jueves, 24 de noviembre de 2011

LA MAFIA, TELEVISA Y LÓPEZ OBRADOR


Por Rodrigo Huerta Pegueros*22 de noviembre de 2011
Cortesía de Periodistas en Línea
Tal parece que ‘la mafia del poder’ en México cuenta ya con otro miembro distinguido. Aquel personaje que más de tres veces los negó, criticó, descalificó y condenó durante los últimos cinco años.
La frase que da viabilidad a la nueva adquisición de los "30 personajes más influyentes de México" es aquella que nos indica: "si no puedes con el enemigo súmate a él". Y eso es precisamente lo que hizo quien perdió su acceso al poder político en el 2006.
Sí, no se equivocaron, estamos hablando del neo hippie, el ‘osito cariñosito’, el neo redentor y fraterno iluminado Andrés Manuel López Obrador, ahora abanderado de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y del Movimiento Ciudadano (PMC) a la presidencia de la República para el 2012.
A muchos sorprendió, no que haya aparecido en la pantalla chica de Televisa, sino la forma como introdujo la conversación que sostuvo por varios minutos con el conductor Joaquín López Dóriga, dándonos (al público) una explicación sobre su proceder después de haber perdido la presidencia.
Detalló frente a la pantalla chica y el noticiero con mayor rating en el país, porqué dijo lo que dijo en contra de la televisora de sus directivos y socios. Reveló la necesidad que tiene de aparecer en dicho canal y precisó que le pesó—y mucho—el hecho de que Televisa tenga picaporte para acceder a millones de personas a toda hora y en un santiamén cuando a él (López Obrador) le cuesta mucho trabajo tenga que recorrer a diario y con muchos esfuerzos físicos, financieros y de infraestructura los pueblos y comunidades, causándose un desgaste inimaginable.
A todo color y a un horario triple A, López Obrador y López Dóriga firmaron y sellaron ‘la reconciliación’ con un nada disimulado apretón de manos y con amplias sonrisas en ambos rostros.
El epílogo a este cortometraje podría ser: ‘la mafia nunca pierde y cuando pierde arrebata’.
La nueva adquisición de los poderosos de México no tiene parangón. De ahora en adelante sabremos de lo que hace y deja de hacer el candidato presidencial de los partidos dizque de izquierda. Hoy estos tres institutos políticos también se suman y alinean al detestable PRIAN. Con esta nueva configuración partidista restaría preguntarnos: ¿ahora quién nos representará?
Pero si López Obrador hizo lo que hizo durante cinco años, esto es que puso en peligro la sucesión presidencial en el 2006, desquició hasta no poder las vialidades de la ciudad de México al tomar el Paseo de la Reforma por varios meses, mandó al diablo a las instituciones, llamó traidores a diputados, senadores y dirigentes de su propio partido, conformó un gabinete paralelo y se autonombró ‘presidente legítimo de México’ cuya bandera utilizó hasta que se desgastó y conformó el movimiento de regeneración nacional denominado (morena) y sometió a varios partidos para que lo refaccionaran y le mantuvieran su peregrinar por todo el país.
Durante cinco años, López Obrador no habló de cuestiones positivas de México. Hizo mercado ideológico y político para vender sus libros y dejar para la historia reseñados el cómo en México el poder económico se funde con el poder político y el mediático afín de construir imágenes de gobernantes y políticos para llevarlos a la cima del poder.
Televisa fue una de las empresas que más aparecieron en su libro donde denunció a LA MAFIA de México. Los colocó como mercenarios, arietes, golpeadores y críticos a ultranza. Los señaló desde cuando se aliaron con el ex presidente Fox para publicitar los video escándalos en donde aparecieron como villanos René Bejarano, su entonces secretario particular de la jefatura de gobierno del Distrito Federal, a su entonces secretario de finanzas a quien se sorprendió jugando millones de pesos en las mesas de apuestas de Las Vegas, se evidenció la corrupción con delegados del DF, se descubrió el entramado del empresario argentino Carlos Ahumada con la ex jefa de gobierno del DF, Rosario Robles Berlanga y del guerrerense, Ramón Sosamontes Herreramoro y un largo etcétera.
