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Doña Apolonia "Ñoño" López y Don David Fuentes |
Por: Carlos Humberto Fuentes López
(6a. parte y final)
Un día
viernes 25 de agosto de 1950, mi padre visitó a la señora Romana, que fue
esposa de mi tío Francisco, hermano de mi abuela Gregoria. Ella vivía con su
hija Isabel, madre de Nicolás Contreras Sánchez, quien venía siendo mi primo; casualmente
se encontró con él, hasta entonces supo que estudiaba en el último año de la Escuela
Normal Rural; mi padre quedó muy impresionado con esa noticia, y después de una
breve plática inicial, mi padre le planteó su deseo de que yo estudiara.