lunes, 5 de diciembre de 2011

DE XALA Y OTRAS ENVIDIAS


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

Los pasado días 2 y 3 de diciembre, invitados por la Asociación de Cronistas e Historiadores del Estado de Nayarit (ACHEN), que preside nuestro buen amigo el historiador amatlense Oscar Luna Prado, acudimos a la hermosísima ciudad de Xala, al sur de la entidad a participar en el 3er. Encuentro de Cronistas e Historiadores de Nayarit, que este año llevó el tema "El Cronista y su Entorno".


Es malo, dicen algunos y hasta resulta odioso hacer comparaciones, pero lo cierto es, que eso no se puede evitar, entre ver lo que tienen, en este caso en la comunidad de Xala y lo que tenemos nosotros en Acaponeta, ambos pueblos de un mismo Estado de la República Mexicana, ambos compartiendo una historia o tronco común, los dos con una población de ideas y costumbres afines, pero al final de cuentas tan diferentes que hacen que las dos cabeceras municipales, Xala y Acaponeta, parezcan ciudades de mundos dispares.

Primero habremos de agradecer las distinciones, amabilidad y trato que nos dieron los xalenses y los integrantes de la ACHEN, y hablo en plural porque de la zona norte asistimos cinco, dos de Tecuala: el cronista municipal de la orgullosa el simpático y dicharachero personaje que es el Prof. Ignacio Palomino González y el también muy ameno profesor Candelario González Mancillas; y por Acaponeta tres elementos, todos ellos miembros de la Junta Vecinal de Acaponeta A.C.,: el cronista municipal Don Néstor Chávez Gradilla; el actual director de cultura municipal, 

Pepe Morales y Néstor Chávez

Ignacio Palomino y Elías Chan
Dr. Elías Luis Chan Castañeda  y quien esto escribe. Todos fuimos recibidos en la Casa de la Cultura de Xala, por uno de los que integran el Patronato de este lugar, el dilecto amigo y Profesor Miguel González Lomelí, 

Miguel González Lomelí
quien fue el anfitrión perfecto y la persona que condujo todas las actividades del encuentro de investigadores de la historia. Ahí llegaron: el cronista de Ixtlán del Río, el buen amigo Pablo Torres Sánchez, uno de los que han venido construyendo con gran ánimo y entereza el Ecomuseo del sureño municipio; también el cronista de Ahuacatlán, el muy reconocido 
Rubén Arroyo Arámbul

historiador Rubén Arroyo Arámbul; asimismo, entre muchos otros el propio Miguel González, cronista de Xala; los historiadores Enrique de Aguinaga, recién desempacado de España donde hace
 interesantes indagaciones; Ezequiel 
Enrique de Aguinaga
 Ramírez de Amatlán, Don Alejandro Martínez, actual Coordinador de Cultura de Bahía de Banderas e hijo predilecto de Las Varas, Nayarit; Carlos Enrique Parra Ron, de Etzatlán, Jalisco y otros investigadores de Tepatitlán, Jal. encabezados por Miguel Ángel Casillas Báez, con quien los municipios sureños nayaritas están oficialmente hermanados.
Jorge Gutiérrez Núñez
La actividad del Encuentro fue muy enriquecedora, pues ahí se escucharon las ponencias de sendas conferencias de los siguientes exploradores de la historia, primero fue el reconocido historiador Pedro Luna Jiménez quien habló, con su característica naturalidad, sobre su experiencia en los diversos archivos donde ha realizado trabajos de investigación. Le siguió el antropólogo Jorge Gutiérrez Núñez, que mostró amablemente a la nutrida concurrencia los servicios y alcances de la notable Casa de la Cultura Jurídica de Tepic, a cargo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el Estado de Nayarit, que tiene un archivo en verdad ordenado y perfectamente bien cuidado.

Pedro Luna Jiménez
Al término de la primera jornada que fue el viernes, nos fuimos a cenar a casa de Miguel González Lomelí, donde comenzamos a descubrir también las delicias culinarias del lugar y la paz que reina en el poblado. Unas enormes tostadas raspadas que parecían un tren de largas y bien cargadas de distintos guisos nos alegraron el banquete entre amigos. Ahí se soltó la bohemia y el historiador Carlos Parra Ron, nos sorprendió con la guitarra bien afinada voz y una selección de temas mexicanos que nos dejó a todos un excelente sabor de boca, todo ricamente escanciado con un buen vino tinto que llenó muchas copas e infinidad de brindis alrededor de estupenda charla.
Carlos Parra Ron
Al día siguiente, salí muy temprano a recorrer la tranquila ciudad al pie del Ceboruco y redescubrí la belleza de su centro histórico, lo que me hizo reflexionar sobre el tan manoseado tema de la "Atenas Nayarita" que tanto presumimos y que poco hacemos valer; los xalenses nos demuestran a todo el Estado de Nayarit, lo que es amar a su pueblo y a su entorno, no palabras, sino con hechos, ya que la ciudad ha mantenido --orgullosamente según pude comprobar al platicar con sus habitantes-- la variada y bella arquitectura de sus casas, locales comerciales y calles y hasta han impedido que se pavimente el empedrado que le da un sabor provinciano que hace mucho se dejó de sentir en la Ciudad de la Gardenias --lo cual digo con enorme pesar--. La limpieza de las calles, que habla y bien, de la educación y compromiso que tienen los ciudadanos consigo mismos. En varias ocasiones escuché decir a los visitantes que allá nos reunimos, que aquel lugar merecía ser catalogado como "Pueblo Mágico" de México. 
Su mercado lucía impecable y nada que ver con el desmadre del banquetón del nuestro; no hay viejos camiones urbanos o suburbanos aventando humo por doquier y haciendo ruido al avanzar parando e impidiendo el tránsito vehícular en cada esquina. Niguna frutería tenía las verduras regadas por la acera, ni carretas de tacos ofrecían una vista desmoralizadora. Nada de eso.
Dr. Manuel Olimón Nolasco

