Por: José Ricardo Morales y Sánchez
Hidalgo
No
están Ustedes para saberlo, ni yo para contarlo, pero desde el pasado mes de
febrero me convirtieron en feliz, y lo digo sinceramente, en feliz abuelo de un
varoncito que me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas de la vida vivida y de
la vida por venir. Precisamente, hace un par de días, recibí un correo a mi
cuenta personal, cuyo contenido me hizo hacer “sesudas disquisiciones” entre la
vida que nos tocó vivir a los nacidos entre las décadas de los años 60 y 80 del
cada vez más lejano siglo XX.