectáculo era atroz, sobre todo para mis familiares mayores, todo enterrado en el lodo, mismo que tenía una altura considerable, y no hubo más que hacer de tripas corazón y comenzar a sacar aquel espeso fango a la calle, donde habían avisado que pronto maquinaria pasaría a recogerlo.


Así como milagrosamente el pueblo amaneció sin agua del río transitando por las calles, de la misma manera salió un sol esplendoroso y apretó el calor, que pronto comenzó a podrir el lodo que ya llenaba calles y al mismo tiempo arreció un nauseabundo olor a barro echado a perder, que aún recuerdo en mi nariz y que, ocasionalmente cuando me ha tocado toparme con lodo estancado y pudriéndose, me hace regresar a aquel lejanísimo 1968, de triste memoria para Acaponeta.

Sacar el lodo de la casa y jugar con él fue todo uno para nosotros niños latosos, y los juegos más lo tierno de la edad no nos dejó ver la tragedia tan grande que se vino para el pueblecito de Acaponeta y muchísimas comunidades a las orillas del río: las tierras de cultivo totalmente siniestradas y decenas de cabezas de ganado ahogadas; los servicios básicos de energía eléctrica, agua potable, drenaje, comunicaciones por cualquier medio inutilizadas, carreteras bloqueadas; los comercios devastados, el río se llevó mucha historia porque se perdieron miles de documentos familiares, oficiales, así como fotografías, libros; archivos con toda clase de legajos históricos y contemporáneos; por ejemplo se perdieron para siempre los archivos del periódico “El Eco de Nayarit”, así como todo tipo de papeles importantes de las familias. Alguien me dijo que hasta el dinero del banco se llevó el hermano río. Las calles destrozadas y la mayoría de las viviendas de la zona del Terrón Blanco quedaron en ruinas, así como muchas otras en comunidades río abajo. La plaza “Miguel Hidalgo” se perdió. Muchos automóviles quedaron inservibles o necesitaron de reparaciones mayores. Sin embargo, afortunadamente y a pesar de la gravedad del meteoro, no se registraron pérdida de vidas, pero sí, la pérdida de muchos patrimonios.



Para las labores de higiene personal y lavado de ropa, era necesario acercarse al río, a esas alturas muy mansito que nadie podía creer que días antes era un pavoroso engendro destructor y ahí, en sus orillas, utilizando lajas planas, decenas de señoras lavaban ropa, enseres y por supuesto sus cuerpos y los de sus hijos. Viene a mi mente, la ayuda que —otra vez—algunos parientes dueños de un rancho que creo se llamaba “Las Hojas Anchas”, venían por nosotros porque tenían una noria con agua fresca y limpísima donde nos bañábamos y hacíamos uso de los sanitarios.

Mi señor padre, quien no vino a este viaje, se enteró por las noticias de que Acaponeta estaba bajo las aguas y como pudo se vino acompañado de un tío y les resultó bastante complicado llegar hasta esta región. Recuérdese que la carretera internacional número 15 tuvo que ser volada con dinamita para permitir el desagüe de miles y miles de metros cúbicos de agua. A pesar de ello, lograron llegar a la desolada Villa Gardenia, y nos “rescataron”.


Imagino que las autoridades municipales, en ese entonces encabezadas por el Dr. Rodolfo Castillo Sánchez, se impactaron al ver los resultados de este siniestro, pero no se desanimaron, sino que sacaron fuerzas de donde no las había y se dieron a la tarea de levantar de nueva cuenta a esta noble ciudad. Así, poco a poco, y con el apoyo del gobernador Julián Gascón Mercado, se rehabilitó la red de drenaje, se reconstruyó la plaza principal, se limpiaron las calles del molesto y hediondo lodazal y la vida se reanimó. Autoridades y pueblo, no se quedaron ahí paralizados y contemplando el desastre, cada uno a su manera, dentro de sus posibilidades, fueron recuperándose primero en lo familiar y luego solidarizándose y uniendo esfuerzos con la comunidad.


Nos han tocado otros fatídicos momentos como la fuerte inundación de 1993 —curiosamente el mismo día y mes, pero 25 años más tarde—; la llegada del huracán “Willa” igual de desastroso y antes de estos muchas inundaciones y calamidades, pero me queda claro que, sea cual sea la magnitud del desastre, ningún cataclismo impedirá que Acaponeta siga andando con la frente bien en alto; el horror de la catástrofe no podrá nunca nublar su gloria.