sábado, 18 de septiembre de 2010

GAZNÁPIROS DE MARCA

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA.
Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
Hoy se cumple en el gobierno municipal, dos años de haber accedido al poder; para el Dr. Saulo Alfonso Lora Aguilar y sus colaboradores, de ahora en adelante, todo será ir cuesta abajo e ir reduciendo días a los 365 que le restan. Esto debe hacer sentir mal a algunos que creyeron que esta gaita era para siempre; no existe nada más efímero que un puesto en un gobierno municipal, estatal o federal. Saulo Lora, siempre un hombre centrado, sabe bien lo anterior y, seguramente para él no hay problema, llegó a ser el Presidente Municipal de su pueblo y eso para cualquiera es un gran logro y motivo de orgullo personal y de la familia, sin embargo, al concluir su mandato, Lora Aguilar, de no seguir en la política, pues hay rumores de que buscará la diputación, seguirá con lo suyo que es la medicina, entendemos que es una de sus pasiones. Otros por el contrario, luego de gozar el sueño de estar en el poder, volverán a donde estaban, que en algunos casos es la nada. Sabemos de un par de “charalitos” que luego de nadar felices en el gran océano de la soberbia que crearon, regresarán al charco de la realidad, con más enemigos y vergüenzas que amigos y logros.
Sin duda es triste y se llena el corazón de nostalgia cuando se llega al fin de un ciclo. Sé de muchos que estrecharon la amistad que ya llevaban y otros que iniciaron camaraderías que se han transformado en afecto sincero. Unos se irán con la seguridad de haber servido al municipio y por ende al progreso del terruño y –por qué no—de la patria, siempre con la cabeza en alto; otros por el contrario, se sirvieron del puesto y han quedado señalados por el dedo de la historia local como lo que siempre han sido: gaznápiros de marca, listos para saltar a donde se presente la oportunidad de seguir medrando los recursos del pueblo…………… Ya hicimos el comentario de los cambios de último momento que ha hecho el Dr. Saulo Lora en su gabinete: mudan de puesto Pancho Aguilar de Comunicación Social, al de Mario Rodríguez Zaragoza, en la gestión cultural. Creo que Pancho tiene más recursos y relaciones en cultura que los que nunca tuvo, ni llegó a rascar Mario; en ese rubro se mejorará, pues Francisco tiene experiencia en el ramo y se sabe relacionar; no puedo decir lo mismo del ex titular de la Casa de la Cultura, que sin duda batallará en Comunicación Social, sencillamente porque no tiene el perfil, siempre tan menospreciado por los gobernantes. Algo similar sucedió en el OROAPA, donde Juan Manuel Catón Quiñonez, no dio el ancho, porque estar en el servicio del agua, no es enchilar gordas y aunque se tenga voluntad, se ocupa de un perfil, conocimientos y habilidades en el tema, para poder tener éxito y con el Sr. Catón, no fue así, todos sabemos que fue simplemente un compromiso de campaña que hizo el Dr. Saulo, y es ese uno de los temas recurrentes y más viciosos del sistema: colocar en puestos claves a personajes, que si bien saben mucho de política y de grilla, pero que son una nulidad en las profesiones, los oficios y las cuestiones técnicas. Caso contrario es el que tomó su lugar, el Ing. Manuel Salcedo, que tiene mucha experiencia en el tema hidráulico y sanitario, ha laborado en el área y prueba de ello es que revivió a un cadáver, la planta de tratamientos de aguas residuales. Salcedo desde un principio debió tomar el lugar de Catón. Pero está visto que vale más la experiencia en la grilla, que la práctica profesional. Otro yerro sería –si resulta ser verdad el rumor que corre por las calles—que se hiciera el enroque Registro Civil-Obras Públicas, de tan solo decirlo resulta ridículo, que Pepe Nonaka actualmente en la elaboración de actas pasara a la Dirección de Obras y Servicios Públicos, actualmente en manos de Salvador Santoyo, ni uno ni otro, tienen el perfil de esos puestos; sobre todo el de OP, que no es cosa de broma y donde hay un personal difícil de manejar. Pero en fin, Saulo Lora sabrá por qué y su justificación…………………. Se hizo homenaje a la figura de Guillermo Llanos Delgado y, amablemente me invitaron a participar, primero porque en materia cultural pago para que me alquilen y segundo por ser amigo de Memo, más que nada porque su familia y la mía mantuvieron una amistad que superó las generaciones, pues los papás de Memo, Don Guillermo y Doña Martha, fueron muy amigos de mis abuelos maternos, Don Manuel Sánchez Hidalgo y Enedina “La Chata” Robles; después Guillermo, Rosita y Yolanda, continuaron la amistad con mi mamá y sus hermanos. Comenté durante el homenaje, la forma tan curiosa como su servidor conoció al autor de “Biografía Mortal”. Tenía yo unos 11 ó 12 años de edad cuando por motivos laborales de mi padre, nos fuimos a vivir a Acapulco, Guerrero. En 1970, jugaba fútbol con algunos amigos guerrerenses y, descansando en la playa Condesa, estaba un muchacho acompañado de una amiga; luego de un rato, el joven me llamó y más que preguntarme, me aseguró que yo era hijo de sus entrañables amigos Pepe Morales y Norma Sánchez Hidalgo. Me explicó que él era de Acaponeta y tenía amistad con mis padres. Ese joven era Guillermo Llanos Delgado. Ignoro --nunca se lo pregunté al poeta--, si él ya me conocía de muy niño, pues yo nunca lo había visto en mi vida. El caso es que le di la