Sr. Presidente:
En la última semana se han suscitado una serie de consideraciones que me han hecho reflexionar sobre lo qué sucede en nuestro municipio, en su gobierno, que finalmente es el de todos y sobre nuestro propio actuar como ciudadanos. Ante el cúmulo de estímulos, más que nada negativos que nos llegan por los diferentes medios y que no muestran como nos debatimos en una guerra que ya ha generado en el norte del país incluso refugiados de guerra, los ciudadanos nos vemos muy sensibles en todos los rubros, es decir, quisiéramos de vez en cuando oír alguna buena noticia o algo que nos aliente a seguir y nos levante el alicaído ánimo; sin embargo, cuando en esas reflexiones estábamos, nos llegan las terribles noticias de dos valiosos ciudadanos de Acaponeta ejecutados en la carretera, de un tiroteo en El Centenario con otro individuo muerto, uno más a un costado de las vías del ferrocarril y se van al traste las buenas intenciones de ver la vida de un modo positivo. De alguna manera deseamos, pero sabemos que es imposible, que nuestro Acaponeta, el pueblito donde nos ha tocado vivir, se vea al margen de la violencia, la crisis económica y la corrupción que como cáncer ha ido invadiendo, casi hasta matarlo al país. No es posible, pero aquí, la misma violencia nos ha llevado ya a temblar cuando un muchachillo avienta un cohete o un “bombillo”, cada que suena una “palomita” nos preguntamos a quién mataron ahora; en el tema de la crisis, vemos los comercios desolados y el campo devastado, sobreviviendo el municipio prácticamente de los ingresos que le llegan a los asalariados, principalmente maestros y burócratas, así como de los pocos que perciben recursos del sector privado. Finalmente llegamos al tema de la corrupción, concepto que quisiéramos ver muy lejos también, fuera de los límites municipales, pero desgraciadamente no es así y se han venido presentando anormalidades que no han recibido o merecido una explicación por parte de su administración.
Mire Usted, Señor Presidente, durante algún tiempo pensé que mucho de lo que sucedía en su gobierno y en general a las acciones del Ayuntamiento, se hacían a sus espaldas y con el desconocimiento de su persona, creí, como muchos en este municipio, que un profesionista de su talla, su reputación como ciudadano, su trabajo notable como médico, precedían cualquier mala acción; ingenuamente pensé que eran algunos de sus colaboradores los que estaban fallando y, con sus malas acciones se lo “llevaban entre las patas” a Usted. Hubo, créame, ratos que hasta lo defendí (cosa que obviamente, Ud. no necesita), y hasta alegué, que no tenía nada que ver en lo que el pueblo señalaba. Todo esto sucedía porque creo saber cómo piensa la sociedad acaponetense, que el rumor, los dimes y diretes son moneda común de cambio en calles, avenidas o los pasillos del mercado municipal y la presidencia; comprendí muy bien, que Usted, como cualquiera, no es monedita de oro, ni está dentro de sus fun-ciones caerle bien a todos y que incluso, yo los reconocí de buenas a primeras, los que lo atacaban sistemáticamente solo porque cometió “el pecado” de ganarles en la contienda electoral pasada, muchos de ellos connotados priistas.
Ahora veo, se lo digo con sinceridad, que su servidor estaba equivocado, las acciones de corrupción y negligencia son tales que me sorprenden y solo me resta decir que todo lo sabe y conoce, que la ambición le ganó, que esa buena imagen, su posición social, su nivel universitario, su reputación que lo enorgullecía a Usted y su familia, no fueron suficiente coraza para evitar que los malos manejos de su administración lo redujeran a lo que siempre ha atacado en campaña: la corupción y la apatía; o bien, sus discursos o los de los servidores públicos de su Ayuntamiento, pregonan hasta el extremo y que hasta es lema de su gobierno: LA HONESTIDAD. No la veo y Usted nos ha engañado a todos, principalmente a los que votaron por su persona. Yo le soy honesto y Usted lo sabe, no emití sufragio a su favor y hasta pensé que no iba a ganar, me equivoqué, pero finalmente llegué a la conclusión de que era bueno que un universitario llegara a la silla presidencial, que un profesionista acostumbrado al método y a ver la vida desde una perspectiva más ambiciosa nos llevara rumbo al progreso. ¿No es eso lo que siempre habíamos pedido? Es más, en mi supina ingenuidad, dada mi formación izquierdista, vi con buenos ojos, la llegada de un político, aparentemente de ese sector, evidentemente procupado por los cambios, las reformas y las transformaciones que en verdad hacen falta en este municipio. Otra vez, erré en mis conceptos.
