domingo, 25 de julio de 2010

NUEVA AGRESIÓN A LA CULTURA

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
De que la perra es brava, hasta a los de casa muerde, dice la máxima popular y bien se puede aplicar a algunas personas que nos gobiernan en el Ayuntamiento local que preside el Dr. Saulo Lora Aguilar; todavía no nos reponemos del coraje que nos dio saber el uso indebido de las sillas de la Casa de la Cultura, que hicieron politigrillos perredistas y ¡zas! le llega otro golpe a la cultura local. Siempre he sabido, que los errores son inherentes a la condición y naturaleza humanas; "quien muere limpio no ha sido humano", dice la canción de Álvaro Carrillo y, el gran José Martí, pensó algún día: "El hombre sincero tiene derecho al error". Ahora, hay de yerros a yerros, porque algunos son tan del sentido común, que no se explica uno cómo es que surgieron. Resulta que en el Ayuntamiento, el síndico municipal, C.P. Héctor Bañuelos Ahumada, al parecer no encuentra un espacio suficientemente amplio y discreto para trabajar.
Ha renegado de que la sala de cabildos, ubicada en el interior de la presidencia municipal no tiene privacidad y que es utilizada por los otros regidores que también ocupan un lugar para realizar sus gestiones, recibir visitas o simplemente trabajar. Parece ser que ahí mismo trabaja el encargado de los Derechos Humanos, ocupando y chupando aire, que debiera ser para otros, él entre ellos. Para solucionar tan "complejo problema", el síndico se fue por lo más fácil --bien dicen que el hilo se rompe por lo más delgado--, pide que se cambie la sala de cabildos, para sesionar de manera permanente en la Casa de la Cultura "Alí Chumacero", que tal vez sea el espacio más comunitario del municipio. ¡Mira tú, qué bien! o como dijera la viejita: "Ira que agusto". Esto no es nuevo, la Casa de la Cultura, desde su creación con el gobierno municipal de Héctor Sierra Martínez, ha sufrido ya en otras ocasiones agresiones como la que pretende el síndico municipal. De hecho, ahí en sus salones, diariamente, hoy incluso, se celebran reuniones que nada tienen que ver con el arte y la cultura, generadora de significados: la Sagarpa ahí sesiona cotidianamente o los SSN; es común la entrega de recursos y apoyos de todo tipo en el antiguo curato: becas de Solidaridad, a los de la tercera edad, recursos campesinos, etc. Las direcciones de salud, seguridad pública, deporte, desarrollo agropecuario, coplademun y otras más, realizan ahí cursos, pláticas, reuniones informativas, entre otras actividades. Vaya Usted ahorita amable lector a la vieja escuela Zaragoza y encontrará a gente llevando solicitudes, trámitando algo o buscando a algún funcionario de cosas que nada tienen que ver con la cultura. Ha sido muy común ver cómo se celebran reuniones de este tipo, enmedio de una exposición fotográfica o pictórica, con riesgo a que se dañen las piezas artísticas y faltándole el respeto a sus autores. En una ocasión, durante el gobierno de Don José Chávez Rodríguez, se quisó construir un juzgado y hasta las bardas tiraron iniciando una alocada obra, que, gracias a la intervención de gente que ama ese espacio y la ayuda del INAH, se logró detener ese crimen. La Casa de la Cultura, incluso desde dentro, ha sido utilizada para acciones que no tienen fuerza y no crean conciencia, ni significados entre la población, que es el objetivo de la cultura. En trienios anteriores, se conformaron tres dizque museos, que se convirtieron en espacios subutilizados y que no motivaron un ápice a los acaponetenses: primero un museo etnográfico, que nadie visitaba y solo abrían cuando algún personaje copetudo llegaba a la casa cultural más bella de Nayarit; segundo el museo "Agapita Jordán Gama" y luego el de "Guillermo Llanos Delgado", que solo sirvieron para llenar con objetos personales de estos destacados artistas y promotores de la cultura, pero que nada producían y menos visitaba la gente. Daba lástima y coraje ver en ese tiempo como el pintor Nicolás Contreras Sánchez, había decidido impartir un taller de pintura y le salían con el cuento de que no había espacio para el ellos, y todos