Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
Como muchos de los amables lectores ya saben, en diciembre pasado llevé a la Presidencia Municipal un oficio dirigido a cabildo en el cual –y en el marco de las fiestas del bicentenario y centenario—proponía se buscara e institucionalizara la fecha de fundación de Acaponeta, como la tienen muy considerada en distintas y numerosas ciudades del país. La justificación se me ocurrió porque creo que los seres irracionales no tienen conciencia organizada del pasado, por ello viven siempre en el presente.
Sólo el hombre tiene memoria colectiva y conciencia de lo que ya se hizo; eso le permite imaginarse un mañana y programar el futuro. La importancia de tener una fecha de fundación indica el punto de partida de una población que desde el punto de vista etnohistórico, reviste la mezcla de dos culturas diametralmente opuestas que dan origen al mestizaje en el cual hoy subsistimos y vamos creando nuestra propia cultura. Los pobladores que hoy llenamos este territorio que llamamos México, no somos ni españoles, ni los indígenas que estos encontraron en la mayor parte de la población de aquel entonces en el siglo XVI, por ello es importante conocer la historia de nuestro origen para conformar la identidad, entendida esta como el proceso con el que los hombres, con su lenguaje, costumbres, arte, creencias, moral, hábitos, destrezas e historia, se siguen construyendo todos los días. La historia mínima de los pueblos es un elemento indispensable de su identidad.
Cultura, historia e identidad, no son conceptos que se excluyen, por el contrario, conforman el eje que nos hará comprender los motivos e incentivos que tienen los acaponetenses para desarrollarse en su momento histórico y social.
Una sociedad sin identidad y sin origen, no es una sociedad como tal, tan solo es un conglomerado de individuos, y visitantes que han llegado a esta tierra acaponetense, han dado en llamarla por su capacidad y promoción artística y cultura, la “Atenas de Nayarit”, título que nos obliga a emprender acciones que hagan valer tan pesada tarea que nos deja ese calificativo. Así, en su momento lo entendió su servidor y pensé en la necesidad de determinar la fecha de fundación de este municipio.
Sé que la fecha primera de la edificación de lo que luego sería Acaponeta, la de los antiguos pobladores de esta región, se pierde en el tiempo y no hay, hasta donde ahora se sabe, un registro histórico al respecto, por ello, se pensó en tomar la fecha de fundación hispana, a partir de la llegada de Nuño Beltrán de Guzmán y sus huestes o bien, hechos importantes a raíz de ese hecho.
En el documento que entregue a cabildo, propuse tres fechas, mismas que quedarían a consideración de los historiadores e investigadores para su debate y resolución, estas fueron:
1. El 20 de septiembre de 1530, es decir, hace 480 años, cuando se da el momento del contacto entre las tropas conquistadoras de Nuño Beltrán de Guzmán y los pobladores de esta región, cambiando para siempre la vida de ambas culturas en la llamada Nueva España.
2. Cuando se instituye la Guardianía en Acaponeta, encabezada por Fray Andrés de Medina, fundándose el templo, convento y presidio. Esta fecha corresponde al 15 de agosto de 1580.
3. Cuando finalmente a esta población se le da el título de Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Acaponeta, lo que se considera como la fundación hispana de nuestro pueblo, en el año de 1595.
O bien, cualquier otra fecha, que ese grupo de expertos eventualmente dictaminara.
El oficio se leyó en sesión de cabildo y se pasó a Comisiones, dejando la responsabilidad a la Lic. Beatriz Mitre Ayala, presidenta de la comisión de asuntos constitucionales, así como los que conforman dicha delegación, el Ing. Francisco Piña Herrera y el Prof. Ángel Ortiz Ramírez, uniéndose más tarde el también profesor José de Jesús Hernández Romero. Después de eso, la regidora Betty Mitre me encontró a las puertas del palacio municipal y se agendó una primera reunión para hablar sobre el tema, invitando al Cronista Municipal, Sr. Néstor Chávez Gradilla, misma que se celebró en la sala de cabildo, llegándose a algunos acuerdos, entre ellos, la invitación a distintos historiadores e investigadores a un foro para determinar la mencionada fecha.
