domingo, 28 de mayo de 2023

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 




Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo


DE CHILE: La palabra “fanático” viene del latín fanaticus que a su vez deriva de fanum que significa templo o santuario. Los romanos relacionaban a fanum como un lugar destinado a la consagración. Sin embargo, el significado de fanático el cual es una persona que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas. 


VOLTAIRE
El genial pensador francés Voltaire decía que: “cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es incurable”. Y al respecto no tengo dudas que el fanatismo, es como esas sustancias corrosivas que son capaces de destruir o dañar de modo irreversible las superficies con las que entran en contacto. 

El fanatismo o el fanático es enemigo jurado de la libertad y pienso en aquel malvado y aún no extinguido Ku Klux Klan gringo, que “defendiendo” a la raza aria, mata tortura y daña a los semejantes que no son blancos de piel. Un fanático se opone al progreso del conocimiento y hasta es capaz, en aras de sus creencias o las de su líder, de asesinatos, genocidios, masacres, guerras, persecuciones, injusticias, violencias de todo tipo y hasta de presumir ser miembro de una cuarta transformación.

Es una pena decirlo, porque México, no es…o al menos lo no era hasta 2018, un país bananero o poblado de gorilas gobernantes, que han reproducido por millones a fanáticos que los defienden y hacen suyas las ideas del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, no se ponen a pensar si lo que dijo el jefe de la nación es correcto o es susceptible de ser modificado o de plano una burrada; no, por el solo hecho de decirlo el tabasqueño, eso les basta a sus seguidores y lo peor de todo, es que para ellos pensar distinto, opinar o ejercer la libertad de expresión, es una ofensa imperdonable. 

La gente que no es —somos— como ellos y que razonan de otra forma, despectivamente les llaman “chairos”, es decir fanáticos intransigentes, obsesivos y hasta peligrosos. No cuestionan ni razonan y ven solo en la suya la única verdad posible. Los fanáticos seguidores de Hitler, cometieron aberraciones que aún manchan la historia del hombre como especie. Un loco fanático despachó al otro mundo al genio de la música John Lennon. Otro fanático, este religioso, se cargó a balazos al presidente electo Álvaro Obregón. Recuérdese a los seguidores fanatizados de aquel demente asesino que es Charles Manson quienes, sin dudar, inspirados por su paladín de "la justicia", asesinaban sin remordimiento alguno, poniendo a la población en alerta y terror máximos. 


Todo esto que menciono me llega a la cabeza al ver como AMLO, todos los días, desde su tribuna mañanera, de manera más o menos velada, arenga a sus muchos seguidores a hacer como suyos a sus enemigos (él los llama adversarios) que el mandatario ha ido conformando en ya enfermiza obsesión de caudillaje. El presidente de este remedo de nación, la ha tomado casi contra todo lo que se mueve y que no piensa como él lo hace. 


Tiene tirria contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en especial contra la ministra presidenta Norma Piña, a la cual, los exaltados extremistas fanáticos de la mal llamada “cuarta transformación”, amenazan cada día plantados a las puertas de la SCJN, lo mismo mentándole la madre con metralletas simuladas de cartón, o bien paseando ataúdes con la figura de Norma Piña en su interior o de plano quemando su imagen. 


Por si esto fuera poco, uno de los más conspicuos lacayos del presidente, el innombrable gobernador de Veracruz, un tipo llamado Cuitláhuac García Jiménez, viajó desde su desgobernada población para viajar hasta la CDMX y plantarse junto con los “chairos” apostados en ese lugar, para armar tremendo vodevil en contra de la ministra Piña, todo por supuesto con recursos públicos, ofendiendo a la corte y echándole más gasolina a la hoguera de los fanáticos que en un momento de descontrol bien pueden irse físicamente encima de la señora Piña y provocarle, no solo un tremendo susto, sino una agresión que pudiera ser fatal. Debe bajarle AMLO dos rayitas a su perorata o diatriba diaria y además condenar lo hecho por su arrebatado bufón, el inútil e idiota gobernante de la hermosa Veracruz.

DE DULCE: Resulta ahora que un juez federal ha ordenado a la Fiscalía General de la República retomar la investigación a Hugo López-Gatell, singular funcionario de salud y que el presidente López Obrador nombró, en mala hora, como el vocero para la pandemia del maldito Covid 19. El juez hizo eso para determinar su responsabilidad por las más 333 mil muertes ocasionadas por el mortal coronavirus. El famoso abogado Javier Coello Trejo, encabeza esa acusación y de prosperar la demanda, el llamado “Zar del Covid 19”, tendrá que defenderse de las burradas cometidas por él, o por órdenes de su jefe. 

Yo no podría decir que López-Gatell fue el causante de tanta mortandad, el verdadero verdugo fue un bichito llamado precisamente “coronavirus”. Lo que nadie puede negar es la estrategia que el gobierno utilizó para el combate al virus y la manera tan absurda como hicieron frente a las consecuencias de la pandemia. 

Son muchas las declaraciones sin rumbo del Dr. Hugo, en ratos muy parecido a mi tía Chimoltrufia, esa que como dice una cosa, dice otra. Para muestra solo el botón de muestra del mentado cubrebocas. Comenzó la pandemia en México en febrero de 2020; el dos de marzo de ese año, declaro López-Gatell: “Comprar este tipo de cubrebocas actúa como un mecanismo de tranquilidad, pero sepan ustedes que no hay evidencia científica que muestre que realmente sirve. El uso del cubrebocas no sirve para protegernos”. Es decir, el tipo, a sabiendas que este artículo tenía gran utilidad, de manera contundente lo descalificó. 

