Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
La reciente visita a Acaponeta del nuevo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, me dejó un muy buen sabor de boca, y no lo digo por los beneficios económicos que trajo y que mucho habrán de aliviar la tragedia que dejó la méndiga "güila", sino por la forma como habló y el mensaje claro que vertió.