Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
DE CHILE: Uno de las mayores críticas que se le han hecho siempre a la clase política, es su hipocresía, que es el acto de fingir tener sentimientos o cualidades que no se tienen en realidad. Hace muchos años, siendo su servidor un adolescente, viaje a unos predios cerca de Querétaro, donde el papá de unos amigos criaba toros de lidia. Por la noche, ya de regreso a la Ciudad de México donde vivíamos todos, el papá de mis amigos, nos sirvió un café cargadísimo y unas galletas “Marías”.
Supongo, que mis amigos, acostumbrados a ese café, nada dijeron, pero yo ni café tomaba, así que aquel “caldo” fue un auténtico sufrimiento. Con trabajos me acabé la tacita, que se me hizo eterno. El señor de los toros, preguntó: “¿Quieren más?” Supongo, que impresionado por la presencia muy adusta de esta persona y porque no había la menor confianza, respondí que sí quería más. Esa hipocresía de simular que aquel café era una maravilla, me costó, otra vez, hacer caras, atiborrarme la boca de “Marías” y penar largo rato.
La palabra hipocresía proviene de las raíces griegas que indican una cualidad; es decir “fingimiento de cualidades u opiniones”. Nuestros “amados” polítiquicastros nacionales, fingen todo el tiempo, siempre lo han hecho y los de la transformación de cuarta, siguen la tradición.
Total hipocresía es lo que se demostró en el triste y penoso caso del despreciable diputadete Cuauhtémoc Blanco. Todos los que votaron a favor de que se desechara la posibilidad de desafuero, evidenciaron una hipocresía marca ACME, porque todos ellos, por fuera y regularmente frente a las cámaras y los micrófonos, defienden a capa y espada a la mujer y están decididamente en contra de la violencia hacía las féminas. En la votación olvidaron todo eso y se fueron por el voto a favor del violín ex futbolista.
No se diga las legisladoras morenistas, que detrás del “Cuau”, gritaban a grito pelado y de la forma más lacayuna: “¡No estás solo!”, pero afuera, en el día de la mujer y eventos similares, se visten de morado o con pañoletas verdes o moñitos naranja y son capaces de aventarse desde el Cerro del Chapulín como hizo Juan Escutia, defendiendo el honor del género femenino.
Hipócrita fue también la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al sumarse a ese pretexto de un expediente dizque mal armado en contra del corrupto ex “desgobernador” de Morelos, echando a la basura su manida frase de “llegamos todas”, habría que añadir “…menos la hermana del jorobado”.
Ni hablar de la meramente de la Secretaría de la Mujer, órgano burocrático en manos de la tal Citlalli Hernández, quien presume en los portales oficiales que su secretaría que “coordina las acciones y políticas públicas que se implementan a nivel nacional para promover las condiciones para avanzar hacia una vida libre de violencias para niñas, adolescentes y mujeres en México.” Pavadas, solo hipocresía.
Asimismo, es notable la hipocresía de Fernández Noroña, al viajar a un dizque congreso mundial, a dar un discursillo de cinco minutos en los que solo había cinco o seis personas allá en Francia, a donde llegó viajando con gran boato, subiendo fotos a las redes, disfrutando de la vida y celebrando su cumpleaños a todo lujo, todo a costa del erario, e hipócritamente poniendo en alto a la multicitada “austeridad franciscana”.
Por supuesto, toda esa
hipocresía no es de ninguna manera invento de Morena. Desde 1910, y al arranque
de la Revolución Mexicana, la grilla totonaca ha estado marcada por la
corrupción, la hipocresía y el abuso de poder. Aquí lo que duele, es que Morena
y su iluminado creador, juraron y perjuraron que eso no habría de repetirse y
mire usted amable lector la triste realidad… pura hipocresía y doble moral.
