Después del ridículo desfile protagonizado por el negro Saulo y sus empleados en el que obligaron a Acosta Naranjo a exhibirse por las soleadas calles de Acaponeta y una vez que éste puso pies en polvorosa, el negro Saulo y sus empleados se dieron cita en casa de éste por la calle Hidalgo en donde ya los esperaba dos bandas de música, con la cual se agasajaron por espacio de 20 horas, desde las dos de la tarde hasta bien entrada la madrugada,
EL (LA) RIVAL MÁS DÉBIL
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Por* Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO*
Si a los políticos (dentro y fuera de MORENA) le dieran la oportunidad de
escoger al adversario más cómodo para la gub...