UNA PROPUESTA PARA EL PROBLEMA DEL AGUA EN ACAPONETA

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

     Siendo presidente municipal de Tepic el Sr. Justino Ávila, que al decir de los tepicenses, fue uno de los mejores que ha tenido la capital del Estado, se presentó a su oficina una mujer que, con tono compungido, rogaba al primer edil de ese municipio, le condonara "al menos" el 50% de su deuda con el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Tepic (SIAPA),

y no era poco lo que debía la dama, por el contrario, era una suma elevada de varios años de no aportar la cuota. Don Tino, como era conocido por todos, llamó al responsable de esa dependencia y le comentó lo que solicitaba la dama y le dijo: "te me vas a la casa de la señora y si ella tiene conexión a, telecable, no le condones ni un centavo".  Con los ojos desmesuradamente abiertos, la mujer quiso protestar, pero finalmente acabó confesando que, efectivamente, tenía telecable y que no pagaba el agua "por olvido". Justino Ávila, seguramente le echó un rollo sobre las prioridades y las dificultades que tenía SIAPA por la morosidad de cientos de usuarios que deciden no pagar el vital líquido, pero la doñita tuvo que apoquinar lo que debía.

     Con esto, que no solo sucede en Tepic, sino en toda la nación, incluyendo por supuesto al municipio de Acaponeta, nos queda claro que el problema del servicio del agua, no es solo una responsabilidad de la autoridad, trátese de la que se trate, sino que hay también obligaciones muy serias e importantes, que en veces los ciudadanos no realizamos, entre ellos, el pago que debemos hacer para que las cosas sigan funcionando. Es increíble que a "estas alturas del partido" haya gente que piense que el agua debe ser gratis "porque la manda diosito", o que el líquido se extrae directamente del cauce río, como si este transportara agua limpia y potable lista para llevarla directamente a las válvulas caseras.

     El problema de abasto de agua en Acaponeta, es gigantesco, enorme y requiere de muchos millones de pesos para resolverse, ya que implica, entre otras cosas, sacar las galerías filtrantes de enmedio del cauce del arroyo con todo y la tubería, esa que siempre se llevan las corrientes salvajes del hermano río; buscar nuevas fuentes de abastecimiento --y esto no es tan fácil-- que tengan el aforo suficiente y contengan aguas de calidad y aptas para el consumo humano. Los tanques de almacenamiento deben estar en buenas condiciones y hay que reconocer que el actual ayuntamiento ha construido un nuevo tanque --aunque una persona dijo: "y para qué, si no hay agua"--. Asimismo sumar a esto, el estado de la tuberías de agua que corren subterráneas por las vialidades de la ciudad, al parejo con un sistema de drenaje que en algunos casos es sumamente antiguo aún con tubería de concreto. La potabilización del vital líquido con su debida cloración, y aquí me detengo un poco para dar a conocer los porcentajes promedio del 2018 en Nayarit, donde Acaponeta tiene el último lugar entre los 20 municipios de la entidad con apenas el 56% de cloración, siendo el más alto el municipio de Xalisco con 98%, hay que decir que por muchos años Acaponeta fue el líder en este rubro alcanzando muchas veces el 100%, lo que era un ejemplo para todo Nayarit, hoy estamos en el sótano de la tabla.

     Siguiendo con la relación de problemas, existe también el del alcantarillado que en la mayoría de los casos y en los que funcionan, están azolvados y llenos de basura por la inconsciencia de la población que arroja, con manera vergonzosa, la basura a la vía pública o saca las bolsas de desperdicios por las noches o mucho antes de que pase el camión recolector. Pudiéramos pensar hasta en la adquisición de un camión "Vactor" pagado por los municipios de Acaponeta, Tecuala y Huajicori

    El mantenimiento y ampliación del malecón-bordo de contención del río Acaponeta, así como el de las mentadas compuertas, la prohibición y fuertes sanciones a quienes ocupen espacios por cierto federales a orillas del río o en las canaletas que llevan el agua pluvial al cauce de ese gran arroyo.

