Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
Tratar de, en breves minutos, hacer una apología a la labor que realizan los profesores que han tenido a bien dedicar buena parte de su vida a la nobilísima tarea de integrar niños y jóvenes con capacidades diferentes a la educación regular, es sin duda quehacer imposible, porque más allá de los conceptos, apreciaciones y puntos de vista que cualquier autor pudiera tener sobre el tema, los alcances de su obra, van mucho más allá de lo que percibimos a simple vista. Puedo conjeturar y solo de lejecitos, el corazón que se requiere para enfrentar los retos que supone una empresa tan solidaria, como esta de integrar, de incluir dicen ellos, a jóvenes que tienen ciertas capacidades
Tratar de, en breves minutos, hacer una apología a la labor que realizan los profesores que han tenido a bien dedicar buena parte de su vida a la nobilísima tarea de integrar niños y jóvenes con capacidades diferentes a la educación regular, es sin duda quehacer imposible, porque más allá de los conceptos, apreciaciones y puntos de vista que cualquier autor pudiera tener sobre el tema, los alcances de su obra, van mucho más allá de lo que percibimos a simple vista. Puedo conjeturar y solo de lejecitos, el corazón que se requiere para enfrentar los retos que supone una empresa tan solidaria, como esta de integrar, de incluir dicen ellos, a jóvenes que tienen ciertas capacidades