Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
DE CHILE:
Algo nos quedó claro a los ciudadanos
de este México Lindo y Querido, que el peor terremoto, no es el de los grados
Richter o Mercalli; o de los meneos oscilatorios y trepidatorios; que más que
el zangoloteo que tira edificios, comercios y casas, el peor movimiento
telúrico lo constituyen los políticos que nos gobiernan o que dizque nos
representan en San Lázaro o la cámara de Senadores.