¡¡FEROZ BATALLA EN LA PLAZA DE ACAPONETA!!

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
Composición fotográfica: Néstor "Tito" Chávez Pérez

Todos en este pueblo de Acaponeta, tenemos nuestro corazoncito politiquero y por las razones que quiera el amable lector: por conveniencia, por interés personal, porque está de por medio una quincena o un hueso municipal, por amistad, por simpatía, porque se es militante de X o Y partido, por ideología (ya casi no hay de estos), porque los candidatos son simpáticos, guapos, cultos y bellos, porque derraman dinero como Rico Mc Pato, por lo quiera y mande Usted, todos tenemos nuestra preferencia y gusto, por candidatos o partidos.

Lo malo es cuando esa preferencia se convierte en pasión malsana y entonces en hombre se convierte en el lobo del hombre, cuando con cuchillo en mano se defiende esa quincena, o porque alguien o "alguienes" nos llenan el oído con malas consejas que incluso nos ponen en contra del amigo, del compadre, de la esposa o del familiar.

No es exageración decir, porque lo hemos visto, que incluso hermanos queridos, unidos por fuertes lazos consaguíneos y sentimentales rompen porque no se ponen de acuerdo en un candidato. El respeto se pierde, la tolerancia desaparece, la diversidad de ideas corre por el caño, aparecen los insultos, las agresiones, las piedras de los que se creen libres de toda culpa, los despreciables anónimos, los traidores de cada tres años, la guerra sucia que empuerca toda campaña ya de por sí hedionda y percudida, las asonadas, las reuniones en lo oscurito, los grupos de poder que amenazan con quitarte lo que tienes (que va de una mugre despensa, a tu empleo) o simplemente "no te doy". Total, una guerra que por condición natural, es sucia y despreciable.

He visto en los últimos días, como en el mismo Facebook, las agresiones están a la orden del día y los que ayer eran entrañables amigos, hoy se desprecian y no ocultan su molestia porque el otro no piensa, ni elige como aquel. Como los niños, con el dedo pulgar e índice forman un aro y más que decirle al otro "cortalas", se lo escupen al rostro.

Lo malo de todo, es que mientras los de abajo están agarrados del chongo, los de arriba se arreglan a base de dinero, posiciones políticas, trastupijes de poder o "concertacesiones". No vale la pena seguir este tipo de contiendas enojados y distanciados del prójimo, a veces muy cercanos y queridos. Vamos enojándonos con los candidatos y sus segundones, para que sepan lo que es amar a Dios en tierra ajena: repudiemos sus falsas promesas, su demagogia que les sale por los poros, su falta de interés por las necesidades del pueblo, sus gastos elevadísimos de campaña, su poco poder de convencimiento, sus cochinadas para denigrar y difamar al contrario, la prioridad que hacen de su partido por encima de la población. Esos son los malos de la película.

Tal vez por todo lo anterior, el estupendo y destacado artista acaponetense Néstor "Tito" Chávez Pérez, hizo esta magnífica composición, donde --desde Los Ángeles, California-- se imagina una devastada plaza municipal, enmedio de una truculenta y destructiva batalla política entre candidatos. Que nos haga reflexionar.