     Capítulo aparte merece el rubro del saneamiento de algunos puntos importantes del sistema hídrico de la ciudad de las gardenias: el arroyo de La Viejita, que tanta atención mereció en el gobierno anterior, fue despreciado por el actual y lo que se había ganado regresó a lo que era, un muladar y una corriente de agua contaminada, apestosa e inútil. Lo mismo la laguna que se halla cerca de Las Mojoneras. Los cárcamos de bombeo que merecen todo el tiempo especial atención y mantenimiento, debo decir que ignoro en qué situación estén actualmente, pero es algo que entra en la problemática porque luego quedan totalmente en el olvido y hay que recordar son los que sacan las aguas negras hacia la planta de tratamiento de aguas residuales allá en terrenos de San José de Gracia, planta que desgraciadamente también la olvidan a ratos, sirviendo entonces para 73 cosas: para nada, para nada, para nada y para 70 fregadas. Estoy convencido que en Acaponeta no tenemos la capacidad para reciclar el agua y menos, como hacen en otros lugares, recolectar y darle uso al agua de lluvia.

     Por supuesto, la parte que le corresponde a los usuarios: primero el pago de la tarifa que si lo vemos en forma realista es barata, porque el agua escasea en todo el mundo y, Acaponeta no es la excepción, ya bien lo dijo alguien por ahí, las próximas guerras en el mundo, no será por el petróleo, sino por el agua, ya que menos del 1% del total acuífero del planeta, es alto para consumo humano. En este tema, hay que decir que existe una gran impunidad en el servicio del agua, unos pagan todo el año y otros por años no pagan nada y, como de dice coloquialmente, "lo que no es parejo es chipotudo"; la pregunta es: ¿les cortan el servicio a estos morosos? Algunos dicen, y no les falta razón, que ellos son cumplidos y no se retrasan ni un mes, pero luego llega una autoridad "samaritana" que grita a los cuatro vientos: "¡Borrón y cuenta nueva!" condonando a los incumplidos y no regresando ni un centavo a los que sí pagan. Lo grave es que actualmente la mitad de los usuarios --tal más-- no pagan la cuota que les corresponde.

     Otra bronca es cuando los usuarios conectan una bomba directamente a la tubería de la calle, dejando sin gota a los vecinos, y esto es muy común porque lo que permea es la ley de la selva, la del más fuerte, la del egoísmo y el "mevalemadrismo", ante una autoridad que nada sanciona y en ratos es "acuachadora".

     Hay una --no sé si llamarla dependencia-- en el Ayuntamiento que se llama "El Espacio del Agua", que creo que no cumple con su función de hacer conciencia entre los ciudadanos, principalmente los niños, sobre el cuidado y uso racional del líquido que nos da y sostiene la vida. El desperdicio es enorme, ya que gente de todas las clases sociales, pensando que hay mucha agua en río y en el mar, lava carros como si fueran los vagones del Metro de la CDMX; señoras, algunas emperifolladas y "fifí", barren sus banquetas con el chorro que sale de la manguera; todos, todos tenemos fugas de agua en nuestros sistemas hidráulicos domésticos. Es notorio y vergonzoso saber que la población que más desperdicia el agua en el mundo es la Ciudad de México con el 44%, Amsterdam en Holanda desperdicia solo el 4%, según datos de la OCDE. 

     El crecimiento de la ciudad, lenta pero inexorable, causa también la escasez del agua del subsuelo...en fin, son muchos y muy graves los problemas a los que se enfrentan los Ayuntamientos de Acaponeta, los cuales no han entendido que ese nebuloso tema, no es asunto o contenido fútil de campaña política, no es con promesas como se acabará esto que hoy nos agobia y que representa para la autoridad municipal un dolor de cabeza, sino con un proyecto integral en el que participemos todos y, lo más importante, que se le dé continuidad, porque este propósito no se soluciona en tres años o un gobierno municipal, es una cuestión de varios trienios. El gran conflicto es que, en materia del municipio, la vida dura tan solo tres años, lo que hace un gobierno es depreciado total y sistemáticamente por el que le sigue. No importa si lo que se hizo estuvo bien hecho o fue de beneficio trascendente para la población; al siguiente "le vale madres" y olímpicamente lo repudia o lo avienta al olvido. Así no vamos a llegar a ninguna parte y seguiremos "per secula seculorum" sufriendo el desabasto de algo tan vital como es el agua potable.

