Por: Juan Fregoso
Con amor para ti abuelo, dónde quiera que estés
Recuerdo que en una ocasión, sin proponérmelo,
encontré en el archivo de mi abuelo un libro: se intitulaba “Cómo
enamorar a las mujeres”. Por curiosidad leí algunas páginas, no podía leerlo
todo porque mi abuelo era muy metódico; sabía en dónde guardaba sus
pertenencias, por lo que de haberlo tomado se hubiese dado cuenta
inmediatamente. Además, el respeto que le tuve al abuelo me impidió
adjudicármelo, por eso no tuve la oportunidad como yo hubiera querido, de
sumergirse en la lectura de aquel libro que me pareció interesante, así que
sólo leí algunas páginas en las que el autor, cuyo nombre ya no recuerdo, daba
algunos tips para seducir a las mujeres y que éstas cayeran rendidas ante el
hombre.