Parece que la consigna de los vándalos citadinos, en el malecón a orillas del río Acaponeta es terminar lo más pronto posible con este espacio que no cumple todavía dos años y ya se notan las huellas de los vaquetones que nunca faltan y que gustan de destruir lo que otros --todo el pueblo--con sacrificio construye. Ya hemos denunciado la masiva destrucción de las esferas de los arbotantes que iluminaban el bordo y malecón --iluminaban porque estos mismos tipos, de alguna manera lograron apagar todas las luminarias--; la ultima vez que denunciamos estos hechos iban cinco esferas de cristal, hoy ya quebraron 17 y quedan solamente 29. Por otro lado, el encargado del aseo muy de mañana nos contó como los ociosos que llegan por la noche a este lugar, quebraron un arbolito que recientemente plantó el ayuntamiento y que incluso, arrancan de sus goznes las bancas de metal y cuando no las arrojan al río, las dejan sobre el malecón en lugares que solo ellos comprenden por qué. A diario amanecen quebradas decenas de botellas de cerveza y se notan los estragos de las borracheras. Otro problema son la gran cantidad de perros que tienen invadido el malecón, defecando a lo largo de su extensión, causando un problema de salud pública. Ojala la autoridad lea esta denuncia y ponga orden en un espacio que utilizan las familias y los deportistas.
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