Por Juan J. Gaspar G.
La mañana del 9 de Septiembre, del 2009 que cursa, el Padre Ramon Güereña Alvarez partió con tranquilidad a la Casa del Rey…nadie lo pudo ver en las ultimas horas previas a su lamentable fallecimiento, solamente Doña Virginia, la señora encargada de asear la casa y las siempre inmaculadas y fragantes ropas que el santo cura vestia, en sus multiples tareas como Pastor principal de esa comunidad religiosa tan unida y organizada de la Colonia Los Fresnos…La Iglesia de Santa Maria Goretti, en la Cd. de Tepic, Nayarit. A sus mas de ochenta años de vida y poco mas de cincuenta de labor pastoral, este aguerrido y estoico prelado dejo la imborrable huella de sus pies sobre lodosos caminos, llevando la comunion a sus enfermos, los pobres labriegos que morian con la esperanza de la resurreccion, como el tanto lo decia en aquellas prolongadisimas misas que yo escuchaba desde niño…El impacto de sus pasos por el mundo tambien dejo en el eco de sus fuertes pisadas, aliento y esperanza para los miles de cautivos, que alcanzaron la paz y el acercamiento a Dios, llorando arrepentidos y mirando hacia el cielo, tras las rejas… Aquella era una mañana distinta, parecia que con la fuerza de un vendaval, el nido de golondrinas que adornaba la entrada a su pequeña alcoba, se habia quedado asi, de pronto, vacio… Las flores, las hermosas flores que regiamente adornaban el corredor y el pequeño alfeizar de su ventana, aun estaban intactas, frescas y espigadas… Sin embargo, un profundo y penetrante olor a copal, cubria con distintas fragancias la esencia de sus dulces y enervantes olores…Ninguna de las gentes que habia ido a visitarlo durante su apacible, pero aletargada agonia, pudo haberse imaginado que, esa mañana, apenas a unas cuantas horas de iniciarse el dia, enmedio de la sombras y el silencio, brotara, descomunal y violento un fuerte viento que, elevandose desde la blanquecina y humeda superficie de su lecho de muerte, abriera con fuerza el pequeño portal de su cuarto, sacudiera violentamente todo lo que habia en aquel largo pasadizo y se diseminara en el espacio abierto bajo la forma de un gigantesco torbellino, que se perdio a lo lejos, sin que nadie lo notara… Hacia algunos años, habia llegado Don Ramon Guereña a la Parroquia de Santa Maria Goretti, movido mas que por una transitoria decision episcopal, por esa extraña fuerza que lo trajo desde Las Peñas, Jalisco, su pueblo natal, a caminar por el mundo, para llamar a Ricos y Pobres, Justos y Penitentes, Libres y Cautivos a construir un mundo de Paz, Amor y Libertad… El mismo dijo: “Que bueno que el Santo Padre ordeno mi reubicacion”…y es que en Jalisquillo habia trabajado bastantes años que el mismo reconocio que se habia atrasado mucho en su desarrollo academico y tal vez tambien en su trabajo pastoral…Comentaba, a menudo, que despues de tanto tiempo la feligresia catolica de Xalisco, Nay. ya se sabia de memoria todos sus sermones y no queria que por seguir aferrado a los barandales de un templo, <<Este poblado tan tradicionalista se fuese a llenar de mormones y atalayos, de esos que, ahhh…como le tiran a la Iglesia>> Con esa sencillez y claridad hablaba siempre El… La gente lo recuerda tanto !!! Cada que las campanas de la Iglesia se estremecen en sonoro y ritmico tañido, la gente solo mira alla, a lo lejos, una fuerte tolvanera que levanta cantidades enormes de polvo y de basura…! Que lindas se ven las calles de Los Fresnos !, bien barriditas, asi como el Padrecito decia, que habian de estar…