Su gobierno municipal, ese que lanzó como sentencias y características de su gestión los conceptos de Honestidad, Trabajo, Deporte y Cultura, se quedó solo en cuatro huecas y fútiles palabras, ya que ese trabajo, ni fue honesto y ahí están las severas pruebas de corrupción que ya conoce la ciudadanía y que no habla de miles de pesos, sino que salta a la escala de los millones, en los casos de la construcción de la Unidad Deportiva, la carretera entre Santa Cruz y La Mesa de la Laguna, las defraudaciones en la oficina de Desarrollo Social, la falta de transparencia en el DIF Municipal; del nepotismo que tiene colocado estratégicamente a uno de sus concuños, justo --qué casualidad-- en el lugar donde se generan los billetes y las obras que luego se inflan hasta las nubes; de la elaboración engañosa y dolosa de un Plan de Desarrollo Municipal que resultó chafa y pirata; de la ineptitud de ciertos colaboradores que llevaron a las otras dos premisas de su gobierno: el deporte y la cultura, casi a la ruina; de la sospechosa construcción de casas de funcionarios de primer nivel de este gobierno por todos lados. incluso en el extranjero, de la falta total de transparencia, de la complicidad de varios de sus funcionarios, que no solo no tienen el perfil para estar al frente de un gobierno municipal, sino que se solazan de estar chupando de la tesorería y aún presumirlo o hasta se inventan títulos profesionales. De las erogaciones enormes que se hicieron en el OROAPA y que solo han llevado, en innumerables ocasiones, aire y lodo a las válvulas domésticas; de la injerencia constante de la primera dama y de un poderoso diputado federal en las decisiones de gobierno y no quisiera ya continuar con esta larga lista de errores que involucran a la honestidad. Para desgracia de todos, no han tenido solución o han merecido su atención y final feliz.
Ante esto la prensa y los que en ella nos vemos inmersos, no podemos callar y hacernos cómplices. Alguna vez se lo dije en su casa a donde me invitó a platicar: el periodismo, no es objetivo y sí incómodo y me parece, dado lo que le escuchado decir, Usted cree lo contrario, que mientras sean ataques o, mejor digámosles señalamientos, “son cosas que no tienen objetividad” y le incomodan, dándole a este tema una importancia tal, que les ha llevado a cometer graves errores con su trato con la prensa y, algo nunca visto, ataques a nuestras personas y familias, si, bien no orquestadas por Usted, sí, ya no me queda duda, con su complacencia, contridiciendo sus conceptos de respeto a los demás y libertad de expresión.
Sé muy bien que la prensa tiene sus graves yerros y que bajo el nombre de la “libertad de expresión” se llevan a cabo inequidades y acciones que dejan mal parado al noble oficio de arrastrar la pluma y buscar la nota.
Esta semana, como le vengo comentando se suscitaron varios hechos en agravio de su servidor y el Lic. Antonio Sáizar Guerrero, titular del periódico “El Eco de Nayarit”, a través de un panfleto o libelo que, los lacayos y bufones que nunca faltan en una corte como la suya, lanzaron a las calles con toda clase de insultos y difamaciones a la que ninguno de los dos, Toño y su servidor tememos, diría que son “gajes del oficio”; puedo hablar por los dos y decir firmemente que esos “golpes” ni siquiera nos rozan y, le aseguro, hasta nos gustan pues nos hacen reír a pierna suelta. Lo malo, Señor Presidente, y es lo que me ha hecho escribir estas líneas, después de meditarlo por varias días, es que, sus lacayos y bufones, entre ellos su secretario particular, se han metido con la familia y eso es inaceptable, primero porque no pueden ellos defenderse como ahora lo hago yo; segundo porque es muy cómodo aventar libelos de manera anónima, nosotros en cambio publicamos con nuestro nombre, aunque sus payasos “escritores” ni siquiera crean que así me llamo.