     Por ello, propongo la siguiente acción en la que todos participemos y logremos resultados concretos, definitivos y eficaces a través de una participación comunitaria, donde la autoridad municipal, cualquiera que sea, del color que tenga, entienda que la moderna forma de gobernar es hacer que todos los ciudadanos sintamos que las obras las hacemos todos --no con consultas manipuladas, condicionadas e ilegales-- no solo el gobierno, todos.

     Desde luego, corresponderá al gobierno municipal de Humberto Arellano Núñez, iniciar lo conducente a través del Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Acaponeta (OROMAPAS) y quizá de la Dirección de Planeación y Desarrollo, elaborar ese proyecto integral que contemple, a largo plazo, la resolución de los problemas mencionados y los que vayan saliendo, siempre con la mira, en la inteligencia y acuerdo, de que si ellos no pueden resolver en lo que les toca de período gubernamental, el que sigue lo debe continuar justo donde este lo dejó el saliente y así sucesivamente hasta concluir o llegar a un punto donde el conflicto del agua no sea lo que hoy es...un sistema que nos da a duras penas nos avienta tres o cuatro horas del necesario fluido un día sí y otro no.

   Pero para garantizar que los diferentes ayuntamientos o gobiernos municipales cumplan con esta disposición, debemos ser nosotros, los ciudadanos los que vigilemos ese acuerdo, por ello, es necesario que se lleve a cabo "un pacto", mismo que habrán de firmar el actual gobierno, los partidos políticos aún con vida, los grupos organizados como la Junta Vecinal de Acaponeta A.C., las Damas Voluntarias de Acaponeta A.C., el Colegio de Médicos, el Grupo Ecologista Acaponeta A.C., y el resto de las asociaciones civiles, así como los siempre propositivos e importantes clubes de servicio hoy un tanto alicaídos, Rotarios y Leones; sindicatos de maestros, albañiles, músicos, cargadores, empleados de Maseca, etc.; representantes de escuelas primarias, secundarias, escuelas técnicas, bachilleratos, la Normal y la Universidad. Ese mismo documento lo pueden signar ex presidentes municipales como Malaquías Aguiar Flores, Efraín "El Gallo" Arellano Núñez, Martín Aguilar Rodríguez, Dr. Saulo Lora Aguilar, Prof. Enrique Jiménez López, Ing. Héctor Servando Sierra Martínez e Ing. Jorge Ortiz Escobedo, todos ellos a los que afortunadamente tenemos todavía por aquí. Ex diputados locales como Lic. Antonio Sáizar Guerrero, Dra. Blanca Yessenia Jiménez Cedano, Ing. Francisco Piña Herrera, Ing. Javier Cosío Mayorquín, Dr. Roberto Contreras Cantabrana, Rosalío Pardo Viera, Camilo Contreras Cantabrana, los que me faltaron y por supuesto los actuales Manuel Salcedo Osuna e Ivonne Díaz Tejeda. Artistas reconocidos como Vladimir Cora, Nicolás Contreras Sánchez, Tito Chávez Pérez, Abigail Villalobos Quintero, etcétera, etcétera, etcétera, en pocas palabras: "las fuerzas vivas de Acaponeta".

     Enterando a los legisladores actuales, los senadores Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero, Profa. Cora Cecilia Pinedo Alonso, Gloria Elizabeth Núñez Sánchez, los diputados Miguel Pavel Jarero Velázquez y los que se sumen, sean de este distrito o no, como los eternos Margarita Flores Sánchez y Doña Martha Elena García Gómez, que siempre que vienen a nuestra ciudad, dicen que la adoran y aman. Por supuesto a la Comisión Estatal del Agua y a los muchos paisanos de aquí y de allá, que pueden a veces mover los hilos que hacen bailar al muñeco.

¿Quién quiere firmar?