lunes, 7 de septiembre de 2009

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
No soy muy afecto a las cosas diabólicas, ni siquiera creo en la existencia del chamuco, sin embargo, hay días que parece que se desatan todos los diablos. Tal es el caso de los últimos acontecimientos que se dieron en Acaponeta, en la pasada demoníaca semana: primero el caso del Contralor, que decidió –mala idea— cambiar las llantas de una camioneta de Protección Civil a la suya. Sí, sabemos todos que el Contralor debe salir a las comunidades a atender asuntos relativos a su cargo, como supervisar lo que hacen las Consejos de Atención Ciudadana, es verdad que los caminos a esas localidades, algunas de ellas en la zona serrana, son casi imposibles de transitar, sobre todo en temporada de lluvias; pero eso no justifica hacer uso de los recursos públicos, para fines personales, porque finalmente ese mismo vehículo lo lleva a su casa, lo trae al centro, va para el mercado, seguramente a la playa y ninguno de esos lugares tienen que ver con el trabajo municipal; sin duda fue una mala decisión que nadie ve con buenos ojos y menos aún tratándose de la persona encargada de vigilar que eso no suceda. Sin duda cosas de Belcebú, que en ocasiones mal aconseja a los pobres mortales, como Pablo Márquez, el Contralor, el amable lector o su servidor que en ocasiones también tiene ideas mafufas y fuera de lugar. Ya parezco disco rayado, pero a lo largo del gobierno de Saulo Lora Aguilar, lo he mencionado, una y otra vez, cuidar los detalles es esencial en un gobierno que por una u otra causa, no ha conseguido convencer al pueblo. Insisten los funcionarios municipales en regar el tepache a la vista de todos, sin entender que los jitomatazos y los huevazos los recibe directamente el galeno metido a alcalde. Para cosas como esas hay muy pocas alternativas de solución, para convencer a la ciudadanía de que solo fue un “error” o “un mal entendido”, se ocupa volver a nacer, y eso, señores de la presidencia, ni el mismísimo patas de cabra. Recuerden que las habladurías de la gente, es finalmente la voz de Dios………. Otro hecho infernal es el caso de la camioneta Lobo, “nuevecita de paquete” que trae el primer edil y de la cual nadie dio explicación alguna y dejó que el pueblo sacara sus propias conclusiones, y mira amable lector, que al pópolo le encanta sacar sus propias conclusiones y cuando eso pasa, la temperatura sube más que en el propio infierno: “qué si están malgastando los recursos del pueblo”, “qué si es en su propio beneficio”, “qué si hace mal luciendo la camioneta por el mundo”, “qué es un gobierno de corrupción”, “qué se ha desilusionado a los votantes”, “qué si patatí, qué si patatá”. Lo dicho, siguen dejando de lado los detalles y el fregadazo fue para Saulo, que ya no siente lo duro, sino lo tupido. Para mí es claro, el encargado de la maquinaria que llegó en gran paquete a los municipios norteños, es decir el comandante de Coplademun, “olvidó” pasar la información a la Dirección de Comunicación Social y Belial, el Rey de las Tinieblas, hizo lo demás, se soltaron las habladurías y las especulaciones, una vez más –cuántas Dios--. Dijera mi abuela: “ya están grandecitos para hacer esas cosas” y remataba mi abuelo, “ya tienen películas en la video”……… Por otro lado, el cabildo necesita de manera urgente un exorcismo, ya que los integrantes del mismo se han dividido en dos grupos, que lejos de resolver las diferencias de manera colegiada, como se esperaría de este cuerpo edilicio, han decidido agarrarse hasta con la cubeta y mientras unos dicen blanco, otros responde negro; seis de ellos dicen alto y los otros seis adelante, dirían los Beatles: you say goodbye, and I say hello. Lo malo es que ponen en predicamento al Dr. Lora Aguilar, quien tiene que romper los empates que se van conformando y, lejos que los perdedores acepten la decisión de la “mayoría”, se enojan y dan al traste con la sana convivencia que debe haber entre los representantes del pueblo: el Ing. Piña, regidor pluri del Verde Ecologista encabeza el grupo al que se han unido Hildeliza, el Güero J. de Jesús Hernández, Chente Mejía, Miguel Cantabrana, todos ellos del PRI y Teresita Sepulveda también del Verde. En la otra esquina, me dicen que el síndico Héctor Bañuelos es la cabeza que comanda al Secretario Roberto Garcia, los regidores: León Coronado, Betty Mitre, Don Felipe Rodríguez y Ángel Ortiz. Dos grupos, uno