A lo largo de los meses he venido recibiendo esos panfletos y una cantidad enorme de correos electrónicos, bajo el mismo tenor, llamándome con todo tipo de calificativos y acusando a mi señora de sinvergüenzadas que solo se están viendo en su gobierno. Muchos vienen “firmados” por una tal Norma Gaytán, pero que sé, sin temor a equivocarme que se trata de un familiar de Usted, que al no poder cumplir satisfactoriamente con su trabajo, por lo que fue penosamente despedida de ICATEN, acusa de manera fácil a mi esposa de un montón de idioteces que por supuesto no le pueden, ni le podrán comprobar, desgraciadamente “el león piensa que todos son iguales a él” y seguirán insistiendo, pues es más fácil acusar a otro que reconocer que se es una inútil, que es el caso de esta señora.
Mire Usted, Señor Presidente, durante algún tiempo pensé que mucho de lo que sucedía en su gobierno y en general a las acciones del Ayuntamiento, se hacían a sus espaldas y con el desconocimiento de su persona, creí, como muchos en este municipio, que un profesionista de su talla, su reputación como ciudadano, su trabajo notable como médico, precedían cualquier mala acción; ingenuamente pensé que eran algunos de sus colaboradores los que estaban fallando y, con sus malas acciones se lo “llevaban entre las patas” a Usted. Hubo, créame, ratos que hasta lo defendí (cosa que obviamente, Ud. no necesita), y hasta alegué, que no tenía nada que ver en lo que el pueblo señalaba. Todo esto sucedía porque creo saber cómo piensa la sociedad acaponetense, que el rumor, los dimes y diretes son moneda común de cambio en calles, avenidas o los pasillos del mercado municipal y la presidencia; comprendí muy bien, que Usted, como cualquiera, no es monedita de oro, ni está dentro de sus fun-ciones caerle bien a todos y que incluso, yo los reconocí de buenas a primeras, los que lo atacaban sistemáticamente solo porque cometió “el pecado” de ganarles en la contienda electoral pasada, muchos de ellos connotados priistas.
Ahora veo, se lo digo con sinceridad, que su servidor estaba equivocado, las acciones de corrupción y negligencia son tales que me sorprenden y solo me resta decir que todo lo sabe y conoce, que la ambición le ganó, que esa buena imagen, su posición social, su nivel universitario, su reputación que lo enorgullecía a Usted y su familia, no fueron suficiente coraza para evitar que los malos manejos de su administración lo redujeran a lo que siempre ha atacado en campaña: la corupción y la apatía; o bien, sus discursos o los de los servidores públicos de su Ayuntamiento, pregonan hasta el extremo y que hasta es lema de su gobierno: LA HONESTIDAD. No la veo y Usted nos ha engañado a todos, principalmente a los que votaron por su persona. Yo le soy honesto y Usted lo sabe, no emití sufragio a su favor y hasta pensé que no iba a ganar, me equivoqué, pero finalmente llegué a la conclusión de que era bueno que un universitario llegara a la silla presidencial, que un profesionista acostumbrado al método y a ver la vida desde una perspectiva más ambiciosa nos llevara rumbo al progreso. ¿No es eso lo que siempre habíamos pedido? Es más, en mi supina ingenuidad, dada mi formación izquierdista, vi con buenos ojos, la llegada de un político, aparentemente de ese sector, evidentemente procupado por los cambios, las reformas y las transformaciones que en verdad hacen falta en este municipio. Otra vez, erré en mis conceptos.
