domingo, 24 de septiembre de 2023

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Hace un par de días caminando por la plaza a donde acostumbro ir a tirar la polilla como me lo ordenan mis médicos, me preguntó una persona que iba transitando por el “cuadro principal” de la ciudad en compañía de su hijo: qué dónde estaban las gardenias. La pregunta así de sopetón, me agarró en curva y realmente pensé que me preguntaba por un restaurante o un hotel y le dije ingenuamente: ¿Qué le dijeron que era? Y él me respondió, con algo de mala leche: “me refiero a las flores de gardenia… ¿no es esta la ciudad de las gardenias?” Le respondí que sí era y que había “algunas por ahí” regadas, y hasta le narré la historia de por qué le dicen así a esta ciudad. Torciendo la boca y arrugando el ceño, el visitante se fue un tanto cuanto decepcionado de no ver gardenias en la ciudad de las gardenias. 


Dos de las 23 gardenias que existen en la plaza "Miguel Hidalgo"

Seguí mi caminata matutina y me puse a contar las plantas de gardenia que existen en las ocho jardineras de la plaza: en total 23 y solo se ubican en unas dos o tres de esas jardineras, en el resto no hay ninguna planta de estas, por cierto, originarias de China. Este ha sido desde siempre un tema recurrente y petición que siempre se hace a la autoridad, que se llene el pueblo de gardenias. Recuerdo algunos gobiernos municipales que, en efecto, intentaron colmar la ciudad de gardenias. Cuando existía un camellón en la calzada del panteón, plantaron decenas de plantitas de gardenia, pero desgraciadamente se las robaron. Ojalá que esos malos ciudadanos que gustan de destruir en lugar de edificar y participar en las buenas obras de la comunidad, hayan cuidado las plantas y aún las tengan, florecientes en los jardines o patios de sus casas y que cada vez que huelan tan rico aroma, se acuerden que son unos vulgares ladrones.


Para los que no saben por qué razón tiene Acaponeta ese mote, hay que ir al pasado cuando luego de la llegada del ferrocarril en 1910 a la entonces Villa de Acaponeta, la estación y sus andenes se convirtieron en un lugar obligado de visita y espacio común para la comunidad acaponetense, ya que ahí había todo tipo de vendimias y productos de todos lados de la geografía regional, entre ellos, unas canastitas con plantas de gardenia que se ofertaban en el interior de los vagones de pasajeros del tren, y que, por el fuerte aroma de la blanca flor, perfumaba el lugar. Así, con el tiempo la gente en los carros del ferrocarril decía, “ya vamos a llegar a la ciudad de las gardenias”, nombre que con el tiempo se le quedó. Sería bueno que, unidos, pueblo y gobierno iniciáramos una labor de plantar gardenias en parques, jardines, avenidas, áreas verdes, balcones y camellones, siempre vigilantes que los ladrones de siempre, no se las lleven a sus casas. ¿Cómo ven? Lo voy a proponer a la Junta Vecinal de Acaponeta A.C.


 DE DULCE: Con tristeza vemos el nivel y la calidad de debate que se ve y se oye en la cámara de diputados. Esos 500 dizque representantes de los mexicanos no son como esas aves que cruzan el pantano y no manchan su plumaje, “pior”, los diputados que padecemos y nos sangran criminalmente —salvo muy contadas excepciones— son aves que cruzan el pantano y manchan el pantano. El pasado miércoles, durante la comparecencia del secretario de hacienda, se armó la de Troya y los dilectos legisladores, siendo ellos avezados “parlamentarios” justamente no parlaron entre ellos, ahí se oyeron todo tipo de descalificaciones, desde mentadas de menta, hasta voces que le gritaba una a la otra, porque las “damas” son los que más se distinguieron en este pleito de verduleras, principalmente una chica “trans” que se ha vuelto popular por su boquita de carretonero: “perra”, “naca” y discriminando a una buena parte de la población trabajadora: una legisladora le espetó a la otra “sirvienta”, como si eso fuera un grave pecado o algo de qué avergonzarse.


El debate en el congreso debe existir por supuesto, que unos demuestren a sus pares que tienen sus propias ideologías, creencias y se ofrezcan alternativas de solución a favor de la patria, no de su partido o sus intereses personales. Cada diputado puede estar o no de acuerdo con lo que dice otro que no es de su mismo color político o tendencia filosófica. Las raíces de la palabra “debate” surgen de los vocablos discusión y controversia, pero hoy la llamada cámara baja, está más allá de esa condición de “baja”; literalmente está en el sótano de las inequidades y es una vergüenza convertida en un vil teatro de burlesque donde está bien que un merolico de mercado chafa, llegue con supuestos “marcianos” del Perú, que más semejan monigotes de papel maché echado a perder. La calidad de la diputada trans, quedó para la posteridad en una frase que habrá de adornar el Museo Nacional de los Horrores: “Yo soy la perra del presidente”. ¡Zas!



