Por: LEC MF Anuar Abud (abud.anuar@hotmail.com)
“No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto” Así decía Albert Einstein (1879-1955) Científico nacido en Alemania, nacionalizado estadounidense. Era uno de los científicos más conocidos y trascendentes del Siglo XX. Resulta paradójica la aseveración de Einstein, ya que por muchos es considerado un visionario.
La mayoría de los economistas estamos entrenados en una disciplina llamada econometría, que es más que nada el intento de utilizar una ciencia exacta para explicar una ciencia inexacta: pronosticar el futuro. Tal vez, esta sea la causa por la cual se hace mofa de los economistas diciendo que el 50% del tiempo nos la pasamos diciendo que va a suceder en el futuro y el otro 50% del tiempo explicando porque no sucedió.
Entonces ¿Cómo se puede pronosticar el futuro? Hombres considerados visionarios como Einstein, versados en las ciencias exactas, a la hora de ir más allá, utilizan la prospección, siendo esta la capacidad de establecer probabilidades futuras basándose en hechos presentes. Pero cuando se trata de trascender y ver más allá de las probabilidades, entra en juego lo que realmente convierte a los hombres en visionarios: ver desde el futuro hacia el presente. En otras palabras, imaginan el futuro y tienen el liderazgo para hacerlo realidad. El futuro no existe, ellos lo crean.
Imagine usted que está en Acaponeta, y utilizando su imaginación, visualiza un Acaponeta donde no existan cables de energía eléctrica ni postes. Esa es su visión del futuro. ¿De quien depende de que se haga realidad? De usted. ¿Cómo es posible? mediante el encargo y el “enrolamiento” dos de las cualidades centrales del liderazgo. El encargo es el compromiso que uno siente para llevar a cabo las cosas, y el enrolamiento es la capacidad de conversar con otros acerca de nuestra visión del futuro y explicarla desde el punto de vista del otro. Es decir, hacer que los demás visualicen sus propios beneficios. La conjugación del encargo y el enrolamiento llevan a la acción, la fuerza poderosa que hace realidad la visión del futuro.
Si su visión es la de un Acaponeta sin cables ni postes, y usted siente el encargo de que se eliminen, sólo basta conversar con otros acerca de los beneficios de no tener cables ni postes, y ejecutar las acciones que los llevaran a eliminarlos. Entre más converse acerca del asunto, irá creciendo y ampliándose su círculo de influencia, y su conversación será la que gobierne.
¿Sabía usted que es posible eliminar los postes y cables de luz? Hoy por hoy muchos pueblos que viven del turismo, utilizan el cableado subterráneo, esto como una cuestión de estética que les deja beneficios, ya que los turistas pueden apreciar y disfrutar mejor las fachadas de los edificios históricos… ¿Sabía que al utilizarse cableado subterráneo se eliminan riesgos? Las estadísticas no mienten, en ciudades donde se ha establecido como norma el cableado subterráneo, nadie ha muerto electrocutado, es obvio. ¿El cableado subterráneo hace más barata la energía eléctrica? Si, imagine pagar menos, la CFE tiene una tendencia a establecer tarifas más baratas en las zonas donde se tiene cableado subterráneo, ya que se elimina el robo de energía mediante los conocidos “diablitos”… ¿Alguna vez se ha puesto a imaginar cómo se vería la fachada de su casa sin ese poste o esos cables? Los postes y los cables estorban, y en cualquier momento le ponen uno a la entrada de su casa, ya que la CFE no pide permiso para hacerlo, con la consiguiente afectación a sus intereses, imagine que de la noche a la mañana le pongan un poste en la puerta de su negocio. ¿Cómo le afectaría a usted? Por último, no se preocupe por los postes para el cable de teléfono, ya viene la tecnología inalámbrica en la comunicaciones para teléfonos fijos, estos postes se van a ir solos, preocúpese por los de la Luz… ¿Qué acciones propone para que nos deshagamos de ellos? ¿Ud. Qué opina?
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