miércoles, 19 de agosto de 2009

PIERDEN IMPORTANTES DOCUMENTOS EN LA PRESIDENCIA

En fecha reciente funcionarios enviados por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado con sede en Tepic se apercibieron en la presidencia municipal para practicar una diligencia correspondiente al juicio que se sigue por la demanda presentada por un grupo de despedidos por el XXXVIII ayuntamiento del negro Saulo, la diligencia consistía en que venían a solicitarle al Tesorero Castro y al Encargado del comité de trasparencia y acceso a la información, un tal Pancho, copia certificada de los documentos relacionados a las bajas y supuestos finiquitos de cada trabajador despedido, estos documentos deben obrar, en resguardo obligado, en los archivos de la tesorería, sin embargo resultó que dichos documentos se le perdieron al Tesorero y el Encargado de la Trasparencia no vio ni oyó nada, ni sabe donde podrían estar los documentos perdidos. Lo que le quedó claro a los enviados por el Tribunal es que en el XXXVIII ayuntamiento del negro Saulo hay puro trácala que se burla de la ley y que gustan de hacer perdidizos los documentos que delatarían sus fechorías. Ahora el negro Saulo será también conocido como el Saulo El Loco pues nadie sabe en que estaba pensando cuando designó como encargados de tan importantes documentos a estos dos empleados domesticos suyos, ni hablar, en estas manos santas está confiada la salvaguarda de los archivos de la ciudad, ¿en qué estaría pensando Saulo el Loco al confiar la trasparencia y el acceso a la información a estos dos gitanos? A lo mejor le apuesta a que le pierdan más archivos, le conviene que los documentos se los coman los ratones, asi tapa sus pillerías.

YA LAS ESPERAN EN EL INFIERNO

Qué malo que aún, ya bien entrado el siglo XXI, sigamos teniendo el sindicalismo que sufrimos y, lo peor, que haya todavía trabajadores que se dejen engañar por líderes nefastos y depredadores como esas aves de rapiña que son Agueda Galicia y Luceria Amparo, las cuales con el petate del muerto, cientos de agremiados aborregados con un gafete reclamando tonterías colgado del pescuezo a manera de cencerro y una bandera rojinegra, preteden poner en jaque a unos municipios pusilánimes que no han querido entrarle al toro y agarrarlo por los cuernos, por muy Agueda que sea la doña.La toma de las instalaciones y edificios municipales de Tecuala por trabajadores del SUTSEM, que durante décadas han vivido medrando del erario público y a los cuales la palabra "trabajar" es para ellos tan solo un mero accidente gramatical y nunca un verbo que conjugar, nos demuestra el poder que tienen estas "distinguidas damas". ¿No será hora de que los ayuntamientos se unan, en un solo bloque --los 20, del partido que sean--, para hacer frente a este vampiro chupeteador en que se ha convertido el SUTSEM? ¿Que en bola, los presidentes municipales, apoyados por un pueblo cansado de mantener a tanto vaquetón, le griten un rotundo ¡NO! a Agueda, sus seguidores y a las irreales y risibles peticiones?Los trabadores del sindicato de burócratas, esos que entran a "laborar" a las 9 horas y salen a las 14, apenas cinco horas después, tienen infinidad de prestaciones, prebendas y beneficios, que a costa del pueblo se les dan SIN PREGUNTARNOS, trabajando solo 25 horas a la semana. Así y todo, quieren más los lindos y producir menos.A todas luces los 500 mil pesos de dizque ahorro, con que Luceria y Agueda quieren transar al gobierno de Beto Parra, es completamente ilegal y absurda en un país en crisis económica.Pero a estas dilectas señoras, lo que el pueblo diga y sus representantes populares, les vale un soberano cacahuate.Únanse señores Presidentes Municipales, ya basta de tanta soberbia, ridiculez y faramalla de estas lidercillas de cuarta, que verían con buenos ojos el regreso a los cacicazgos y de los síndicatos corruptos. Estas señoras, sueñan con emular las "acciones, logros y ejemplo" de "preclaros y heroicos mexicanos" como Fidel Velazquez, Jongitud Barrios, Hernández Galicia "La Quina", Luis Gómez Z., Napoleón Gómez Urrutia y otras alimañas, algunos de los cuales ya las esperan en el infierno. Ahora sí me encarbonoté. (Pepe Morales)