Su gobierno municipal, ese que lanzó como sentencias y características de su gestión los conceptos de Honestidad, Trabajo, Deporte y Cultura, se quedó solo en cuatro huecas y fútiles palabras, ya que ese trabajo, ni fue honesto y ahí están las severas pruebas de corrupción que ya conoce la ciudadanía y que no habla de miles de pesos, sino que salta a la escala de los millones, en los casos de la construcción de la Unidad Deportiva, la carretera entre Santa Cruz y La Mesa de la Laguna, las defraudaciones en la oficina de Desarrollo Social, la falta de transparencia en el DIF Municipal; del nepotismo que tiene colocado estratégicamente a uno de sus concuños, justo --qué casualidad-- en el lugar donde se generan los billetes y las obras que luego se inflan hasta las nubes; de la elaboración engañosa y dolosa de un Plan de Desarrollo Municipal que resultó chafa y pirata; de la ineptitud de ciertos colaboradores que llevaron a las otras dos premisas de su gobierno: el deporte y la cultura, casi a la ruina; de la sospechosa construcción de casas de funcionarios de primer nivel de este gobierno por todos lados. incluso en el extranjero, de la falta total de transparencia, de la complicidad de varios de sus funcionarios, que no solo no tienen el perfil para estar al frente de un gobierno municipal, sino que se solazan de estar chupando de la tesorería y aún presumirlo o hasta se inventan títulos profesionales. De las erogaciones enormes que se hicieron en el OROAPA y que solo han llevado, en innumerables ocasiones, aire y lodo a las válvulas domésticas; de la injerencia constante de la primera dama y de un poderoso diputado federal en las decisiones de gobierno y no quisiera ya continuar con esta larga lista de errores que involucran a la honestidad. Para desgracia de todos, no han tenido solución o han merecido su atención y final feliz.
Ante esto la prensa y los que en ella nos vemos inmersos, no podemos callar y hacernos cómplices. Alguna vez se lo dije en su casa a donde me invitó a platicar: el periodismo, no es objetivo y sí incómodo y me parece, dado lo que le escuchado decir, Usted cree lo contrario, que mientras sean ataques o, mejor digámosles señalamientos, “son cosas que no tienen objetividad” y le incomodan, dándole a este tema una importancia tal, que les ha llevado a cometer graves errores con su trato con la prensa y, algo nunca visto, ataques a nuestras personas y familias, si, bien no orquestadas por Usted, sí, ya no me queda duda, con su complacencia, contridiciendo sus conceptos de respeto a los demás y libertad de expresión.
Sé muy bien que la prensa tiene sus graves yerros y que bajo el nombre de la “libertad de expresión” se llevan a cabo inequidades y acciones que dejan mal parado al noble oficio de arrastrar la pluma y buscar la nota.
Esta semana, como le vengo comentando se suscitaron varios hechos en agravio de su servidor y el Lic. Antonio Sáizar Guerrero, titular del periódico “El Eco de Nayarit”, a través de un panfleto o libelo que, los lacayos y bufones que nunca faltan en una corte como la suya, lanzaron a las calles con toda clase de insultos y difamaciones a la que ninguno de los dos, Toño y su servidor tememos, diría que son “gajes del oficio”; puedo hablar por los dos y decir firmemente que esos “golpes” ni siquiera nos rozan y, le aseguro, hasta nos gustan pues nos hacen reír a pierna suelta. Lo malo, Señor Presidente, y es lo que me ha hecho escribir estas líneas, después de meditarlo por varias días, es que, sus lacayos y bufones, entre ellos su secretario particular, se han metido con la familia y eso es inaceptable, primero porque no pueden ellos defenderse como ahora lo hago yo; segundo porque es muy cómodo aventar libelos de manera anónima, nosotros en cambio publicamos con nuestro nombre, aunque sus payasos “escritores” ni siquiera crean que así me llamo.
A lo largo de los meses he venido recibiendo esos panfletos y una cantidad enorme de correos electrónicos, bajo el mismo tenor, llamándome con todo tipo de calificativos y acusando a mi señora de sinvergüenzadas que solo se están viendo en su gobierno. Muchos vienen “firmados” por una tal Norma Gaytán, pero que sé, sin temor a equivocarme que se trata de un familiar de Usted, que al no poder cumplir satisfactoriamente con su trabajo, por lo que fue penosamente despedida de ICATEN, acusa de manera fácil a mi esposa de un montón de idioteces que por supuesto no le pueden, ni le podrán comprobar, desgraciadamente “el león piensa que todos son iguales a él” y seguirán insistiendo, pues es más fácil acusar a otro que reconocer que se es una inútil, que es el caso de esta señora.
