Por: Juan J. Gaspar G.
Una blanca nube de gaviotas se pierde en el azul del cielo… Vuelan
las aves y al cruzar la inmensidad del mar, me hacen voltear a mi pasado
inmediato, advirtiéndome que allá, mucho más allá del lejano
horizonte quedaron esas tardes y noches de melancólico encierro, de
falaz cautiverio… Vuelven a revolotear sobre mí, pero no son las
mismas, como no son las mismas esas sombras de duda y esos ecos de
miedo, y una densa marejada de inquietudes, temores y angustias, de los
cuales por fin me libré.