dirección de mi casa y efectivamente, por la noche cayó con la natural sorpresa y alegría de todos. Quedó claro para su servidor que Llanos Delgado era un excelente fisonomista. Mi comentario en la Casa de la Cultura, espacio que él promovió intensamente, fue precisamente que Memo, reconoció la fisonomía cultural de Acaponeta y promovió el arte, la creación y todas sus manifestaciones, dejando frutos visibles y vigorosos, como son los Festivales Culturales de Nayarit en Acaponeta, la biblioteca pública “Benito Juárez”, la Casa de la Cultura y la promoción a nivel nacional de este municipio, algo que muy pocos pueden presumir. Hay que hacer la justa aclaración que Memo no lo hizo todo él solo, sino con los miembros del recordado Ateneo Cultural y la colaboración indiscutible del Lic. Juan José de Haro Reyna, entre otros……………Sin duda fue sensacional la noche que vivieron los capitalinos que se reunieron la noche del 15 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México, pues se mostró un espectáculo de primer mundo, desgraciadamente en una nación de tercer mundo: un desfile con figuras modernistas impresionantes, donde se mezcló la artesanía mexicana, con la tecnología de última generación extranjera. El atractivo impactante de las luces eléctricas y las pirotécnicas fue algo para recordar. Multitud de propuestas artísticas llenaron las calles del centro y puntos estratégicos de la gran ciudad, dieron un toque casi mágico a una celebración que había dejado mucho que desear, perdiendo el gobierno federal la oportunidad de reivindicarse con una sociedad preocupada, golpeada económicamente, asustada y temerosa del futuro. Lo malo es que el dinero que se ha gastado en este 2010, con el pretexto del bicentenario alcanza cifras que escapan a la imaginación y que quizá no se justifiquen en un país donde el 50% de la población vive en la pobreza y un 20% en la miseria. Dos puntos de vista y el lector tendrá la mejor opinión………… Con las precampañas y campañas políticas ya casi encima –veladamente algunos ya le quitaron el casi--, se hace necesario que la población opinemos sobre las obras de mayor importancia, trascendentes y prioritarias, que deberá atender al sucesor de Saulo Lora. Que los hombres y mujeres que hoy suenan como probables sepan que es lo que desea el pueblo y más necesita, es decir, en el vocabulario de los políticos: “las obras más sentidas de la sociedad”. Yo me apunto con un comentario: mientras las bombas y galerías filtrantes que llevan el agua potable al pueblo, no sean sacadas del centro mismo del cauce del río, año con año, per sécula seculorum, viviremos con el mismo problema, la escasez y suspensión del servicio cada vez que sube el nivel del agua. Se necesitan en consecuencia, buscar nuevas fuentes, hacer pozos en esos lugares y rehabilitar la red hidráulica, pero todo fuera del cauce del hermano río que, como en estos días de intensa lluvia, se enoja y arranca tubos y derrumba galerías. No hay más remedio que ese y no hay mayor prioridad que el agua. Pienso que algunos presidentes municipales no se han atrevido, porque es una obra “que no se ve”. Yo les digo, SÍ SE VE, CADA VEZ QUE ABRIMOS LA LLAVE Y SOLO SALE AIRE. Hagan amigos sus propuestas a través de esta página………… Conversé a la pasada con mi buen amigo el Dr. Gustavo Ramón Quintero Alduenda, sobre el homenaje a Memo Llanos y estuvo de acuerdo con su servidor, que habría que hacer otro a Juan José de Haro Reyna, pero además, me dijo con mucha razón, que a la Sra. Ana María Gutiérrez de Rentería, debe hacérsele también un tributo por su aportación a la creación literaria y a la música; me ha comentado que él tiene partituras con creaciones de Ana María, que son una delicia y que vale la pena darlas a conocer. Imaginé que, con las anécdotas que me narró Gustavo, la música, los poemas de su inspiración, alrededor de un piano, la participación de buenos amigos, se puede hacer una tertulia muy buena y que me he comprometido a organizar. Luego les aviso……… Para despedirnos la palabra de hoy es “Zócalo” que mucho sonó en estos días de fiestas patrias. Es muy común expresar, por cierto erróneamente, que por ejemplo, “en el “zócalo” de Acaponeta, habrá una verbena popular”. Muchos creen que esta palabra es una plaza pública, y más para los habitantes de la Ciudad de México, pero no. “Zócalo” viene del latín “Soccus” que es cierta clase de zapato o zapatilla, de ahí vocablos como “choclo”, “chancla” o “zoclo”, los dos primeros que no son más una especie de calzado ligero y cómodo y el tercero, es una franja que se pone en la orilla de la pared para que esta no se manche al usar escobas y trapeadores. Es así que “zócalo” es la base, pedestal o cuerpo inferior de un edificio; dicho de manera muy coloquial, sería como los zapatos de una plataforma que sostiene algo; se sabe que antiguamente en la plaza de la Ciudad de México, se iba a colocar la estatua de algún pomposo personaje y se logró construir la base donde iba a posarse ese monumento, pero este no se hizo por alguna razón, quedando por años tan solo el zócalo y, por extensión y por esas curiosidades que tiene la lengua, a ese espacio se le quedó el nombre de “Zócalo” …………… Amigos como siempre les recuerdo que deben cuidarse allá afuera, y más ahora que se ha exacerbado la violencia en nuestro pobre pueblecito. Salud

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