domingo, 26 de marzo de 2023

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo


DE CHILE: No me queda la menor duda de que la mal llamada “cuarta transformación” o su “brazo armado” Morena, cada día se parecen más al viejo PRI. A pesar de que el presidente de la república, en su cada día más cómicas y a la vez patéticas mañaneras, nos repita hasta la saciedad que “nosotros no somos iguales”, la realidad, esa que a diario le pone una madriza a los dichos y percepciones del jefe de ejecutivo federal, nos dice que son igualitos. 



Hay que reconocer que todas las marchas, mítines o concentraciones de apoyo hay innumerables acarreados. El PRI lo hizo desde hace muchos años, el PAN cuando gobernó y todos los partidos políticos lo han hecho en sus actividades proselitistas; Morena no iba a ser la excepción, aunque lo niegue el mismísimo Señor Andrés Manuel López Obrador. 

Cientos de camiones llegaron hasta la sufrida ciudad de México, al mitote de revancha que volvió a “organizar” AMLO para mostrar lo que él cree que es su músculo más fuerte y desarrollado: la reunión de miles que conforman una masa enorme, es decir, una muchedumbre fácilmente manejable y convencida a base de billetazos en forma de “apoyos sociales”. 

A esa multitud que corean lo que AMLO quiere que coreen en su arenga, les llama “el pueblo sabio y bueno”. Ese pueblo volvió a llenar el zócalo capitalino, con el pretexto de celebrar el 85 aniversario de la expropiación petrolera. Pero oh sorpresa, el inquilino de palacio nacional, habló de todo menos de la dichosa expropiación. 


Lo suyo fue un ilegal acto electoral con sus “corcholatas” favoritas (en los mejores tiempos del PRI eran “tapados”, solo cambió el nombre, lo demás es lo mismo): la Sheimbaum, cada día más arrastrada; el carnal Marcelo, con cara de azorado, y mi vampiro favorito, el Sr. Augusto, otro López en primera fila sintiéndose triunfadores y herederos de un gobierno desastroso. 

Es una paradoja, que esa manifestación con miles y miles de acarreados, quiso simular la gran reunión de ciudadanos, esa sí, sin acarreados, que se llevó a cabo cinco días después de la fecha de expropiación, ya que el 23 de marzo de aquel 1938, los ciudadanos fueron llegando al zócalo con la intención de brindar todo su apoyo al Gral. Lázaro Cárdenas del Río ya que, con la nacionalización del petróleo, el gobierno de Tata Lázaro adquirió una deuda que sobrepasaba sus posibilidades de pago. 

El pueblo de México acudió sin dilación a cooperar para hacer frente al compromiso. Fueron días de emoción, porque el pueblo, con gusto y con verdadero amor a su presidente, se lanzó a llevar joyas, artículos de valor como vajillas finas, platería y hasta gallinas o puerquitos para armar “la coperacha” y así reunir lo suficiente para pagar a las compañías petroleras gringas e inglesas afectadas. 


Hoy Tata Andrés, a través de gobernadores, presidentes municipales y dizque legisladores “preocupados por la patria”, le da fuerte mordisco al erario para erogar millones de pesos para el pago de camiones, “lonches” con la consabida torta y el infaltable frutsi, o de plano un billetón para animar al más apático “bueno y sabio”

En una cuarta transformación por supuesto no existen los acarreados, ni los discursos mentirosos donde todo es perfecto y hasta el director de Pemex, mostró un panorama que solo existe en la deformada imaginación de un tipo que nos dice que gobernar no tiene chiste y como consecuencia lógica todo se va al cuerno. Entiéndalo el presidente, él no es Lázaro Cárdenas, ni es Panchito Madero y menos Benito Juárez…tan solo es una gran decepción que derrocha dinero en marchitas vengadoras o mítines ilegales utilizando recursos que mucha falta hacen en hospitales, caminos sacacosechas, universidades y escuelas públicas. 


Tan solo de Acaponeta salieron cuatro camiones cargados de “voluntarios”. Además —otra similitud con los de “ayer”— derrapó el tabasqueño al decir que Lázaro Cárdenas se había equivocado al elegir a Manuel Ávila Camacho, pero que él no se equivocaría, lo cual es la confesión clara de que también en la “cuatrote” habrá dedazo (aunque, siempre con eufemismos, él le llama “encuesta”).