La tranquilidad de Xala se nota y eso sí, la amabilidad de su gente es igual a la de acá, toda finura y entrega al visitante. Tiene Xala, un encanto especial y me hace reflexionar sobre la actitud de todos nosotros los acaponetenes, si todos comprendiéramos la importacia de cuidar nuestra CASA, es decir, el pueblo en su conjunto, conservando su arquitectura típica y hallándole modo a la limpieza de calles y banquetas, otro cantar se oiría y vería en Acaponeta. Pero, tristemente, por el contrario, hemos dejado morir, de la manera más vil, a la imagen urbana y el pueblo es en ratos un cochinero y un desorden de calles y banquetas invadidas por el comercio ambulante y las carretas que venden de todo.
¿Qué si me dio envidia? Sí, y mucha, pues tenemos en común con Xala, excelentes estilos y tranquilas formas de vida, el gusto enorme por la cultura y muchos lugares que ofrecer al turista o al que aparece en la ciudad de repente, pero en uno, Xala, hay orden, belleza, pulcritud y la participación ciudadana y en el otro, Acaponeta, todo lo contrario. Qué malo que así sea. Perdón si alguien se siente ofendido.
Oscar Luna Prado

Al día siguiente --continuando con la crónica de la reunión de cronistas e historiadores--, nos fuimos a un amplio auditorio municipal, también envidiable, porque hoy por hoy, no tenemos en nuestra tierra un espacio así, amplio y con 300 butacas para todo tipo de eventos, con un foro que bien puede albergar al ballet Mexcaltitán, además con buena acustica. 
Mercado Municipal de Xala
En ese lugar conocimos y escuchamos la disertación del párroco del lugar, el Dr. Manuel Olimón Nolasco, recientemente nombrado miembro de número de la Academia Mexicana de Historia, todo un orgullo para Nayarit, quien de manera muy clara y muy serena, nos habló de la labor y cómo debe ser un investigador de la historia
Más tarde, ya de regreso en la Casa de la Cultura de Xala, que por cierto maneja un patronato que no ha permitido, en ocasiones que el propio gobierno se ponga por encima de las decisiones de un patronato que logró salvar de la ruina el inmueble que hoy alberga un museo comunitario y la Casa de la Cultura de Xala, de donde han salido beneficios gigantescos de los cuales se enorgullecen; en uno de sus amplios pasillos, decía, escuchamos al amigo Antropólogo Raúl Andrés Méndez Lugo, quien junto con Don Pablo Torres Sánchez, nos ofrecieron un panorama amplio sobre sus trabajos en el proyecto del Ecomuseo o Museo Territorial de Ixtlán del Río, que lleva un avance extraordinario, lo que convertirá a esa sureña municipalidad nayarita en el museo más grande del país.
Enseguida el cronista de Ahuacatlán, Sr. Rubén Arroyo Arámbul, nos relató su experiencia laborando en el archivo parroquial de Xala y la relación de trabajo y amistad que trabó con el cura Dr. Manuel Olimón Nolasco, para llegar al final de la cultural jornada con la charla sobre el hermoso pueblo de Xala, por parte de uno de sus hijos más notables Miguel González Lomelí, poeta de quien ya hemos hablado.

Después las autoridades municipales del lugar, encabezadas por la esposa del primer edil, Sra. Paula Acosta y por la síndico Maestra Martha Imelda Ventura, en los amplios espacios del DIF municipal nos agazajaron con suculentas delicias locales, destacando la sopa de pan o el también llamado Pan de Boda, que es una maravilla gastronómica, sin contar los frijoles puercos de aquel lugar dignos de campeonato, así como un sinfin de galletas y panecillos de sabores divinos, aunque se oiga cursi.
Sin duda fue una actividad de la que la ACHEN puede dar buenas cuentas y se aseguró con ello, la 4a. reunión, que probablemente sea en Santiago Ixcuintla o Bahía de Banderas, a la que ya nos comprometimos a asistir.
Felicidades pues al Maestro Oscar Luna Prado y los que integran la ACHEN, 

A los ciudadanos de Acaponeta, recomendamos visitar este estupendo lugar, donde, dijo alguien por ahí, tiene los elotes más grandes y los cacahuates más chicos del mundo. 

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