Vino después el affaire del desafuero donde Televisa fue punta de lanza. Se le destacaron en la televisora a López Obrador sus frases de ser el ‘rayito de esperanza’ y de sus actitudes mesiánicas. Se le caricaturizaba como un personaje que estaba a un paso de ‘levitar’.
Su defensa fue escasa. Su imagen quedó sentida pero en el grueso de la población permeó el sentimiento de que había sido vapuleado porque no era una persona que compartiera la visión de los ‘amos de México’. Así, con todo y el vendaval en contra, López Obrador logró ser postulado como candidato presidencial para el 2006.
Las encuestas que tanta animosidad provocada en el ex jefe de gobierno del DF le fueron favorables durante los primeros meses de la justa electoral por la presidencia de la República hasta el momento que empezaron a surgir las frases condenatorias a los presidenciables. A Fox le espetó López Obrador aquella frase de ‘cállate chachalaca’ y como respuesta obtuvo la expresión de los apoyadores de Fox (empresarios) al difundir que era ‘un peligro para México’.
Con Televisa en contra, los empresarios atacándolo y los simpatizantes alejándose de él, López Obrador empezó a sentir la caída libre en las encuestas, mismas que fueron inmediatamente descalificadas. Los empresarios de las encuestadoras se defendieron y mostraron y demostraron después las causas que promovieron el descenso de AMLO en el ánimo popular.
Desde entonces, mes antes de la elección presidencial, López Obrador tenía en claro que ‘la mafia del poder’ no lo iba dejar acceder a la presidencia de la República y por ello condenó todo, descalificó a todos y no quiso oír que había perdido su oportunidad de convertirse en presidente.
Muchas facetas de López Obrador quedan ahí para la historia. Ahora, cuando es ungido nuevamente como presidenciable por los tres partidos llamados de izquierda, el discurso lópezobradoristas cambió radicalmente. Ahora ya no promueve la confrontación ni el odio entre los mexicanos. Quiere que todos seamos buenos, que seamos fraternos, que impulsemos el bien y que construyamos juntos una patria, una nación, un país amoroso.
¿Qué quiere decirnos López Obrador? ¿Que ya es bueno? ¿Que no odia a nadie? ¿Que ninguno en el país es su adversario ni su contrincante ni su enemigo y que a todos les lanzará rosas como una muestra de amor?
Desde luego que esta nueva actitud nos promueve a hacernos otras preguntas: ¿es sincero López Obrador cuando dice que ahora promoverá la paz y el amor entre los mexicanos? ¿Qué hará en caso de ganar la presidencia de la República contra los narcotraficantes? ¿Serán éstos también sus amigos y les extenderá la mano franca como lo hizo con Televisa? ¿O será solo una mascarada para ver si así puede tener en esta elección un crecimiento mayor al que ha logrado hasta hoy y darles la puntilla final una vez que acceda al poder?.
Los mexicanos seremos al final de cuentas quien le debemos dar el beneficio de la duda a López Obrador, pues a Televisa, como empresa, simple y llanamente sabemos de su origen y su misión y que se maneja en base a sus intereses y estos están muy lejos de estar en la burbuja de la equidad, la igualdad y la justicia. No es de ellos ser justos ni equitativos y mucho menos convertirse en madres de la caridad. Televisa será siempre como lo es ahora. Verá y velará siempre por y para sus intereses.
Veremos quién engaña a quién y quién aguanta a quién. Esto apenas comienza. La nueva película del 2012 está grabándose. Los mexicanos como sujetos del voto y quienes seremos los que decidamos al final de cuentas a quien otorgarlo, debemos estar a la expectativa e informados. No podemos creer ni en la conversión de López Obrador y mucho menos en la transformación de Enrique Peña Nieto como neo demócrata.
¿Y ahora quién?

Periodista y Analista Político*
observar@gmail.com

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