Por: Juan Fregoso
Acaponeta, Nayarit.-Así como no se puede tapar el Sol con un dedo, tampoco se puede tapar la ineficiencia del director de Obras Públicas Municipales de Acaponeta, el ingeniero en electrónica, Salvador Santoyo Contreras. Prácticamente en la recta final de la administración que encabeza el doctor Saulo Alfonso Lora Aguilar, Santoyo Contreras ha demostrado que el paquete que le confirió el alcalde le quedó demasiado grande. Cualquiera que se de a la tarea de recorrer las calles de la ciudad se podrá dar cuenta del deplorable estado en que éstas se encuentran; llenas de baches y cerros de cascajos o materiales para construcción que imposibilitan el libre tránsito de las personas como de los vehículos. La gráfica exhibe en todo su esplendor la incapacidad del titular de Obras Públicas, cuya responsabilidad fundamental es mantener limpia la ciudad de toda clase de estorbos, máxime cuando se trata de la obstrucción de la vía pública, ya que esta situación podría ocasionar algún percance de lamentables consecuencias.
Sin embargo, todo indica que Salvador Santoyo desconoce sus atribuciones al frente de esta dependencia, pareciera que todo lo quiere arreglar desde el escritorio, lo cual es imposible. El funcionario debería de salir de sus cómodas oficinas para que se percate del estado físico en que están todas las calles; necesita empaparse de la problemática ya inocultable y ponerse a trabajar en este sentido, aunque la gente dice que a estas alturas, al ingeniero Santoyo le vale un comino que las calles estén destrozadas. “Si no se ocupó del problema al principio del gobierno, menos lo hará ahora que el camino de la administración saulista se estrecha cada día más”, opina la ciudadanía.
Si bien es cierto que el director de Obras Públicas no tiene tiempo para establecer una estrategia para resolver los problemas inherentes a su cargo, sí tiene tiempo para cabildear entre aquellos que simpatizan con él, ya que en los corrillos de la Presidencia se ha venido difundiendo la especie de que Salvador Santoyo también le tira a la presidencia municipal en los comicios de 2011. Lamentablemente, su hoja de servicio deja que mucho que desear, pues su trabajo ha sido hartamente pésimo y mediocre, que sólo un ciego se atrevería a respaldar sus ambiciones presidenciales.