DE DULCE:   Recientemente y con motivo del 217 aniversario del natalicio de Benito Juárez, tuve la oportunidad de brindar una conferencia sobre el llamado Benemérito de las Américas, en la escuela preparatoria No. 3 de Acaponeta que lleva su nombre. Ahí, traté de mostrar la imagen de un personaje de carne, hueso y un pedazo de pescuezo y no el superhéroe que siempre nos ha intentado vender la historia oficial, esa que conforman los “historiadores paraestatales” como bien los llama Don Armando Fuentes Aguirre “Catón”. 

Juárez, como cualquiera de nosotros, tuvo enormes logros y aciertos —las leyes de reforma y la separación de iglesia del estado en una clara muestra, pues no cualquiera se echa ese trompo a la uña—, pero también, hay que decirlo así para desacralizar la figura del oaxaqueño, terribles yerros como el ignominioso tratado de McLane-Ocampo, donde prácticamente se le vendía a los gringos, otra gran porción del territorio nacional por la desesperación juarista de ir perdiendo la guerra contra los conservadores. 

Francisco Zarco


Durante la charla en la prepa, hice la advertencia de que no se puede ver con ojos del siglo XXI, lo que sucedió en un siglo tan complicado para la historia patria como lo fue el XIX. Otro de los grandes aciertos de Don Benito, fue el gabinete que durante la mayor parte de su gobierno lo siguió en su periplo por toda la geografía nacional; este sí un gabinetazo conformado por intelectuales, sabios, periodistas, poetas y escritores de talla mayúscula: Melchor Ocampo, Guillermo Prieto, Francisco Zarco, Ignacio Ramírez “El Nigromante” y otros, hablan de esa calidad de personas. 

Con todos sus logros, difiero de López Obrador, de que el indio zapoteca es el mejor presidente en la historia de México. No estoy de acuerdo, porque es un término muy subjetivo, simplemente no se puede medir tan fácilmente ese calificativo, es igual a los concursos de belleza donde gana, no la más hermosa del mundo, eso no existe, sino que gana la que más le gustó a los jueces; aquí el juez es AMLO; además de que es parte de la estrategia publicitaria para llevar agua al molino de Morena y de la cuarta transformación; es decir, más historia oficialista.

DE MANTECA: Mucha pena y preocupación me causa ver las escenas de un drama que desafortunadamente se repite con terrible cotidianidad. Una chica de secundaria, creo que, de 14 años, que supuestamente hacía diario bullyng a una compañera, se trenzó a golpes con la chica que supongo tenía la misma edad, con la consecuencia fatal de que esta murió a consecuencia de que la primera la golpeó sucesivamente con una piedra en la cabeza, como si estuviera machacando maíz para nixtamal. 

Muchas reflexiones quedan aquí, primero que el bullyng, es un mal que ha existido siempre. En mis tiempos de estudiante no faltaban los malditos que acosaban fieramente a veces, a alguna de sus pobres víctimas. Recuerdo que, en mis tiempos de secundaria, en México donde yo radicaba, un compañero de apellido Chávez, era torturado salvajemente por dos hermanos con una crueldad inaudita. Para el pobre Chávez, ir a la escuela diariamente y sufrir a este par debió haber sido un gran sacrificio y una terrible experiencia. La autoridad escolar, hasta donde yo supe, nunca se enteró y Chávez padeció un martirio. 

Ahora, una muchacha —que no niña— de 14 años, sabe muy bien que golpear a alguien con una piedra en la cabeza puede provocar un daño irreversible…¿esta chica no lo sabía? Otro gran mal es el uso de celulares. En el video se aprecia que había muchos otros compañeros siendo testigos del pleito, pero lejos de separar a las rijosas, las alentaban a continuar golpeándose y, lo peor, las grababan con sus celulares, lo cual es horrorosamente común. 

Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, cosa que no creo, pero sí, tengo que anotarlo, en aquellos inolvidables momentos de mi niñez y juventud, teníamos, definitivamente, otros valores. ¿Cómo los perdimos? Será tema de otro texto en el futuro.  Espero sus comentarios, sugerencias y datos interesantes al correo: jori.mosahi@gmail.com