domingo, 22 de mayo de 2011

HAY NIVELES...




Por: Héctor Algarín.

"Mujeres y aves, todas poner saben, las unas ponen huevos, y las otras cuernos..."

La falta de respeto es una mala costumbre arraigada en nuestra sociedad,  es mas fácil buscar defectos que virtudes. Los sobrenombres con que rebautizamos a las personas gozan de una aprobación casi inmediata, en muchos casos es inclusive mas normal nombrarlos por los motes que sus apelativos originales.

Los hay ingeniosos: el comentarista "Perro Bermúdez" a Enrique Bermúdez de la Serna, el "Fabiruchis" del medio del espectaculo, a Mario Moreno el inolvidable "Cantinflas", "La Tigresa" Irma Serrano,"La Leona Dormida" a Lupita D'Alessio, y de politicos, ¡faltaba más! a Miguel de la Madrid... "El Ratón Miguelito", el pelón o el orejón a ...¡claro! Carlos Salinas de Gortari, a Ernesto Zedillo "Neto o Zedillin", "El perro de la colina" a José Lopéz Portillo; el tristemente célebre "negro Durazo" muy pocos personajes se escapan de pasajes de su vida personal que los marcan para siempre...
En el medio futbolistico los hay y de sobra: "El gringo" Castro, "Chicharito" Hernandez, el "Bofo" Bautista, el "Venado" Medina, "El Principito" Guardado, y una larga lista de etc.

Estos sobrenombres para algunos de los mencionados son denotativos, para otros los llevan con orgullo, son sinónimos de anecdotas agradables. Habrá otros que por más que se quiera...¡chango se queda!
Sin ser defensor de los derechos humanos, y no teniendo ninguna preferencia o simpatia en lo personal (no me gustan las telenovelas) habría que diferenciar entre un sobrenombre y una situación actual diferente en cuanto al entorno tanto laboral como social y personal.

El etiquetar a una figura pública actualmente, por una acción pasada en su vida, en cualesquiera que fuera su actividad preponderante es, sin lugar a dudas, motivo de este cuestionamiento que comparto con todos Ustedes (bueno, los pocos que me hacen el favor de leerme).
Es de educación nombrar a una persona por un apodo (en algo que fue un personaje, de muchos, que interpretó). No es lo mismo cuando alguien busca ganarse un apodo...y la otra cuando ¡del cielo le caen las hojas! Y otra más, cuando por un personaje de su trabajo, se etiquete a las personas y, cuando se le nombra con tanta familiaridad como si fuera la vecina de al lado, una ex-novia o una compañera de trabajo cuidado... ¡no es lo mismo!

"Hay aves que cruzan el pantano y no se manchan..."

La figura del político mexicano está desprestigiada, es sinónimo de corrupción, de falta de compromiso con la sociedad, de prepotencía, de canonjías, de conveniencia de todo lo que pregona y propone. No se escapa el género femenino, pero, en este comentario no me refiero a figuras politicas con participación directa, mas bien, las esposas de politicos que aunque siempre han jugado un papel muy importante en la vida política de la nación (refiriéndome en las esposas de los presidentes de la Republica y una que otra de gobernadores y alguna más de presidentes municipales) de esto, a llamar por un apodo (profesional) a la esposa actual de un politico cuidado... ¡no es lo mismo!

Que quede claro, no estoy anticipando ninguna víspera ni soy clarividente....lo que es más, no soy simpatizante de ese partido que ellos representan pero, no deja de llamarme la atención la falta de respeto de ciertos medios y personas en general en nombrarles por su apodo. ¿Qué podemos esperar si llegara la posibilidad de ser gobernados por ellos?
Esta posibilidad existe de que el dia de mañana de la mano de su actual esposo ocupe un lugar de primer nivel en la vida politica nacional, y llevar el mal utilizado sobrenombre de "Primera Dama" o ¿seguiríamos nombrándola por su primer apelativo? Si la respuesta es afirmativa, para un servidor sería una falta de respeto y si es negativa... ¿por qué entonces la seguimos llamando por un sobrenombre de una actividad pasada?
  ¿O es una falta de respeto generalizada de una sociedad harta de tantos politicos o agarramos parejo?
 
Digo...nomás como comentario.   


2 comentarios:

Anónimo dijo...

señor Algarín, francamente no entendí nada
Saludos desde Monterrey

Héctor Algarín E. dijo...

Halo de la Sra. Angelica Rivera...gracias por molestarse en leerme.