Cómo sea Doctor, amarre a sus perros, porque aquí el único que pierde es Usted, ya sea que se quede o se vaya del municipio, dejará una huella muy difícil de borrar y la presidencia municipal es para hacer amigos no para salir vilipendiado por todos.
Creo que es mejor dejarlo de este tamaño, sin embargo voy con un consejo de alguien que en alguna ocasión lo vio como una alternativa para Acaponeta, aunque bien sé que consejo no pedido es consejo no oído. Retome el camino en estos 290 días que le quedan a su gobierno, amarre a sus bufones, principalmente a Ariel y a Carmen, al cabo que como las fieras de circo con el amo se muestran dóciles, ya que cuando muerden las patadas no serán para ellos, la bronca es para el dueño del tinglado. Estoy cierto de que estas personas obeceden a un plan: dividirnos, enconarnos, ahogarnos en una rebatinga estéril y es que los pobres solo eso han visto en la vida, una y otra, deben sufrir mucho y esos sí, se mueven en el odio, ese que dice Usted que provoca cáncer; por ello le pido que los calme, porque afortunadamente, mi familia y estoy cierto que la de Toño Sáizar también obedecemos a otro objetivo: enseñarnos en toda nuestra altura, unirnos, burlarnos de ellos tan enanos, insistir en ser mejores, para hacer de Acaponeta, un lugar mejor para vivir, es simple: plan contra plan.
Por mi parte dejo este capítulo atrás y no volveré a tocar el tema ni aún cuando sigan aventando cobarde mensajes llenos de faltas de ortografía, ni para eso les alcanza “su valor”, pero dígales, porque me queda claro que Usted está al tanto, que no se metan con la familia o les van a pisar la cola que tienen.
Con todo respeto le envío un cordial saludo y le deseo el bien, porque yéndole bien al Presidente, le va bien a Acaponeta.
Respetuosamente
JOSÉ RICARDO MORALES Y SÁNCHEZ HIDALGO
3 comentarios:
Q TAL RAZA ACAPONETENSE, COMO HA CAMBIADO ESTO DE LA TECNOLOGIA COMPUTARIZADA, VERDAD, MUY BIEN, MUY BIEN , PERO QUE HAY DE LA VENTANA DE VISITAS, ES QUE YA NOS QUIERE CONTROLAR MAS, QUE EL DICHOSO AUTOR DE EL BROG QUIERE APROVAR LOS COMENTARIOS O QUE ONDAS, DONDE QUEDO NUESTRA LIBRE EXPRESION , DONDE ESTA ESA DEMOCRACIA, PLEASE DONT TAKE CONTROL!! (PORFAVOR NO NOS CONTROLEN)A MI ME ENCANTABA ESA VENTANA PERO YA VEN QUE HAGO???RESIGNARME O QUE ONDAS.
SIN MAS UN CIUDADANO ACAPONETENSE QUE VIVE ACA EN LOS EEUU.
ROBERT S. HERNANDEZ.
Te felicito Pepe, definitivamente no solo tu, sino miles de personas nos equivocamos con Saulo.
Y a la Familia se le respeta.
Pero que se puede esperar de Saulo si todos sabemos que las decisiones las toma su mujer.
Lo que me asombra es, como Pepe Nonaka uno de los mas allegados a Saulo le siga el juego, siendo el unas de los pocos funcionarios respetables (aun), yo en su caso ya hubiera renunciado.
Es verdaderamente triste que nuestro Acaponeta este en manos de estas si se les puede llamar personas yo sali muy joven de mi pueblo y la imagen que tenia de Saulo un joven callado estudioso siempre al lado de sus padres por cierto en aquellos años muy simpaticos,cuando supe que fue electo presidente fue un gusto enorme pero saben cuando callo de mi gracia cuando comense haber fotografias de la primera rata uppps dama perdon una mujer que ni con abrigos ni posando en sus viajes al extranjero disque de negocios( si como no )le brota el cobre por los poros y asi puedo seguir. Repito que tristesa que nuestra Acaponeta cayera en manos de estos ratas con titulo si es que lo tienen.
Mi gente nada mas un cordial saludo y animo seguro que pronto vendran tiempos mejores.
Gardenia desde Chicago
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