martes, 18 de enero de 2011

NARCO S.A. UNA EMPRESA GLOBAL (Segunda parte)


CONTINUAMOS CON LA SEGUNDA PARTE DE ESTE INTERESANTE ARTÍCULO SOBRE EL EXITOSO NEGOCIO DEL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO, MISMO QUE SE PUBLICÓ EN LA REVISTA "EXPANSIÓN", CON INFORMACIÓN DE ALBERTO NÁJAR Y LA AUTORÍA DE ANA ARANA



Por: Ana Arana

¿Cómo es el negocio de la droga? Sus estrategias de competencia, su sistema de proveeduría, la innovación, el financiamiento y la operación, es decir, su plan de negocio, es difícil de conocer hasta para las autoridades. Buena parte de lo que hoy se sabe es gracias a la contabilidad forense con la cual reconstruyen el negocio cuando éste ya fue desarmado por la misma organización que lo creó para evitar la huella que pueda delatarlos. Para un ciudadano, el negocio es aún menos evidente, aunque todos los días convivan con ellos.
El año pasado, por ejemplo, los habitantes de una colonia de Zapopan, Jalisco, se vieron invadidos por decenas de camionetas tipo Van. Los vecinos estaban muy molestos por el tráfico que generaron más de 500 viajes motorizados a esa zona; pero les enfadaba más el ardor que sentían en la nariz originado por el olor que emanaba el edificio de dos plantas donde las camionetas descargaron distintos objetos.
Luego de una denuncia ciudadana, los bomberos descubrieron que en el lugar había 6,000 tambos de solventes y químicos usados en la producción de pinturas y perfumería. Según oficiales del Ejército y de la Drug Enforcement Administration (DEA), al combinar dichas sustancias se obtiene una alternativa a la efedrina, que sirve para producir anfetaminas. Este caso muestra su innovación y capacidad de reacción. Un mes antes de este hallazgo, México prohibió la importación de efedrina como un paso más en su lucha contra el narco. Hay otros ejemplos de innovación como la marihuana mexicana ‘sin semilla’, muy resistente a los herbicidas que el gobierno usa en sus operaciones de erradicación de plantíos.
Pero el precio que paga el país por esta actividad es muy alto. Según Francisco Thoumi, un académico colombiano que ha estudiado este fenómeno, la economía ilegal es una expresión de capitalismo crudo y primitivo, que contradice el espíritu de cambio. “Esta industria debilita la legitimación de los derechos de la propiedad, desinfla el crecimiento de la economía formal, dificulta la obtención de impuestos, demanda más gasto público y legitima la violencia como la mejor arma predatoria de negocios”, escribió en su libro Economía política y las drogas ilegales en Colombia

Los costos ocultos
 
La diferencia principal entre el narco y un negocio legal son sus inmensos costos sociales, económicos e individuales –con más de 30,000 asesinatos tan sólo en este sexenio.
El crimen organizado tiene un severo costo dentro de la productividad de la economía y en la capacidad del país para atraer y retener inversiones, según Juan Pardinas, consultor del Instituto Mexicano para la Competividad (IMCO), aunque “el impacto no se puede medir con variables cuantificables para saber de manera rigurosa cuántas inversiones extranjeras no fueron efectuadas por la inseguridad”, explica.
Hay aproximaciones posibles. El Foro Económico Mundial utiliza indicadores de crimen organizado para elaborar su informe de competitividad, una referencia para los planes de inversión de las compañías multinacionales.
México ocupa los lugares 124, 125 y 127 entre 134 países en “aspectos institucionales y costos para los negocios del crimen y la violencia”, “crimen organizado” y “confiabilidad en los cuerpos policiales”. En el indicador final, México queda situado en el lugar 60. El peso del crimen a la hora de tomar decisiones estratégicas es cada día más evidente.
A esto se añade su efecto sobre la corrupción en gobiernos y autoridades locales, el desplazamiento de otras actividades legales, su efecto sobre la libertad de prensa (como el asesinato del reportero de La Opinión Milenio, de Durango, Eliseo Barrón) o la conversión de los cárteles dedicados al narcotráfico en organizaciones criminales multisectoriales, que realizan lo mismo secuestros que extorsiones o asesinatos, lo que deteriora aún más la competitividad regional.
Es notable la huida de empresarios y profesionales que se van de México para librarse de este entorno, como es el caso de Alejandro Junco, presidente del grupo periodístico Reforma, así como otros empresarios en todo el país.
Algunas industrias, como la del turismo, han calculado cómo les impacta el negocio del crimen organizado. De acuerdo con Gastón Azcárraga, presidente de la cadena de hoteles de Grupo Posadas y de Mexicana, la crisis de seguridad disminuyó 10% el número de reservas en el sector.(Continuará)

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