DE DULCE: Bueno, y si todo fuese verdad y el ciego fuera yo…digamos por ejemplo, si Cuauhtémoc Blanco, es un hombre probo, ejemplo de ética, que de ninguna manera quiso violar a su mala hermana que solo pretende sacarle dinero…
Y si el sistema de salud, está por arriba de Dinamarca o, es la mejor del mundo, con hospitales equipadísimos, suficientes médicos y camas para pacientes que son atendidos con respeto y deferencia; contentos por la cobertura a todos los pobladores del país y con medicamentos suficientes…
Y si el Tren Maya, en ratos parece el metro de la CDMX de tan lleno de turistas que abarrotan sus vagones, lo que habla que pronto se pagará la inversión, esa que --con mucha pertinencia y oportunidad, se marcó como asunto de seguridad nacional y no supimos cuánto costó--…
Y si la refinería de Dos Bocas, supera por mucho a las extranjeras y deja muy atrás a las tres más productivas del planeta: Jamnagar de la India, Paraguaná de Venezuela y SK Energy Co., de Corea del Sur, produciendo cientos o miles de litros en gasolinas, diesel y aceite…
Y si en verdad Pemex, no está tronada y tiene ganancias superiores a las de Shell, ExxonMobil, Chevron y hasta los consorcios árabes…
Y si en verdad en crimen organizado está controlado y no son dueños de buena parte del territorio nacional y que si trabajan con el gobierno es solo ofreciendo honestos apoyos económicos para los más necesitados, porque es verdad que “primero los pobres”…
Y si en verdad no hay tantos homicidios dolosos y son solo producto de la ilusión óptica de los medios y "fachos", y los desaparecidos son solo berrinchudos jóvenes que solo quieren fiesta pero no estudiar y que enojados se van de casa…
Y si en efecto, en México no se produce fentanilo, sino solo maíz, frijol, trigo, sorgo, hortalizas frescas y sanas, así como enorme variedad de frutas, porque el campo florece como nunca, siempre verde y los tractores a toda máquina…
Y si los pobres cada día son muchos menos, porque la economía nacional va boyante con buen rumbo al futuro y con crecimiento financiero, como la espuma siempre hacia arriba…
Y si verdad la “Nueva Escuela” mexicana, viene dando prodigiosos frutos académicos en las escuelas, todas ellas de primer mundo, con maestros trabajando alegres de tan contentos y estudiantes con mentalidad científica…
Y si tenemos las mejores carreteras del mundo y un aeropuerto orgullo nacional como es el AIFA, tan eficiente como la macro farmacia…
Y si Yasmín Esquivel sí investigó y terminó su tesis ella solita y tiene la estatura de dos grandes juristas, honra de la patria Arturo Zaldívar y Lenia Batres…
Y si en verdad yo solo soy un fifí, neoliberal y facho…Y si...Y si...Y si...
DE MANTECA: Recientemente estuve como invitado a presentar mi libro “Ulises Criollo Abatido”, en el vecino municipio sinaloense de Escuinapa. Me tocó estar presente en un breve homenaje que hicieron al notable escritor de esa población, el reconocido profesor Dámaso Murúa, excelente narrador quien falleció en 2019 y es autor, entre otros muchos títulos, de “El Güilo Mentiras”, donde hace una extensa recopilación de historias de un personaje popular que fue Don Florencio Villa, y ahí, en ese homenaje celebrado en la Universidad Tecnológica de Escuinapa, se escuchó, en una vieja grabación la voz de este célebre personaje, que guarda una gran similitud con nuestro Márgaro Guerra, aquel también popular personaje que, mientras vendía fresca agua de cebada en el mercado “Corona” de Acaponeta, contaba barbaridades muy al estilo del Güilo Mentiras.
De hecho, hay
una historia que los dos comparten, la de aquella mañana en que Márgaro —o bien
el Güilo—, se fue de cacería al monte y le brincó de pronto un feroz jabalí al
que rápidamente calmó con un hachazo a la cabeza, que oportunamente le lanzó, pero el
animal logró huir y perderse en la selva. Al año regresó Márgaro y de pronto,
de entre los matorrales, salió el jabalí con el hacha clavada en la frente, y
detrás unos jabatos, todos con una hachita ensartada en la cabeza. ¿Quién se
fusiló a quién? No lo sé y para no meterme en líos, mejor no pregunté.
Hay una historietita de estas del Güilo titulada como "El tigre ensillado", donde narra la aventura que pasó cuando se vino a las fiestas de Huajicori, a las que no quería ir a pie, “pues como tengo 120 años, ya no me queda ni aguanto echar andadas tan largas”.
Por ello pidió prestado un burro a su compadre Ñengo, y así se vino a las fiestas, prometiendo, cuidar al pollino como si fuera suyo, mismo que dejó a las afueras del pueblo de Huajicori, amarrado a un roble. Ya en el interior del poblado, muy alegre Güilo se fue al baile y entrado en tragos, acordó que tenía que regresar a Escuinapa, y le pareció bien partir a la una de la mañana, por lo que fue donde el burro, él borracho y la noche muy oscura, notó que el borrico se resistía a ser ensillado, “pero yo llevaba como quince litros de vino en el estómago y en ese estado, no iba a dejar que un burro cualquiera me venciera”.
Logró ponerle la silla, no sin notar que el burro le tiraba fuertes mordidas como queriendo arrancarle el brazo. Así se fue rumbo a Escuinapa. En el camino, alguien le gritó que se apeara inmediatamente del animal, Güilo preguntó por qué y le dijeron que venía cabalgando un tigre, mismo que murió de cansancio al llegar a Escuinapa y a su compadre Ñengo, no tuvo más que darle la piel del tigre y con el producto de ella se compró treinta burros, con los que ahora se lleva acarreando leña.
Tal vez, y
solo tal vez, Güilo, en una de esas visitas a Huajicori y por ende a Acaponeta, conoció a Márgaro Guerra y compartieron historias.… ¡Reciban
mis saludos amables amigos, y recuerden que solo con el corazón se puede ver
bien, lo esencial es, invisible para los ojos, salud para todos!