lunes, 11 de enero de 2010

AGUINALDOS DE 70 MIL PESOS EN ACAPONETA

Por Bartolomé Hernández



En un sondeo aleatorio realizado en los principales poblados del municipio de Acaponeta, ocho de cada diez personas opinaron que el trabajo realizado hasta el día de hoy por el presidente municipal Dr. Saulo Alfonso Lora Aguilar ha dejado mucho que desear. El desempeño del alcalde de Acaponeta fue calificado por los entrevistados como mediocre, como el peor en los últimos trienios, “nos equivocamos rotundamente” “sólo ha dado atole con el dedo” aseveran sus coterráneos, quienes puntualizan que no ha hecho nada a pesar de que en su campaña prometió trabajar denodadamente a favor de Acaponeta”. En este contexto, las personas consultadas revelaron que el discurso de Saulo Lora estuvo impregnado de demagogia pura, de un doble lenguaje, pues éste se comprometió en su calidad de candidato a estar en permanente contacto con el pueblo para dar solución a los problemas que este padece. Asimismo, asumió el compromiso de apoyar a los sectores más vulnerables, sobre todo en las poblaciones marginadas, también se comprometió a resolver el problema de abasto de agua, pero hasta el día de hoy solo es una promesa incumplida y el servicio está peor que nunca y él ni hace nada para atender las necesidades de la gente que le dio su voto, creyendo ingenuamente en su persona. Por si fuera poco, el alcalde “está divorciado” del diputado por el distrito XVIII de Acaponeta y de Huajicori, con quien debería mantener una estrecha relación para llevar a cabo un trabajo en equipo y mucho más eficiente. Probablemente, expresa la gente, esto se debe a que el alcalde Lora carece de una ideología definida, como él mismo lo ha reconocido en varias entrevistas que ha dado a los medios en las que grita: “nunca ha sido militante del PRD ni de ningún otro partido, y que el cargo que hoy ostenta se lo debe al pueblo”, aseveración que sólo provocó la hilaridad y la burla de la gente, ya que todo mundo sabe que Saulo Lora es hijo putativo del amasiato de los perredistas Catón y Acosta Naranjo, lo que demuestra que este señor no tiene ninguna seriedad ni respeto alguno por el pueblo, el mismo que lo llevó al poder, según presume y al cual tiene abandonado. Lo cierto es que hay una gran decepción entre los acaponetenses que hicieron presidente municipal a un hombre sin oficio político, sin sensibilidad social, que sólo se preocupa por el bienestar propio y de su familia, a quienes tiene ayudándole a vaciar las arcas del municipio. En Acaponeta, su fama de “Casanova de rancho” se ha extendido escandalosamente para vergüenza del pueblo que dice gobernar. Al fin y al cabo, comentan los entrevistados, que mientras esté medrando de los impuestos del pueblo se puede dar una vida sultanesca, dando aguinaldos de 70 mil pesos a sus queridas, qué le importa entonces que a nosotros nos cargue la fregada, luego, con sorna remataron los entrevistados: “lo que tenemos en palacio municipal es un simple remedo de alcalde que no ha servido para nada”, y con estos dichos concluyeron.