los días, los talleristas, niños y adultos, salían cargando sus lienzos y materiales, que de otra manera podrían haber quedado resguardados en los inútiles museos cerrados. El taller cerró lastimosamente. Yo le diría al señor y amigo Héctor Bañuelos, que el mejor ejemplo del daño que se le puede hacer a la Casa de la Cultura, es precisamente el mismo que sufre la sala de cabildos. Hoy todos están metidos ahí y ya no caben, ahora pretende irse a meter "allá enfrente" para repetir el problema y yo pregunto: ¿Y después qué? ¿Se irán todos los de la Casa de la Cultura a la biblioteca y estos a la cárcel, llevando los presos al Oroapa? Así no se resuelven las cosas. En la casona de la calle Morelos, muy seguramente hay espacio para sentar al señor síndico y hasta una oficina común se puede montar para los regidores. Y no salgan con que no hay dinero, porque sí hay. Ya viene la Feria de Nayarit en California y, con dinero o no, a alguien van a mandar, lo puedo asegurar, gastando un dinero inútilmente, porque esos no son viajes de trabajo que traen beneficios al pueblo, son simplemente paseos y pachangas. En la segunda planta del edificio hay muchas oficinas; sé bien que están en franco deterioro y hasta peligrosas son. Estaban por sacar a los docente que tienen o tenían años ahí --¿ya se fueron?--. ¿No podrán arreglarlas para ampliar espacios? Ya he visto trabajando a la Dr. Castillo en la dirección de salud, lo cual es bueno, pues así ya no tendrá que ocupar espacios en la casa del arte. En la parte posterior del Auditorio Municipal, existe otro espacio permanentemente subutilizado o de plano desperdiciado. Fue creado, sabradioscuándo, para funcionar como gimnasio anexo al Auditorio, pero nunca sirvió a ese fin. Recuerdo, que --fíjese señor síndico, que ironía-- como no había espacio en la Casa de la Cultura, la Junta Vecinal de aquel entonces, con la promoción del INAH, formó un museo comunitario en ese sitio, donde se mostraban las piezas arquelógicas del antiguo museo Fonapas; en el poco tiempo que funcionó, cosa de dos meses --por falta de apoyo de los gobernantes municipales de esos días--, se montaron tres exposiciones, una fotográfica, una de mapas de Nayarit y otra con artistas plásticos de la entidad y locales; hubo al menos tres conferencias, la presentación del desaparecido grupo folclórico local "Kupuri" y se recibió la visita de las etnias serranas de Acaponeta y Huajicori, que con el apoyo del entonces Instituto Nacional Indigenista, llegaron con sus danzas, artesanías, medicina tradicional y sus costumbres para compartir con la gente de aquí. El local, se pintó, se iluminó, se arreglaron los baños, se llenó de gente y, finalmente llegaron los deportistas y reclamaron "su" lugar --que antes del museo era una simple bodega de fierros y materiales de la presidencia-- que era suyo alegaron, inutilizado pero suyo. Nos fuimos con la música a otra parte, porque comprendimos que tal vez tenían razón, el museo pensamos, tenía que estar en la Casa de la Cuiltura donde no nos querían, ¿Qué patético! La realidad es que se perdió el museo, los deportistas nunca utilizaron las instalaciones, los baños se volvieron a deteriorar, la píntura se ensució y ahí está actualmente brindando apoyo a la oficina de correos, que inexplicablemente está ahí utilizando espacios municipales, o bien, dando espacios a oficinitas inicuas como el llamado "Espacio del Agua", invento mafufo que sirve para 73 cosas: para nada, para nada, para nada y para 70 fregadas. ¿Por qué no habilitar en ese lugar, amplio y ventilado, una o dos o tres oficinas para el síndico y los regidores? Vamos, ni siquiera eso, simples módulos armados con tabla-roca es más que suficiente. Si los ciudadanos, sin dinero y con todo en contra montaron un museo, qué no hará la presidencia por sus seres más preciados y sus hijos más queridos. Oficinas con aire acondicionado, computadoras y hasta un "Servibar" para recibir y agazajar a los buenos amigo. Ya lo dijo el filósofo vascuence: "Hay que pasar del México del sí se puede, al México del ya se pudo". ¿Pero la Casa de la Cultura? No manchen su vida...

0 comentarios: