Por: Juan Manuel Estarrón.
Frecuentemente nos hacemos semejante pregunta quienes nos tocó vivir en la cabecera municipal y nuestros vecinos de San José de Gracia que año tras año en temporada de huracanes esperamos lo peor cuando el río comienza a incrementar su caudal, es entonces cuando también Protección Civil, cuerpo de bomberos y el ejército se declaran en máxima alerta para auxiliar a la población que habita en las partes más bajas como el populoso barrio El Terrón Blanco. Pero no obstante que la ciudad está protegida con un bordo de contención que ha resistido duras pruebas seguimos desconfiando porque la naturaleza no conoce las fronteras de su “divino” poder, poder destructivo que probamos el 13 de septiembre de 1968 –sin bordo de contención- que fue quizá la madre de todas las inundaciones, al menos para quienes aún sobrevivimos.