Dos semanas después, el doctorcito Hugo, dijo una de las más grandes burradas no de la pandemia, sino del sexenio y por el cual será recordado dentro de mil años, dijo el pollino a pregunta de los periodistas que le cuestionaron sobre qué pasaría si el presidente se contagiaba, manifestó: “La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio” … ¡Hazme el recavor fabrón! 

Más aún, el 3 de abril de ese mortífero año del 2020, dijo refiriéndose al presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien, con todos los elementos científicos en la mano, no solo recomendaba el uso de este artilugio sanitario, sino que rogaba que se lo colocaran en la boca los ciudadanos del mundo, López-Gatell expresó: “No es que el Dr. Tedros (Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS)  me lo diga a mí o al secretario de salud o al presidente, quizá habría mandado un comunicado diplomático…” mostrando así su triste origen burocrático. 

En apoyo a su jumento, el presidente expresó días después: “No me pongo el cubrebocas porque no me lo recomienda Hugo, entonces yo hago caso”. Oportunísima declaración para un “pueblo sabio y bueno” que caía como moscas fumigadas en los hospitales. Para ayudar “a bien morir” a los enfermos, el siervo López-Gatell todavía dijo a finales de abril de 2020: “El usar cubrebocas tiene una pobre utilidad o incluso, tiene una nula utilidad”. ¡Zas! A mediados de ese mismo año y ante la muerte ya miles de mexicanos, AMLO insistió: “Tanto el Dr. Alcocer, como el Dr. Hugo López-Gatell me han dicho que no necesito cubrebocas”. 


Para octubre de ese año, y seguramente viendo la terrible mortandad, comenzaron a recular de la manera más confusa y torpe; Huguito le aventó el balón a la OMS, que tenía meses insistiendo en el uso de la mascarilla y expresó sin ningún rubor: “Es que no han recomendado el uso del cubrebocas o se tardaron en recomendar su uso, o no le han hecho caso a lo que dice la Organización Mundial de la Salud…” Casi casi balbuceando incoherencias y continuó: “El cubrebocas es una barrera física que ayuda a contener la propagación de las partículas líquidas”. ¡En qué diablos quedamos! ¿Sirve o no?

 



Por si fuera poco, dijo como dirigiéndose a una recua de pendejos: “Hay un señalamiento, falso, de que el gobierno mexicano, no ha recomendado el uso de cubrebocas” y ahí frente a las cámaras y frente a la nación se colocó la mascarilla como si tal cosa. Y ya libre de vergüenza, pudor y ética, dijo el “zar del covid 19”: “Fuimos mostrando las repetidas ocasiones desde el mes de marzo en el que recomendamos explícitamente el uso del cubrebocas”. 

Con esos argumentos, que por cierto están grabados y cualquiera las puede consultar en internet, este trío de bobos (por no decir una palabra que comienza con “P” y termina con “endejos”), se burlaron de la población, ocasionando sin duda, miles de muertos más de los que debieron caer de manera natural. Si con esta ética y sesudos razonamientos se van a defender ante la autoridad judicial, lo más probable es que los veamos por un buen tiempo en el “fresco bote”. Pero yo no culpo al pobre tipo ese de López-Gatell, él solo siguió las instrucciones de su “patrón” que brilla y se distingue por su senil necedad. Qué juzguen al otro López, el Obrador.


DE MANTECA: Existen ya en muchas partes del país, Tepic incluido, los llamados juzgados cívicos, que no son otra cosa que unidades administrativas encargadas de aplicar la Ley de Cultura Cívica de las ciudades y pueblos, así como otros ordenamientos relacionados. 

Estos entes jurídicos realizan conciliaciones, expiden constancias de barandilla, cursos relacionados con la ley y determinan la probable responsabilidad o libertad de los transgresores de la legislación. En reciente reunión que la Junta Vecinal que tuvimos con el presidente municipal Manuel Salcedo Osuna, hizo mención que están trabajando en la implementación de este tipo de organismos que vendrían a dar certidumbre y coherencia a las acciones de mejoramiento del entorno urbano y parar en seco las malas costumbres de malos ciudadanos que cometen acciones ilegales, pero que nadie es castigado, haciendo crecer la impunidad y situaciones que molestan o afectan al resto de la población. 

El tema salió porque estábamos platicando sobre el problema de la basura, en el cual, muchos malos y sucios vecinos sacan la basura a todas horas, menos al paso del camión recolector. Hace falta que un juzgado cívico reconvenga al infractor y si reincide aplicarle una sanción administrativa tipo multa, lo cual estoy seguro mejorará sustancialmente estos males. Eso debe aplicar a los motociclistas hoy dueños de calles, banquetas y avenidas. Borrachines destructores, irresponsables que echan a la calle a sus mascotas para defecar en cualquier lugar menos en la casa de sus dueños, los que contaminan por ruido, etc. Ojalá de verdad se concrete esto y se meta en cintura a malos acaponetenses. Espero sus comentarios, sugerencias los invito a acceder al portal PUERTA NORTE ACAPONETA https://elblogpuertanorte.blogspot.com/