domingo, 7 de junio de 2009

ACUSAN DE PREPOTENTE A FUNCIONARIO DEL AYUNTAMIENTO

A LA SOCIEDAD EN GENERAL.
El contralor municipal Pablo Márquez Benínez, es uno de los peores funcionarios del gobierno saulista. Es un sujeto prepotente, frustrado, y esa frustración la ha venido descargando en contra de los demás dizque servidores públicos e incluso contra humildes trabajadores que prestan sus servicios en el área de protección civil. Este pobre mentecato que se cree una lumbrera cuando no es más que un corruptazo de primera, pues cuando fue gato de la empresa Maseca se vio involucrado en un descomunal fraude junto con otros pillos que ahora figuran como honestos y prósperos empresarios. Y que el jorobado no nos vaya a salir que esto es mentira porque hay testigos dispuestos a hablar si así fuere necesario, porque es tal su indignación que no titubearían en presentarse ante los tribunales para exhibir a este ratero de “cuello amarillo”, que quién sabe por qué el ingenuo de Saulo le dio un cargo tan importante como delicado en donde se requiere tacto y amabilidad para tratar a la gente. Pablito es afecto a las bebidas embriagantes y cuando se pone como cosaco se vuelve más agresivo, más pendejo de lo que está, al grado de sentirse la Mamá de Tarzán. Si en su “sano” juicio, si es que lo tiene, comete actos abusivos contra la gente, ya ahogado de alcohol y quién sabe de que otras sustancias se convierte en un orangután que arremete con todo lo que hay a su alrededor. Prueba de ello es que a finales de mayo en “El bar Ciudad Roja”, haciendo gala de sus instintos criminales agredió verbalmente a un trabajador de Protección Civil, el jorobadito estuvo a punto de golpearlo y lo hubiera hecho de no ser por la intervención de sus acompañantes. Ciertamente, Pablo Márquez no llegó a los golpes, pero si se dio el lujo de insultar hasta más no poder al pobre empleado de Protección Civil, sólo porque el trabajador pidió un bote de cerveza, lo que al “flamante” funcionario no le pareció, ya que únicamente los “altos funcionarios” como él tienen derecho a emborrarse con los impuestos del pueblo. Total que el bandido contralor en “ejercicio de sus atribuciones” encarceló al empleado, presumiendo que cuenta con el respaldo del director de seguridad pública, ya que según el jorobado tiene vínculos familiares con éste. A pesar de que este incidente fue del conocimiento de todo el pueblo de Acaponeta, Saulo Lora ni se dio por enterado supuestamente y sigue manteniendo en el puesto a este funcionario con antecedentes delictivos registrados en la empresa Maseca, de donde fue despedido precisamente por rata. Y es una vergüenza que Saulo tolere a esta clase de crápulas sin escrúpulos, sin principios morales ni éticos, que sólo sirven para maltratar, escudándose en el poder, a la gente como a sus propios compañeros de trabajo, porque al fin y al cabo, el jorobadito no es más un simple gato de angora que percibe su sueldo de los impuestos que paga el pueblo. Y éste ya está hasta la madre de funcionarios soberbios, altaneros, que creen—, porque no piensan—, que todo el tiempo van a estar pegados a la ubre presupuestal, cuando no son más que meros inquilinos o aves de paso de la vieja casona ubicada entre Morelos y Puebla. Atentamente Familia Bañuelos de Acaponeta.

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