DE MANTECA:  Se ha hablado mucho de los candidatos, que hoy para tapar lo ilegal, llaman “coordinadores”, para ocupar la presidencia de la república, que han llegado a la etapa previa a las precampañas que inician en noviembre: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, en apretada contienda, esperando un tercer personaje que podría venir de Movimiento Ciudadano u otro aventado que quiere lanzarse aparte de cualquier partido político. Pero a nivel local, o sea, los prospectos que se han ido sumando en el imaginario colectivo de la población acaponetense no son pocos, pero casi no se habla de ellos. 


Comencemos por Morena, donde se mencionan al Ing. Francisco Piña Herrera, actual diputado local y que brincando de partido en partido ha obtenido buenos puestos como dos veces diputado local; regidor, dos veces director de obras públicas y siempre anda cerca de la cobija protectora de la grilla. La gente en la calle que todo sabe, dice que es uno de los favoritos del gobernador y que con eso la tiene segura. Santo Tomás dijo que un buey voló, como puede que sí, como puede que no. Una dama aparece como probable por ese mismo instituto político, Dora Cecilia Espinosa González, quien también se aprecia cercana al Dr. Navarro Quintero, aunque le veo pocas posibilidades porque no se le ve cercana al pueblo, al menos no como lo pudiera estar el Ing. Piña, algo lejano también, pero, como dije, siempre cerca de donde se mueve el abanico. El tercero en esta relación guinda es el propio presidente municipal Manuel Salcedo Osuna, que pudiera reelegirse, aunque yo pienso que va por algo más grande, digamos una diputación federal.

Es penoso ver en qué situación se encuentran los otrora partidazos que partían y repartían el queso: el PRI y el PAN local, totalmente apagados y casi inexistentes, y ni hablar del PRD, noqueado en la lona. Por el Revolucionario Institucional, destaca con brillo propio el dos veces regidor Guillermo Guzmán Jiménez, joven talentoso y de lo mejorcito que le queda a aquella máquina aplanadora que hoy tiene que rebajarse a hacer alianzas imposibles. De Acción Nacional, yo les preguntaría: ¿existe?

Una carta fuerte, pero ella del partido verde ecologista, es la Profesora María Helena Ornelas Domínguez, quien ha venido trabajando coordinadamente con su equipo de muchos jóvenes y ha ido ganando afectos y seguidores. Con experiencia en el área de la administración municipal dado que ya fue regidora y es la actual síndica municipal, se perfila como una de las favoritas de la opinión pública.

Otro regidor apuntado es el amigo Gaspar Tiznado Avilés, quien llegó a esa posición por el partido sutsemista de Águeda Galicia, “Levántate para Nayarit” que tuvo inusitado éxito, ya que el domingo 6 de junio de 2021, los resultados fueron satisfactorios para el poco tiempo que estuvieron trabajando al grado de ubicarse como la cuarta fuerza política de la entidad; colocando a varios regidores en la entidad.

Por Movimiento Ciudadano, hoy en manos del Ing. Javier López Bueno, se autodestapó Anuar Karim Abud Espinosa, y seguramente aparecerá dando su luchita el ex candidato por este partido Francisco Cantabrana Musick. Y ya asoman la cabeza algunos valientes independientes que van alzando la mano como Héctor Algarín Espinosa. No faltarán muchos con amplia trayectoria, que, aunque ya torearon al Miura de las elecciones o campañas pasadas, continúan vigentes, pero ya con el ánimo y la presencia en decadencia como el clan Arellano, que ya mueve una patita en forma de reuniones “con los amigos”.


Cómo sea, se vienen las campañas, llenas de descalificaciones, zancadillas, golpes bajos, fuego amigo, difamaciones, mitotes, pullas y sombrerazos. Todo ello, ricamente escanciado con reuniones numerosas, acarreados de a montón, desayunos y toda clase de promesas que algunos despistados que quieren fundamentar en dádivas baratas como gorras, camisetas, despensas, bolsas del mandado y millones de spots en los medios y miles de bardas pintarrajeadas dándole en la maraca a la imagen urbana. ¡Ufff, que dios nos coja confesados! Bueno nos agarre…