Por: José B. Algarín González
Se me llamó al terminar la prueba escrita y conociendo yo mi calificación para que escogiera una laminilla, haciendo de
tripas corazón me acerque y tome una al
azar.
La examiné durante
más de una hora y en dos ocasiones fui con el preparador, para insistirle que
esa preparación no la habíamos visto durante el año. La primera vez, sin
levantarse a verla, me dijo...claro que la vimos...búsquele.