en el purgatorio y otro en el infierno. Otro asunto de los mil diablos, es el caso de la mujer que agredió al Director del Censura! En la zona norte, Anuar Abud Espinosa, quien tiene pleito cerrado con la presidencia municipal y las cosas van tomando, desde mi particular punto de vista, asuntos personales que ven dejando mal parados a unos y otros, de ahí la agresión. Reprobamos la violencia, pero me gustó “La Oreja” de esa semana en el nonagenario “El Eco de Nayarit”, siembra vientos y cosecharás tempestades. Repudió todo acto de agresión a las personas y cuando es a periodistas, me agarra un mortal ataque de prurito que me dura 15 días; sin embargo, también le diría al buen amigo Anuar Karim, que se pueden decir las cosas, fuerte y tupido sin caer el el lenguaje y el ataque soez; como anécdota, les cuento que mi siempre bien recordado tío Humberto Sánchez Hidalgo, cuando quería recordarle la progenitora de sus días a alguien le decía con ingenio: “vaya usted a producir luz, fuerza y calor en el árbol genealógico de su venerable estirpe”. Ni cuenta se daban……… El pleito de los regidores –que no debate--, lo de la camioneta 4X4 que maneja el alcalde, las llantas de la camioneta del Contralor, la agresión a los periodistas y otras minucias, nuevamente dejan mal parado a Saulo Lora, insisto, no al Ayuntamiento, a los ojos del pueblo es Saulo el culpable de todos, hasta que Marte no haya tenido el tamaño de la Luna llena como se anunció hace unos días. Si las llantas del Contralor se ponchan, el culpable será el alcalde; si algo, bien o mal, le sucede a la 4X4 o si miran al médico manejando orgulloso el flamante vehículo por las calles de la ciudad, la corrupción –repito, a los ojos del pueblo—irá colgada detrás. Si alguien sale con el ojo morado de la sala de cabildo, será responsabilidad de Saulo. Si el del ojo morado es Abud o Pepe Morales, él será culpable. Todo Saulo, todo Saulo, hombre tengan piedad, señores directores y honorables regidores. No hay duda, el diablo se soltó y hasta se llevó al huracán Jimena. No hay derecho. Recuerden que todo se paga en la vida, unos irán al cielo y varios tenemos un lugar apartado en el averno……. En la pasada elección municipal, nos dio mucho saber que íbamos y finalmente votamos, por los regidores, que cada uno iba a competir por su cuenta y no llegar –como sucedía—en la bola que encabezaba el candidato a presidente municipal. Sabido era, cuando brillaba y lucía el otrora poderoso e imbatible Partido Revolucionario Institucional, que la elección de los candidatos, nada tenía que ver con el perfil adecuado, con su preparación, con su carisma o arrastre popular, con su grado de estudios, con sus conocimientos de las necesidades del pueblo o de sus carencias. Nada de eso, el PRI tenía que satisfacer a sus sectores y darle pan a quien le tocaba, no a quien lo merecía; así que por ahí, por cabildo pasaron personajes que poco o nada sabían lo que era y cómo funcionaba ese cuerpo colegiado. Más de un burro con zapatos, investido de honorable y pomposo regidor, pasaron por la fea y húmeda sala de cabildos de la casona de la calle Morelos. Casi todos, excepto los pocos, poquísimos regidores de oposición, iban solamente a levantar el dedo y muchas veces no sabían ni por qué lo hacían. Hasta la llamada oposición, en ocasiones tenía que seguir el jueguito que inventaba el presidente municipal en turno, el gobernador en turno o el presidente de la República en turno. Cero perfil y nula preparación era la constante, estaban ahí, porque ya les tocaba o porque eran cetemistas o tenían un buen compadre, etc. Nada más. Con el nuevo formato, creímos que el nivel del cabildo se iba a elevar hasta las nubes, pero lo cierto es que –otra vez—a los ojos del pueblo no ha sido así: pleitos, regidores más preocupados por su futuro político que por el progreso del pueblo; los partidos políticos por encima de las necesidades de la población; contubernios interpartidarios que nada bueno dejan a la gente que paga sus impuestos; regidores que con trabajo logran articular una oración y solo saben conjugar el verbo “quincenar”; presuntuosos que se suman al grupo del presidente porque ahía hay más comodidad y cosas de esas, son las que se estilan en el nuevo cabildo, que no ha llenado el ojo del contribuyente. Qué triste…….. Amable lector cuídese allá afuera, que el diablo anda suelto.

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