Finalmente la actividad se hizo el jueves 20 de mayo del presente año, en la Casa de la Cultura, a donde llegaron nuestros invitados: el historiador tepicense Pedro Luna Jiménez; el Antropólogo Raúl Andrés Méndez Lugo, quien moderó el debate; el historiador también de Tepic, Prof. Gregorio Miranda Navarrete; el Presidente de la Asociación de Cronistas e Historiadores de Nayarit, Prof. Oscar Luna Prado y el Cronista Municipal de Acaponeta, Sr. Néstor Chávez Gradilla, quienes en un foro abierto al público, disertaron sobre la historia local y su momento de fundación, determinándose dos fechas como las más significativas o probables: la del 15 de agosto de 1580 y la del 13 de abril de 1594, cuando ordena el Virrey Luis de Velasco, se dé a la población de Acaponeta la categoría de villa. Acordándose que el cabildo debía de decidir en sesión, cuál de ellas sería la que en el futuro marcaría los aniversarios del pueblo, por decirlo de algún modo. La fecha de eta reunión fue como ya dije el 20 de mayo, es decir, hace casi cuatro meses.
Hay que hacer mención que en este acto cultural, estuvieron presentes el Secretario de Gobierno, Lic. Roberto García Hernández, quien llevó la representación del Presidente Municipal Dr. Saulo Lora, los regidores Betty Mitre, Francisco Piña, José de Jesús Hernández, Antonio Coronado de León y los funcionarios públicos municipales Pablo Benítez Márquez, Director de la Contraloría; Ing. Héctor Rodríguez Medina, coordinador de Eventos Cívicos; Prof. Mario Rodríguez Zaragoza, Director de Fomento Cultural; T.U.M. Irene Plantillas Rodríguez, Directora de Protección Civil, Librada Benítez López, Directora de Desarrollo Social y Héctor Medina Ulloa, Director de Seguridad Pública, entre otros según se ve en las fotos, y hasta un representante de las fuerzas armadas del 86 Batallón de Infantería, además de la ciudadanía que se interesó y participó con su presencia, todos ellos testigos de este acto.
A cuatro meses de esa reunión con los expertos, no sabemos absolutamente nada e ignoramos si en alguna sesión de cabildo se ha tratado el tema, de hecho, una de las fechas probables, la del 15 de agosto, ya se cumplió y estamos a escasos 9 días para la celebración del 15 de septiembre y aún no hay luz verde para una fecha concreta de la fundación de nuestro pueblo.
Creemos que este ayuntamiento no le ha dado la importancia debida a las celebraciones de los 200 años de inicio de la guerra de independencia y los 100 del arranque de la Revolución Mexicana, los que hasta el momento han coordinado (¿?) las actividades, simplemente no han dado pie con bola e incluso sabemos que en varias ocasiones el responsable estatal de estos programas, solicitó se le enviara el programa de actividades municipales y hasta la fecha no se sabe se hubiera mandado algo digno de ser mencionado. Sé, por boca de esa persona que en otros municipios, la conformación de un Comité Municipal Ciudadano, de las fiestas del Bicentenario, se logró en algunas municipalidades con gran bombo y platillo, pues la gente estaba deseosa de participar, en Ixtlán del Río, le entraron todos, comerciantes, autoridades, amas de casa, promotores culturales, sacerdotes, todo en medio de algarabía y ganas de celebrar trabajando por la identidad de sus pueblos. Acá a nadie se convocó, ni les importó; todo se ha ido en endilgarle el título del “Bicentenario” a todo lo que se mueve y nada más, sin ninguna trascendencia.
Respecto al tema de la fundación de Acaponeta, no sé si es olvido, lo que se traduce en negligencia, pues alguna resolución debió haber dado el H. Cabildo; apatía como los funcionarios que debieron sacar adelante el compromiso de estas importantes fiestas, concretamente el coordinador de eventos cívicos y el director de fomento cultural, los cuales brillaron como los adornos que colocó el Ayuntamiento en las esquinas, “apenitas y chafonamente”. O simplemente algunos de ellos cree que su puesto es para siempre y pueden dictaminar el año 2210, cuando se cumpla otro siglo. A ver quién los espera, yo no, de todas maneras gracias... para nosotros el ejercicio valió la pena.
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