domingo, 29 de enero de 2023

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Su servidor, como cualquier chamaco, comenzó a fumar a la edad de 13 años, nociva práctica que se prolongó por 22 o 23 años. Hasta que finalmente dejé el tabaco en el año de 1993 o 1994, sin duda con el daño ya  hecho. La decisión de dejar tan feo vicio fue porque ya me fumaba un promedio de una cajetilla de 20 pitillos diariamente a un costo económico que en nada se parecía a lo de hoy, ya que cuando comencé chupando —sino Faros—, sí Baronet que tenían un precio de 1.50 centavos, época cuando el dólar parecía eternamente estacionado en los 12.50 pesos. 

“Fumar es un placer, genial, sensual”, decía aquella vieja canción, pero nunca dijo que mataba y mataba mucho, millones de fumadores fallecen en el mundo anualmente por esa causa. Todo lo anterior, porque ha entrado ya una nueva ley antitabaco, que prohíbe fumar en cualquier espacio público, así sea abierto o cerrado. Vamos, ni en la playa puedes “darle las tres” a un cigarrillo. Tampoco en parques, estadios, o la misma calle y se acabaron los espacios destinados a fumadores en bares y restaurantes. De hecho, creo que solo puedes fumar en tu casa. 

Las tiendas, grandes o pequeñas, no podrán colocar anuncios de venta de cigarros en sus locales, so pena de una fuerte multa. Esta decisión tiene dos caras, la buena —según la autoridad—, reducirá el mal ejemplo en los niños que ven fumar a sus mayores y luego los imitan; e incluso, dicen ellos, reducir los casos donde muchos menores son fumadores pasivos que respiran el aire viciado por algún fumador. Lejos quedan los días, donde los irrespetuosos adolescentes fumábamos lo mismo en los autobuses que en el cine. 

La otra cara de la moneda, es que la industria tabaquera definitivamente sufrirá la puntilla mortal, y entre las patas se llevarán a los campesinos nayaritas que por siglos han sembrado tabaco y llegaron a convertir al estado en una potencia tabaquera muy apreciada por las grandes compañías fabricantes de cigarrillos y cigarros. La zona de Santiago Ixcuintla, que por los sembrados de tabaco fue llamada la Costa de Oro, pues ya ha quedado en el olvido. Asimismo, cientos o miles de tiendas de abarrotes, pequeñas o de mayoreo, así como los grandes almacenes, sufrirán fuertes pérdidas económicas. Sin embargo, hasta el momento de escribir estas líneas, no se sabía aún quién o qué instancias serán las encargadas de vigilar y sancionar esto. Muy molestos los fumadores que desde hace algunos años, porque han pasado a ser, la peste del mundo.


DE DULCE: El papel que ha tenido la Universidad Nacional Autónoma de México en el caso de la ministra tramposa y pirata Yasmín Esquivel, ha sido en verdad penoso, y más cuando el presidente de la república los acusó de echarle la bolita a la  —lo cual es cierto— y no ser ellos los que deban sancionar a la pasante de abogada, que ha mantenido un caso lleno de preguntas, verdades a medias y que no nada queda claro. 

De hecho, apenas el viernes por la noche surge la versión de que el supuesto autor de la mentada tesis, sí tiene culpa y ha mentido flagrantemente. Ya no sabemos en qué pensar. Quizá en uno de estos siglos sepamos la verdad. No es posible que la universidad nacional, quizá la más importante de América Latina, permita que este vergonzoso caso crezca a niveles inauditos y nadie tenga un castigo y este centro educativo alega que no hay normativa al respecto. Nada más idiota. 

Él que calla otorga y la UNAM calló y ya no halla como modificar lo que pareciera rastrera posición o medrosa actitud, como no queriendo ofender al propio presidente, saltando en el intento, de lo legal a la grilla de tercera, propiciando una impunidad y un mensaje que llegará al estudiantado universitario que entenderá que la tesis ya no es aquel documento básico y trascendente que daba pie a la soñada titulación, orgullo de la familia, documento que era la culminación de años y años de estudios. Ahora, así lo entenderán, con facilidad te puedes fusilar, como al parecer hizo la dama no tan dama de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o bien, obtener tu título universitario y hasta la cédula profesional por la gloriosa Universidad de Santo Domingo en la CDMX. Es una lástima porque la UNAM era una de las pocas instituciones limpias que tenía este remedo de nación. También hay que consignar que el ominoso silencio de la SCJ es patético. 

 



DE MANTECA: Veo con cierta curiosidad una imagen del monumento a la revolución en la ciudad de México. Originalmente nada tenía que ver, el hoy mausoleo de los caudillos revolucionarios, con esa función, sino que Don Porfirio Díaz lo tenía concebido como palacio legislativo y no se logró por la llegada de la revolución. 

La reflexión es, para empezar, la manera sobre cómo se nos enseñó la historia oficial, esa plagada de historiadores paraestatales que moldean los acontecimientos del país, al gusto del gobernante en turno. Eso siempre ha existido, desde la etapa neoliberal (AMLO dixit) hasta la de hoy donde “el mejor presidente de la historia ha sido Benito Juárez” o el odio exacerbado y ridículo hacia los conquistadores españoles. 

El caso es que la esa historia oficial que se daba y aún se oye en las escuelas, la que leímos en los libros de texto gratuito nos enseñaban o dejaban el mensaje que la revolución, por supuesto muy necesaria, la hicieron un grupo de amigos o superhéroes tipo Batman, Chupermán y la Mujer Marranilla, y no seres humanos de carne, hueso y un pedazo de pescuezo. Pero bueno, de amigos los revolucionarios, tenían lo que su servidor y trump (siempre con minúsculas) tienen de compadres. La primera etapa de esa gesta es el maderismo que corre de 1910 a 1911, es decir, Francisco I. Madero y seguidores contra el dictador Porfirio Díaz al que logran derrotar; es esta una revolución puramente política. Madero termina asesinado por Victoriano Huerta. Lo que nos lleva a la segunda parte de la revuelta, el huertismo y la revolución constitucionalista encabezada por Venustiano Carranza, período que dura aproximadamente 17 meses y al final cae el borrachín y traidor militar. Luego viene lo que el mismo pueblo llamó “la bola” donde todos querían el poder, se suscita una lucha donde todos le pegan a todos, y unos asesinan a los otros. Al final matan a Zapata, Carranza, Obregón, Villa, Pascual Orozco, Felipe Ángeles y una lista enorme de generales de renombre. 

Pero volviendo al monumento a la revolución; a este en 1936 lo transforman en mausoleo, ya que deciden llevar los restos de los caudillos de la revolufia. Llevaron ahí a Carranza, a Madero, a Plutarco Elías Calles, a Lázaro Cárdenas y a Pancho Villa. No están ahí Zapata porque sus seguidores decidieron que el guerrillero del sur no saliera de Morelos, ni Álvaro Obregón ya que sus familiares tuvieron a bien sepultarlo en Huatabampo, Sonora. Juntitos los demás reposan todos ellos, quizá revolcándose en su sepultura, ya que Carranza mandó matar a Zapata. Villa y Carranza fueron enemigos acérrimos. Tata Cárdenas expulsó del país a Calles y este mandó asesinar a Villa, de cuyo cadáver se dice que no es de Villa sino de una mujer, historia de esas bizarras que luego surgen. Rara manera de conformar la historia nacional. 

Espero sus comentarios, sugerencias y datos interesantes al correo: jori.mosahi@gmail.com